Pensamientos de Finales de Conferencia

1. Alrededor de una hora y media antes del juego entre Titans vs. Chiefs, di con un clip de NFL Network donde Willie McGinest entrevistaba a su ex compañero de Super Bowls, Mike Vrabel.

Dentro de todo el acto montado en estas entrevistas, McGinest le pregunta a Vrabel: ¿qué deben hacer para detener a Patrick Mahomes?

Usualmente estas entrevistas tienen un saco de clichés de arriba para abajo, pero Vrabel tuvo una respuesta bastante inusual y honesta: “Para ser sincero, todavía estamos trabajando en ello y no hemos encontrado una manera”.

La primera reacción que se me vino a la mente fue “están en problemas”. Ese tipo de entrevistas se hacen entre miércoles y jueves, por lo que la falta de una respuesta o plan sobre el accionar de Mahomes a falta de tan poco tiempo podría terminar en una mala tarde, y así fue.

Patrick Mahomes no está dentro del grupo de mariscales de campo normales. Está en un reglón aparte y así ha sido en toda su corta carrera.

Por el legado de su padre, Mahomes ha crecido en un ambiente donde está acostumbrado a camerinos, entrevistas, preparación mental y muchas intangibles que lo han hecho ver la presión y ansiedad de estos juegos como una rutina diaria. Los domina a la perfección.

Y luego están sus dotes meramente físicos, que no muchos pueden emular tampoco.

En el 2014 me encontraba en Brasil durante el mundial. Mientras veía el duelo entre los locales y Colombia de cuartos de final en el Fan Fest, me dio por salir del mar de gente buscando un poco de aire.

En el momento que inicié a caminar para salir, me di cuenta de que estaba completamente atrapado en una marea de cuerpos que poco a poco iban cortando mi espacio personal hasta encontrarme en un serio problema.

Mi ingenua idea era que yo podría empujar lo suficiente con los brazos para crear espacio y respirar. Siempre he tenido fuerza en los brazos y nunca he tenido problema en echar uno que otro empujón ilegal para crearme un camino dentro de estas multitudes. Esta vez la fuerza no me alcanzó y cualquier cosa que intenté se devolvía hacía mi con aun más potencia.

Pensé que iba a morir asfixiado en una multitud.

Mucho menos dramático, pero con la misma impotencia, los Titans vieron como la fuerza no les alcanzó más ante Patrick Mahomes. Nada de lo que planearon les funcionó.

Mahomes los arrolló con una fuerza descomunal en cada tercera oportunidad y en cada pase completo o carrera, acabó con las esperanzas de Tennessee.

El desarrollo del juego era inevitable. Patrick Mahomes ha estado intratable durante estos dos partidos postemporada, siendo responsable de 721 yardas en dos partidos y nueve touchdowns.

Su promedio de yardas por pase es de 8.8. Básicamente completa un primero y diez cada dos pases intentados. Esto arrebata el alma de las defensas y destruye cualquier plan de juego, que fue lo que acabó ocurriendo con Tennessee.

Tiramos el término “este QB es especial” más a menudo de lo normal en la NFL.

En los últimos 20 años han existido dos especiales en la liga, a mi gusto, y son Tom Brady y Peyton Manning. El resto viene en una categoría ligeramente inferior.

Patrick Mahomes tiene todos los ingredientes y toda una carrera por delante para entrar en ese grupo de los especiales. En dos años como titular ya tiene una temporada con 50 TDs, un premio a Jugador Más Valioso y un boleto al Super Bowl. Y solo tiene 24 años.

Ese pánico que genera verlo tomar el campo cuando apoyas al equipo rival, es la definición de especial.

2. Por cierto, como pueden notar no morí en Brasil -duh-.

¿Han visto los postes de las tarimas?

Bueno, el instinto de sobrevivencia me hizo subirme a uno de ellos y ahí aguardé por lo menos 15 minutos, mientras veía al resto matarse entre empujones, falta de aire y pánico. Cuando se abrió finalmente espacio, bajé y me fui.

Muchas veces no hay que trabajar con fuerza, sino con ingenio. http://bit.ly/30BtWHP

3. Los Titans tuvieron el plan de juego perfecto en ofensiva, pero se olvidaron de ello un segundo, y cuando trataron de reaccionar el partido se les había ido de las manos.

