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1. Antes de acabar con la etapa del colegio, en Costa Rica hay unas pruebas finales que te hacen sobre cada tema para finalmente pasar o perder el año. Acá le llamaban las pruebas de bachillerato.
Yo no tuve problema con una sola prueba, pero reconocí de inmediato que la materia de biología sería un dolor de cabeza. ¿La razón? En el momento que abrí el libro para leer, sentí que no había ido a clases en todo el año (lo cual puede ser ligeramente cierto, pero no entremos en detalles).
Todo lo desconocía.
Dichosamente, una de mis mejores amigas que por apellido se sentaba a mi derecha, se sabía casi toda la materia. Ella marcaba con X la respuesta A, yo marcaba la respuesta A. Ella ponía la B, yo marcaba la B.
Nunca hablamos deliberadamente de copiar, pero ella iba tan lento que a este punto estoy casi seguro que inconscientemente nos habíamos puesto de acuerdo.
Copié. No tengo problema en admitirlo. No me siento orgulloso, pero era lo más cercano a un tema de vida o muerte para un adolescente.
Los Tennessee Titans reconocieron en su escenario de vida o muerte que necesitaban copiarle el esquema defensivo a alguien que hubiese tenido éxito ante Baltimore y así lo hicieron.
Logan Ryan, esquinero de Tennessee, explicó que el equipo pasó toda la semana viendo el video del partido entre Ravens y Bills de la temporada regular. Copiando todo lo que fue exitoso para Buffalo a pesar de la derrota.
Ese partido vio a los Bills perder 24-17, pero a pesar de la caída, Lamar Jackson fue limitado a 40 yardas terrestres en 11 acarreos. El éxito de Jackson en ese juego fue que lanzó tres pases de anotación, pero con apenas 145 yardas por aire.
Para Tennessee se trató de limitar a Jackson con 7-8 hombres en la caja, evitando que corrieran la bola. Si Jackson salía corriendo en sus clásicos scramblings, la clave era hacerlo correr de manera lateral. El impacto sería mínimo y obligaría a Jackson a lanzar en terceras y largos.
Los esquineros de los Titans, especialmente Ryan y el safety Kenny Vaccaro confesaron que no había mucho miedo o respeto por las alas abiertas de Baltimore, lo que los hizo tener un compromiso mucho más grande a la hora de defender la carrera.
Es el clásico, vamos a hacer que nos gane lanzando la bola. Lo que pasa es que no todos los equipos tienen el personal, ni la velocidad para lograrlo.
Las 185 yardas permitidas por Buffalo a Lamar Jackson entre acarreos y pases fueron la menor cantidad en toda la racha de 12 victorias al hilo que tuvieron los Ravens. Por eso Tennessee se enfocó en ese partido.
Pero Buffalo perdió. ¿Por qué los Titans se vieron tan superiores con la misma intención de juego?
Ryan también mencionó que la gran diferencia entre los Bills y ellos es que la ofensiva de Tennessee entendía como poner puntos. “Los Bills simplemente no tenían la ofensiva como para anotar puntos. Nosotros sí.”
Es hasta extraño escribir estas palabras, pero Tennessee tiene una ofensiva donde hay que elegir el veneno. O detienes a Derrick Henry -buena suerte con eso- y Ryan Tannehill te mata o viceversa.
Los Ravens estuvieron siempre muy preocupados con Henry, lo que dio para que Tannehill lanzara dos pases de anotación perfectos en la primera mitad. Los números de Tannehill no son increíbles, pero el equipo no falla en zona roja. Hay un aura de confianza que se ha vuelto irreal.
Los Titans tienen la mejor ofensiva en el Red Zone, como lo mencioné en el artículo de como se gana el Super Bowl 54. En los playoffs ha sido así de impresionante también.
El nuevo pateador de Tennessee, Greg Joseph, no ha pateado un field goal desde que está vestido de celeste y azul y llegó al equipo en diciembre. El equipo ha intentado un solo field goal en los últimos nueve partidos. No fallan. Solo anotan de a 7.
