1. No sé si nosotros los mortales entendemos lo difícil que es cerrar un partido cuando se tiene una gran ventaja. Y no hablo solamente del football americano, que de por sí ya es complejo, sino de todos los deportes.
Tan solo por la mañana de las Finales de Conferencia amanecíamos con la noticia de que Rafael Nadal levantó dos sets en contra para dejarse la final del Abierto de Tenis de Australia. El ruso Daniil Medvedev no supo/pudo cerrar el juego.
Los colapsos tras tener el marcador enfrente tienen dos capítulos innegociables. El equipo que está abajo debe tener la capacidad de no rendirse y luchar hasta el final pese que al escenario de frente luce poco o nada alentador en el presente.
Al mismo tiempo el equipo con el marcador a su favor debe abrir la puerta. Este segundo capítulo puede llegar de diferentes formas, y así quedó demostrado en los colapsos de Kansas City y San Francisco.
Para los Kansas City Chiefs la derrota en la final de la AFC llega de la mano de la arrogancia y la apatía. El sentimiento viendo partido es que eran superiores a su rival sin apretar de lleno el acelerador, y en que en cualquier momento podían recorrer el campo para para anotar de 7.
La fanaticada de los Chiefs sabía que nunca habían tenido una final de la AFC más sencilla. Y no es buen momento para sacar falsa humildad, todos los que fueron a Arrowhead tenían completa seguridad de que lo que seguía era un pase al Super Bowl tras sobrevivir de manera milagrosa el juego contra los Buffalo Bills la semana anterior.
De los cuatro mariscales restantes Patrick Mahomes era el único que había ganado el Super Bowl. También estaba en su cuarta final de la AFC, etapa en la que nunca había sido interceptado y no estaba enfrente, ni en el futuro inmediato, Tom Brady, lo que liberaba de cualquier fantasma del pasado.
Para Kansas City la final de la AFC se sentía como un trámite. “Estoy aquí porque tengo, pero desde ya estoy pensando en el 13 de febrero”.
Y debo ser honesto, ni siquiera los culpo. Las primeras cuatro series ofensivas dictaron la superioridad de Kansas City. La indiferencia, sin embargo, los detuvo a no poder terminar un partido que parecía imposible de perder y se les vino la noche de manera histórica.
Del lado de San Francisco su fallo es distinto. Es hasta poético que sea completamente lo contrario a Kansas City. A los Niners no los detuvo el exceso de ego, sino por el contrario la falta de confianza.
En las últimas tres postemporadas los equipos que entran al último cuarto con ventaja de 10 puntos están 19-2. Esas dos derrotas le pertenecen a los 49ers de Kyle Shanahan y Jimmy Garoppolo.
Kyle tiene, como todos sabemos, un síndrome post traumático luego de las derrotas en los Super Bowl 51 y 54. Y ha hecho de su hoja de vida ser un HC fantástico en el playcalling hasta que entra al último cuarto, en donde se congela.
Tampoco ayuda que no tengas confianza en tu QB. San Francisco llegó hasta la final de la NFC a punta de una gran defensiva y cargados por Deebo Samuel en ofensiva. Su principal obstáculo al éxito es precisamente Jimmy G, quién intercambia pinceladas de buenos pases por absurdas intercepciones en juegos importantes.
La ofensiva de los Niners promedió 17.3 puntos por encuentro en sus tres presentaciones de playoffs. Eso es un número muy pobre para una época tan ofensiva como la NFL en el 2021.
Y es que no tengan dudas de que Kyle escondió a Jimmy durante todos los juegos de postemporada. Falta nada más notar lo precavido de su plan ofensivo en momentos claves. Jimmy acabó los playoffs con 2 TDs y 3 INTs, y si sumamos sus dos partidos de temporada regular, los registros son de 4 TDs y 7 INTs.
Shanahan sabía que Jimmy estaba destinado a regalar el balón al menos una vez por juego, y a falta de 10 minutos y con la ventaja ante los Rams, estaba casi que obligado a evitar que eso sucediera. De ahí tal juego tan conservador en el momento más apremiante.
Sí, Kyle tiene mucha de la culpa de la derrota de los 49ers, pero intenta barajar un equipo sin QB en la etapa más competitiva de la mejor liga del mundo. Buena suerte con eso.
Hasta ayer habían ganado a pesar de Jimmy y no por él. Pero en los playoffs urges de un QB que haga jugadas y se eche el equipo al hombro, por más cliché que suene. No tiene que ser en todos los partidos o en todos los momentos, pero al menos uno va a existir en el que volteas a ver a tu QB y le dices “te toca”.