La mayoría de las crónicas dirán que Tennessee no pudo correr el balón ante Kansas City y ahí se definió el partido. Eso es falso. El equipo se alejó del juego por tierra al entrar en pánico por no poder detener a Mahomes.

En las primeras tres series ofensivas los Titans generaron 17 puntos, 180 yardas y no había como detenerlos. El juego por tierra vio a Derrick Henry correr 61 yardas en esas tres series. Estaba en camino a tener otras 180 yardas terrestres, lo que hubiese sido la cuarta vez en los últimos cuatro juegos.

Sin embargo, todo cambió en el penúltimo drive de la primera mitad. Por alguna razón, Arthur Smith, coordinador ofensivo de los Titans, se volvió conservador en el momento más importante del juego.

Tennessee necesitaba puntos en esa serie, y especial que Mahomes no tuviera más el balón para cerrar la mitad. Al contrario, corrieron dos veces el balón por el centro, y luego hicieron una jugada de pantalla en tercera y 9 que no llegó a ningún lado.

La serie ofensiva duró 2 minutos 12 segundos, fue de tres jugadas para siete yardas. Lo peor es que le dejaron a Pat Mahomes dos minutos antes de la primera mitad y los Chiefs recibirían el balón en la segunda.

El acarreo de Mahomes de 27 yardas llegó porque la defensiva de Tennessee tacleó muy mal y mucho tuvo que ver porque la unidad estaba agotada con el ritmo de los Chiefs.

Esa secuencia acabó con un plan de juego que se veía perfecto para los Titans. El equipo entró en pánico, se olvidó de Derrick Henry y por ende el play-action no funcionaría más.

Lo peor es que aun quedaba mucho juego, pero en estos partidos la falta de calma te pesa mucho y eso acabó con la historia de cenicienta de los Titans.

4. Cuando los Chiefs ganaron el Super Bowl en 1969 eran uno de los equipos más poderosos de la NFL.

Imaginen que a partir de este momento New England no vuelva a un Super Bowl por los siguientes 51 años.

Así de lejano ha sido el margen que tuvo que esperar Kansas City. Bajo ese contexto, es una locura que haya pasado tanto tiempo.

5. Cita de la semana: “Debo empezar mi dieta para entrar en mi ropa de Miami”

Andy is going on a diet. 🌴pic.twitter.com/v15SZdTlbs

— Safest Betting Sites (@SBS_Authority) January 20, 2020

6. Un poco de contexto con la victoria del último drive de Ryan Fitzpatrick en New England en semana 17 que cambió todo el escenario de playoffs en la AFC.

Si los Patriots no pierden ese partido estamos en presencia de un Titans vs Chiefs en la semana de comodín. Tal vez esta gran aventura de Tennessee ni siquiera hubiese empezado.

Kansas City hubiese tenido que ir a Gillette Stadium a ganar en la ronda divisional y seguramente luego a Baltimore para llegar al Super Bowl. Es un panorama muy distinto que recibir a Houston y a Tennessee en casa para alcanzar el destino Miami.

Ese partido de semana 17 lo cambió todo.

Que nadie se olvide del verdadero héroe. pic.twitter.com/Ox6eo92jrZ

— Alonzo Solano (@DondeAlonzo) January 19, 2020

7. Vamos a escuchar mucho sobre Joe Montana en las siguientes 2 semanas.

8. Muy correcto el análisis del panorama de la final de la NFC

A pesar los insultos.

9. El camino de San Francisco al Super Bowl LIV ha tenido como gran virtud la paciencia.

Tres años es el mínimo que los entrenadores en jefe piden para mostrar frutos. Por ejemplo, los Lions van a cumplir con la demanda de Matt Patricia, y gordito del inservible lápiz en la oreja tendrá su tercer año en el 2020.

Lo que pasa es que Patricia y sus Lions parece que van para atrás, en comparación por ejemplo de estos Niners.

En el primer año de Kyle Shanahan al mando, su equipo acabó 6-10. Ese año se dejaron a Jimmy Garoppolo en el cambio con New England, seleccionaron al DE Solomon Thomas, al LB Reuben Foster y al TE George Kittle en el draft. Dos jugadores, el FB Kyle Juszczyk y el OT Joe Staley irían al Pro Bowl.