Y todavía siento que faltan el gran juego de AJ Brown, que fácilmente podría llegar en Kansas City, donde seguramente lo necesitarán.
La clave del equipo es que se puede transformar en lo que necesiten en ambos costados del balón. En ofensiva Derrick Henry te va a atropellar sin piedad en cada uno de los cuartos. Es como si ganara más fuerza con el pasar de los minutos.
En defensiva el equipo puede jugar contra mariscales de campo pasadores y contra corredores. Su hueco número uno en defensa fue siempre Malcom Butler, el héroe de New England en el SB 49. Sin Butler en la alineación secundaria, al equipo no lo queman.
Tennessee supo copiar perfectamente el esquema de los Bills para lograr una impensada hazaña en Baltimore. Su ofensiva es claramente mejor a la de Buffalo y esa fue gran parte de la diferencia.
Por cierto, mi amiga acabó sacando un 95 de 100 en el examen. Yo acabé con un 97. La última pregunta de la prueba me la sabía porque fue lo último que leí en el libro y lo único que se me pegó.
Ella la puso mal y yo cambié la respuesta. Para el momento en que intenté hacerla alguna seña ya se había levantado a entregar el examen con la última respuesta incorrecta.
Al parecer yo también tenía mejor ofensiva.
2. Para Baltimore la eliminación solo se puede ver como una oportunidad desperdiciada.
El equipo de los Ravens nunca había tenido un bye week como sembrado número uno de la conferencia, por lo que tiene que pensar que un gran año se fue a la basura por una mala noche.
Eso habla de lo difícil que es ganar en la NFL. Ser favorito lleva un peso del cuál no todos pueden cargar.
Para Lamar Jackson la temporada tiene que verse como un éxito personal. Sí, perdieron, pero 31 equipos también lo harán.
Antes del inicio de temporada la elección de Jackson como mariscal de campo era cuestionada por todos. Tan solo vayamos a septiembre, donde nadie ponía a los Ravens ganando la división, mucho menos ganadores del primer puesto en la AFC.
Para Jackson fue una confirmación de que pertenece en la NFL, algo que era un tema de discusión al principio del año. ¿Pueden mantener este ritmo y éxito? Seguramente que no, pero siempre habrá otra oportunidad de hacer las cosas algo distintas.
Al menos en el futuro reciente, las defensas siempre tendrán que pensar como detener a uno de los mariscales de campo más versátiles de la liga.
Será un problema por mucho tiempo.
3. La lesión de Mark Ingram fue clave para la eliminación de Baltimore.
4. Lamar Jackson tuvo que ser responsable del partido más cansado en la historia de la liga. Baltimore registró 92 jugadas en ofensiva. La única referencia que se me vino a la cabeza fue el SB 51 cuando New England tuvo 93 jugadas ante los Falcons, pero ese partido llegó hasta tiempo extra.
Jackson fue responsable de 83 jugadas de esas 92 (59 pases, 20 acarreos y 4 capturas en su contra).
El récord le pertenecía a Steve Young con 77 jugadas individuales en el partido de postemporada de 1995 ante los Green Bay Packers.
5. Si te caen mal los New England Patriots pasa al punto #7
Nos aburrimos de los Patriots, por eso asumimos que ganar en esta liga es sencillo.
Es todo lo contrario.
Lo que le pasó a los Ravens, lo que ha pasado a Aaron Rodgers y Drew Brees en los últimos 10 años confirman que los últimos 20 años de éxito en New England son una locura.
6. Te dije que pasaras al pensamiento #7 pero no lo pudiste evitar. No me eches la culpa.
7. El único equipo que no quiso nada de drama en este fin de semana divisional fueron los 49ers.
De San Francisco he hablado hasta la saciedad durante toda la temporada. Me parecen el equipo más completo de la NFL y, por ende, el favorito de los cuatro que quedan.
El equipo tiene la formula perfecta. Cuatro frontales que cuando sanos son indetenibles. Un juego por tierra devastador. Pusieron 186 yardas contra Minnesota con su monstruo de tres cabezas.