De los 3 equipos restantes San Francisco era el único que no tenía tal calidad de QB.
El miedo a perder y le jugó una mala pasada a los Niners. El exceso de confianza/arrogancia/indiferencia acabó con una de las peores derrotas en la historia de los Chiefs.
Bien decía Bill Belichick es sus momentos más gloriosos: “antes de ganar partidos importantes, debes aprender a no perderlos”.
2. Hablemos de la jugada más importante del partido en la AFC.
Los Chiefs anotaron touchdowns en las primera tres series ofensivas de manera consecutiva, y no anotaron en una cuarta ocasión por su propio ego que los acusaba de indetenibles.
Kansas City recorrió 80 yardas, en 7 jugadas y tardó 1:05 minutos en el último drive de la primera mitad.
Faltando 9 segundos en la yarda 1, Andy Reid conoce el escenario de su equipo. Tiene exactamente tiempo para 3 jugadas en esos nueve segundos, en esas 3 jugadas están contempladas dos pases a la zona de anotación y un posible gol de campo de fallar los dos primeros intentos. Sin embargo, no sobraría nada.
La crítica más grande de Reid es ¿por qué no tomó los puntos? Y es una crítica válida, pero creo que en el escenario estaba contemplado el FG sí o sí. El problema de la serie fue el TIPO de jugadas que envió Eric Bieniemy, coordinador ofensivo de los Chiefs.
No sé si recuerdan el Super Bowl 49 entre Patriots y Seahawks, cuando Russell Wilson tiene 6 segundos desde la yarda 11 al final de la primera mitad. Pete Carroll le dice a Wilson, no fuerces el balón si el pase no está ahí. Suéltala rápido porque estamos en zona de puntos (es decir FG).
El peor enemigo de estos escenarios es el tiempo, por lo que se pide lanzar a zona de TD y vivir por el FG si no se completa. Los Chiefs, al contrario, hacen una jugada con Mahomes en movimiento a la izquierda en la que el QB pierde 4 segundos en la ejecución que terminó en pase incompleto.
Segunda y goal. Cinco segundos por jugar. Bieniemy una vez más intenta jugar de ser el más listo de la clase, y coloca Tyreek Hill en movimiento mientras Mahomes completa el pase fuera de la zona de anotación. Eli Apple consigue la tacleada y se acaba el tiempo.
La idea de Reid era que Mahomes pusiera el balón en la zona de anotación y que con un segundo patearan el field goal. El diseño de Bieniemy y el football de situación de Mahomes tenían en mente otra cosa.
El error es de los tres. Se nota a Patrick tratando de pedir tiempo, por lo que me atrevo a decir que ni Reid ni Bieniemy le alertaron que no tenía más timeouts.
El trabajo del coordinador es llamar la jugada con el mayor porcentaje de éxito de acuerdo con la situación de enfrente. El trabajo del HC es precisamente velar por estos pequeños detalles de situación y, por último, el QB ejecuta. Todos fallaron, dejando a los Chiefs sin 3 puntos claves.
Habrá quién diga que los 3 puntos Kansas City hubiese matado el partido, y tal vez exista algo de razón. La matemática dictaba que Cincinnati aún hubiese podido regresar con un juego de 24-10 al medio tiempo. Si notan al partido le sobraron muchas posesiones una vez se empató a 21 puntos.
Pero el gran pecado de la arrogancia de los Chiefs en cuanto a las llamadas en esa serie ofensiva no está atado a la cantidad de puntos, sino a la chispa emocional que lograron encender de parte de los Bengals.
Tras la tacleada clave de Eli Apple, Cincinnati se dio cuenta de que podía detener a Mahomes y compañía. Se dieron cuenta que había vida en el partido y que los Chiefs no eran invencibles.
Fue un momento similar a cuanto Rocky logra herir a Ivan Drago en la instalación 4 de la saga. Es ahí cuando los Bengals se dan cuenta que Mahomes es humano y también sangra. Es en ese preciso instante donde el cambia todo el momentum del partido.
También es bueno recordar que Cincinnati ya había estado en una situación similar, y no fue exclusivamente en el partido de Semana 17 ante Kansas City.
En un duelo de jueves por la noche de la semana 4, los Jaguars habían anotado 14 puntos sin respuesta en la jungla. En 4ta y goal en la yarda 1, Urban Meyer y los Jags deciden jugarse esa yarda en lugar de patear el FG para ponerse arriba 17-0.