La siguiente temporada ganarían dos juegos menos, atados de manos por la prematura lesión de Jimmy G. Sin embargo, la gerencia nunca dejó de moverse, Richard Sherman y una serie de linieros ofensivo llegarían en agencia libre.

Para el 2019 todo floreció con el cambió de Dee Ford y las selecciones de Nick Bosa y Deebo Samuel.

El equipo estaba listo para competir.

Esa misma paciencia que ha mostrado San Francisco para formar su plantilla, la tuvo en el juego final de la Conferencia Nacional. Cualquier franquicia pone a su mariscal de campo a pasar el balón en un partido de tal magnitud, después de todo, para eso le pagan gran billete.

Al contrario, Kyle Shanahan, quien es un absoluto maestro del playcalling, diseñó jugadas para que Raheem Mostert, un completo desconocido antes del 2019, registrara 220 yardas y 4 anotaciones.

Mostert promedió 7.6 yardas por acarreo, y en la primera mitad ese promedio era de 12.0. El mar que abrió Moisés tenía menos espacio para correr que los huecos que la línea ofensiva de los Niners obtuvo ante Green Bay.

Desde el 2015 Raheem Mostert fue cortado por 6 equipos: Philadelphia, Miami, Baltimore, Cleveland, New York Jets y Chicago. En ninguno de ellos tuvo oportunidad de acarrear el balón siquiera una vez.

Shanahan dijo que lo mantuvo en el equipo porque su aceleración una vez encuentra el hueco es única. Vaya, si tenía razón.

10. Uno de los mejores momentos de esta temporada fue ver a Mike Shanahan entregarle el trofeo de campeón de la NFC a su hijo Kyle.

Mike, campeón dos veces del Super Bowl con los Denver Broncos, fue uno de los mejores entrenadores en jefe llamando jugadas por tierra. Kyle aprendió a la perfección.

11. Es algo extraño que un jugador de la categoría de Aaron Rodgers nunca haya disputado una final de la NFC en casa.

12. Así como les acabo de explicar la paciencia de los Niners en la construcción de este camino al Super Bowl, esa misma paciencia deber ser el aliado número uno de Green Bay en los siguientes dos años.

Los Packers no estaba para competir con los Niners este año. No estaban en la misma clase, y eso está bien.

Lo que hizo Green Bay en el 2019 fue abrir una ventana de oportunidades que estaba completamente cerrada. El equipo había fallado en llegar a postemporada dos años seguidos, y ahora, se quedó una victoria del Super Bowl.

Con Matt LaFleur al mando, la ofensiva encontró al menos un poco más de ritmo. Nada espectacular pero mucho donde se puede construir. Aaron Jones y Davante Adams dieron un paso adelante para convertirse en piezas fundamentales en el presente y futuro. Se puede confiar en ambos.

La gerencia general acertó con la llegada de Za’Darius y Preston Smith en la línea defensiva. Ahora se necesitan algunos otros agentes libres para dar un salto de calidad.

Un par de ajustes en la línea ofensiva son necesarios. Un running back que acompañe a Jones y distribuya la carga. También una segunda ala abierta que haga pareja con Adams y Green Bay se va a encontrar en una situación muy favorable en los siguientes años.

La temporada baja puede marcar si este equipo toma el siguiente paso o se estanca, pero lo cierto es que el 2019 fue mejor de lo que esperaban.

13. Underrated Tweet de la Semana:

No one ever told me Allen Lazard was Bizarro Danny Green. pic.twitter.com/irOIfYTULb

— Tim Ryan (@TheSportsHernia) January 20, 2020

14. Este será uno Super Bowls más interesantes de los últimos años.

El mejor mariscal de campo de la NFL, con un arsenal de armas ofensivas, contra el mejor equipo de la liga en todas sus facetas.

Dos entrenadores en jefe que son de los mejores llamando jugadas ofensivas.

Los dos mejores tight ends en la actualidad.

Dee Ford contra su antiguo equipo.

Robbie Gould vuelve a un Super Bowl desde 2006. Y otra vez disputándolo en Miami.

Lamar Hunt, el dueño original de los Chiefs, fue quien tuvo la idea de llamar al juego final “Super Bowl”.

50 años sin ganar el Super Bowl.

25 años sin ganar el Super Bowl.

Agárrense.

15. Pensamiento Without Context http://bit.ly/2THrvlA