Y un mariscal de campo que hace lo suficiente para mover las cadenas sin entrar a lo espectacular. Jimmy G simplemente no tiene que perder el juego para los Niners y el resto de la máquina ganará los partidos.
8. Mensaje a Richard Sherman:
Viejo, es el 2020.
Todos sabemos que eres bueno.
Deja en el pasado las conferencias de prensa diciendo que nadie cree en ti.
Cansas. Y no City.
9. Sentí que Minnesota se conformó con lo hecho en New Orleans.
Nunca les vi las ganas, la sangre o la convicción que se necesita para ir a retar a San Francisco.
La actuación fue muy pálida y decepcionante. Con grandes altos ante los Saints, y muchos bajos ante los Niners.
Altos y bajos. La carrera de Kirk Cousins en tres palabras.
10. Uno de los mejores momentos del fin de semana.
La cara de Jimmy y de Troy.
¿Alguien está cortando cebollas?
— Alonzo Solano (@DondeAlonzo) January 13, 2020
11. ¿Cómo es que ganando por 24-0 había un sentimiento de que el partido no estaba ni cerca de estar terminado?
Los Texans son un equipo muy capaz de tener una ventaja de 24 y acabar perdiendo por 21.
Atentos.
— Alonzo Solano (@DondeAlonzo) January 12, 2020
Tiene que existir una combinación de cosas. Uno, un gran mariscal de campo que pueda lograr el regreso y un equipo mal entrenado al otro lado. Kansas City y Houston nos presentaron eso.
Bill O’Brien puede acabar desperdiciando la carrera de Deshaun Watson si el dueño de los Texans no hace algo pronto. El problema es que O’Brien es como el hijo que el dueño nunca tuvo, por lo que un cambio no se ve como una realidad.
Houston no hace nada particularmente bien. No son un gran equipo corredor, no son un equipo élite pasador tampoco. Su defensa es muy, muy vulnerable, como se mostró en los dos juegos de playoffs y su entrenador en jefe es uno de los peores tomando decisiones en medio del partido.
Es una combinación complicada.
Bill O’Brien es el tipo de entrenador que patea el Field Goal en 4ta y 1, decisión con la cual no tengo problema dado a que se puso 24-0, pero luego se la juega en 4ta y 4 su propia yarda 31.
Según O’Brien el equipo necesitaba al menos 50 puntos para ganar en Kansas City. Primero, gran confianza en la defensa. Si la unidad no tenía confianza en sí misma, O’Brien la acabó de enterrar con esa declaración.
Segundo, si en realidad necesitas 50 puntos, ¿por qué pateaste el field goal?
No tiene sentido alguno.
Pero en fin, Houston tiene lo que merece con un entrenador que usualmente pone a su equipo muy mal preparado en el campo.
12. Siento que por alguna razón dejamos a Kansas City como un pensamiento secundario en el último mes.
Hablamos mucho de Baltimore y del fin del reinado de New England, y dejamos algo de lado a los Chiefs y a su imparable mariscal de campo.
Claro, Pat Mahomes no lanzó 50 touchdowns este año, por lo que sus actuaciones, injustamente, no atrajeron tanta atención.
Bueno, Mahomes decidió este domingo poner los focos encima y brillar como lo que es, una super estrella y el mejor mariscal de campo de la NFL.
Kansas City le puso 51 puntos a los Texans y les regaló todo un cuarto de juego. Los 51, fueron del segundo período hasta el final.
Mahomes lanzó 4 de sus 5 touchdowns en el segundo cuarto, algo que ya le había hecho a Oakland este año.
Sí hubiese querido rompía la marca de más TD en un juego de playoffs que le pertenece a Tom Brady (6) y de paso el de mayor TDs en un juego de NFL que le pertenece a Peyton Manning y a Nick Foles (7) en temporada regular.
13. Lo único que me preocuparía si soy aficionado de Kansas City en la final de la AFC son inicios lentos del equipo.
Esta semana regalaron todo un cuarto. El año pasado regalaron toda una mitad ante New England. En la final de la AFC, la primera mitad acabó 14-0 en favor de los Patriots.