Cincinnati logró detener, mantuvo vivo el juego y ganarían dándole vuelta por completo al partido.
Zac Taylor, entrenador de los Bengals, dijo en conferencia de prensa que la situación en el camerino fue exactamente la misma que contra Jacksonville. El detener en downs les dio vida en los dos encuentros, que hasta ese momento no tenían.
3. No quiero enfocarme solo en lo que dejó de hacer Kansas City, porque Cincinnati tiene su grado de merecimiento al regresar de 18 puntos abajo en una final de la AFC. Y lo más impresionante, en calidad de visitante.
Sin embargo, inicio con los problemas de los Chiefs, porque sí siento que el grado de responsabilidad es mucho más grande para ellos.
Ahora, ¿recuerdan cuando los Tampa Bay Buccaneers sellaron las puntas de la línea defensiva contra Mahomes en el Super Bowl 55? Esto obligó al 15 a bailar dentro de la bolsa de protección, corriendo por salvar su vida tratando de completar pases.
Ese día Mahomes recorrió más de 500 yardas entre scrambles, sin anotar un solo TD en toda la noche.
Lo que la defensa de Cincy aplicó en la segunda mitad fue exactamente la misma receta. No dejar que Mahomes hiciera sus salidas fuera de la bolsa y no dejar que corriera con ese pasito que adormece a las defensivas. Siempre se trató de mantenerlo detrás de la línea de golpeo y corriendo para atrás.
De ahí se originaron varias capturas, y eventualmente el perder yardas a pesar de llegar dentro de la yarda 10 en el último drive del tiempo regular.
Crédito a Lou Anarumo, coordinador defensivo de los Bengals y un héroe en silencio de esta batalla.
Anarumo envió a su unidad a presionar a Mahomes con tres linieros todo el partido, inclusive en la primera mitad cuando no podían detener a Kansas City. A pesar de estar abajo, no cambió la esencia de su plan de juego.
Lo que cambió la tacleada de Eli Apple no solo fue el momentum del partido, sino la posibilidad de ajustar al medio tiempo. Mahomes se había salido de la bolsa de protección en el TD de Travis Kelce; Anarumo se mantuvo precisamente con la presión de tres, pero obligando al QB a correr para atrás. Ese pequeño ajuste de tal solo una tuerca en el engranaje defensivo cambió todo.
En la segunda mitad estos fueron los números de Patrick Mahomes después del ajuste cuando fue presionado solo por tres:
- 12 jugadas de intento de pase
- 29.1 de rating
- 3-8, 15 yardas
- 1 INT
- 4 capturas
La esencia de la formación defensiva es doble marca a jugadores como Tyreek Hill, que no es nuevo. Esto viene desde la época de Belichick. Un uno a uno con Travis Kelce sin dejarlo completar pases sencillos, y la salsa de los Buccaneers que fue no dejarlo salir de la bolsa de protección hacia los lados.
Se dice fácil, pero no lo es.
El hecho de que los Bengals no entraran en pánico y se mantuvieran con el mismo sistema todo el juego, a pesar de que no habían tenido éxito en la primera mitad, merece mucho respeto y admiración.
4. Uno de los problemas de Patrick Mahomes al inicio de la temporada es que no tenía paciencia para tomar lo que la defensa le daba, de ahí salieron muchas de las intercepciones que ponían en duda si Kansas City repetiría como campeón de la AFC.
En la segunda mitad de la temporada Mahomes limpió esto tomando los pases a sus RBs y a sus opciones 3 y 4 en la posición de receptor. Patrick parecía estar mucho más maduro y seguro en los últimos dos meses.
El problema de ello fue que en la hora más apremiante del partido y durante el tiempo extra, Mahomes cometió los mismos pecados de inicio de año, forzando balones donde no había espacio.
En la intercepción de Vonn Bell (24), Mahomes intenta buscar a Tyreek Hill a pesar de que está en medio de Bell y del safety Jessie Bates (30). La jugada es una tercera y 10 que muestra la desesperación de la ofensiva de Kansas City en tal momento del partido, pero sigue siendo un error grosero para un tipo que ha estado en estas instancias anteriormente.
Mahomes nos ha acostumbrado a ser un QB adelantado a su edad, precoz en sus acciones en el campo, sin embargo, no podemos olvidar que, a pesar de su éxito, aún tiene mucho que aprender.
El efecto de esta derrota tiene dos posibles vías. El aprendizaje completo y la madurez para el futuro, o las heridas de guerra que tiene todos los mariscales de campo tras doloras caídas en playoffs.