Luego Kansas City anotaría 31 puntos en el segundo tiempo, pero sería ideal que no se metieran en tantos problemas al inicio.
14. De los cuatro equipos restantes en las finales de Conferencia, los Packers me parecen el equipo más débil y el que peor pareo tienen.
Dicho esto, el juego que disputaron ante Seattle es la mejor actuación que les he visto en todo el año.
En particular a Aaron Rodgers, quien si notamos sus números no son espectaculares, pero sí ideales. 243 yardas y dos touchdowns.
¿Por qué ideales? Porque no se trata de acumular yardas sin sentido, se trata de completar cuando tu equipo más lo necesita.
15 de los 16 pases completos de Rodgers fueron válidos para un primero y diez. Tres de ellos fueron en tercera oportunidad, y dos de esos tres llegaron en el último y crucial drive para que los Packers sellaran la victoria.
Eso es lo que le pides a los mariscales élite. Completar un pase cuando el resto de los humanos estamos muertos de miedo frente al TV.
15. Hay que dar un párrafo aparte para Davante Adams, quien más allá de la conexión sensacional con Rodgers se está convirtiendo en un absoluto rey de correr rutas.
Lo hace tan se manera tan sencilla, que cada repetición se vuelve un manual de rutas para las nuevas generaciones.
16. Aaron Jones es una máquina de TD en zona roja.
17. Preston y Za’Darius Smith. No hay mejor dúo en estos momentos.
18. Seattle desperdició la primera mitad del partido en Lambeau Field.
Marshawn Lynch es un corredor que está fuera de forma y era más que evidente. Tardaron dos cuartos en darse cuenta de que el camino era solo Russell Wilson, ya sea por sus scramblings o por sus hermosos pases.
Si Seattle hubiese entendido esto mucho mas temprano, el partido pudo tener otro resultado final.
Sin embargo, es el resumen perfecto de la temporada de Seattle.
“Estamos en problemas. Hey Russ, ve y sálvanos”.
19. Hoy es la final del College Football entre LSU vs Clemson. Burrow vs Lawrence. Este es el previo: http://bit.ly/2ujcFH3
20. Un par de historias a seguir en el siguiente fin de semana.
– Los Titans le han pegado a los Chiefs en los últimos 4 partidos de manera consecutiva. Una de esas fue en playoffs disputado en Arrowhead.
Otra de esas este mismo año, en temporada regular.
– Ryan Tannehill podría acabar jugando el Super Bowl en Miami, recibiendo el 85% de su salario en el 2019 pagado aún por los Dolphins.
– Aaron Rodgers lanzó 104 yardas y 1 TD contra San Francisco en temporada regular.
Fue capturado 5 veces y tuvo un QBR de 8.5.
Está 1-2 en finales de la NFC y 0-2 en su carrera en playoffs ante los Niners. Las dos derrotas ante Colin Kaepernick.
Tendrá que vencer al equipo de su niñez para llegar a su 2do Super Bowl. A ese equipo que no lo quiso tomar con la primera selección del draft en el 2005.
Poético.
21. Viendo a Lambeau Field congelado mientras caía la noche, no pude evitar pensar que ganaste ahí dos veces en enero, y siempre lo olvidamos. https://cbsloc.al/383xNQl
Leo comentarios
@DondeAlonzo
Pensamientos de la Ronda De Comodines
Enero del 2014, Denver, estadio Mile High. Recién corrieron unos minutos tras la clasificación los Broncos al Super Bowl 48, perdido en el estadio -algo que me pasa a menudo- me encontré en un pasillo aislado frente a frente con una leyenda viviente de la liga. 'Buen juego', le dije sin pensar mucho, 'Gracias' respondió el 18 mientras extendió su mano para saludarme. Una gran anécdota, pero de inmediato entendí que la suerte estaba echada para los Broncos. Acabé con la suerte del gran Peyton Manning.