La versión del 2018 y 2019 de Patrick Mahomes se sentía invencible y casi que lo era. La versión 2020 y 2021 se sigue sintiendo invencible pero ya los equipos entienden que sangra, y mucho.
5. No puedo irme sin dedicarle unas palabras al QB modelo. Joe Burrow se ha convertido en un par de años en el favorito de muchos y para quienes lo vimos en su espectacular temporada con LSU, ya son 3 años de exquisitez absoluta.
Pero Burrow, más allá de su talento natural y su liderazgo, tiene como factor más impresionante lo que en inglés se conoce como el “it factor”, ese intangible que no se puede cuantificar pero que se ve en su semblante. Ningún momento es demasiado grande para Burrow y eso lo hace -casi que- único en su especie.
¿Cómo hacen los Bengals para regresar? Puedes necesitan que su defensa detenga a Kansas City. ¿Cómo hace su defensa para pensar que tiene una oportunidad 18 puntos abajo? Porque volteas a ver a la banca y ves al número 9 esperando su turno. Lo ves y crees. Son muy pocos los que te dan eso.
Parte de ganar los juegos de postemporada es hacer lo que sea necesario para lograrlo. No tiene que verse bonito ni perfecto, solo deber ejecutar.
Ayer Burrow no solo ganó el partido tomando decisiones correctas con su brazo, sino que lo hizo también con los pies. Con LSU también lo lograba, pero nadie estaba esperando que un QB lo haga de tal manera luego de venir de una lesión tan grave como la del año pasado.
Será muy sencillo apoyar a Joe Burrow el resto de su carrera.
6. Hablemos de la jugada más importante del partido en la NFC.
Faltan 10 minutos por jugar en la final de la Conferencia Nacional y San Francisco está en la yarda 45 de los Rams. Es 4ta y 2 por avanzar y los 49ers tienen ventaja de 3 puntos.
Los Niners habían avanzado nueve yardas en el primer down, perdieron una yarda en 2do down y se quedaron sin nada en tercera.
Sean McVay había desperdiciado en ese preciso momento su tercer tiempo fuera y estaba sin posibilidad de detener el reloj.
Kyle Shanahan tiene en sus manos el poder acabar con la temporada de los Rams si consigue un primer down más. Tiene dos yardas por avanzar.
Pero justamente es aquí en donde entra la desconfianza sobre la ofensiva y quien la dirige. San Francisco había corrido para 50 yardas en todo el juego y no tenían espacio para intentar la jugada del partido por tierra.
George Kittle explicó en la conferencia de prensa que cuando los 49ers hacían el motion o el movimiento previo a sacar la jugada para mover a la defensa, los Rams enviaban más jugadores por los posibles huecos, haciendo un pareo de nueve defensivos en la línea. Algo similar al plan de los Patriots contra los Rams en el Super Bowl 53.
Cuando esto sucede, la contraparte es que tu QB gane el juego. McVay retó a Shanahan a que le pusiera el balón a Jimmy G cuando más lo necesita, simplemente porque sabía que Garoppolo no es de esos QBs con el pedigrí para hacerlo.
Las 232 yardas de Jimmy en el partido son por diseño de parte de los Rams. Para ganarme vas a tener que probar que el guapo puede completar los pases difíciles. Por tierra no tendrás espacio.
Shanahan usualmente tiene recursos alternativos para lo que le presentan los Rams. Seis victorias al hilo dejaban muy claro esto, pero la ausencia de fe sobre su QB le jugó una mala pasada.
No es nuevo esto sobre Jimmy. La historia de como Kyle Shanahan no quiso a Tom Brady y se decidió por Jimmy G, solo para desesperarse un año después en el draft tiene mucha más relevancia hoy.
Shanahan decide despejar y jugar defensa. Lo que sigue a continuación pudo cambiar la narrativa.
El safety Jaquiski Tartt tuvo en sus manos el cambio de posesión y otra oportunidad para poner el partido en el congelador. Era la intercepción más sencilla de su carrera y por alguna razón no la pudo completar. Es una jugada que va a quedar en la retina de todos los aficionados de San Francisco porque cambia, sin lugar a dudas, el destino del juego.
Lo más doloroso de tal jugada es que Jaquiski Tartt es capaza de hacer intercepciones como la que ven abajo.
Esto hace más increíble su fallo ante los Rams.
7. Este camino rumbo al Super Bowl no pasa sin Odell Beckham Jr. quién se convirtió en una absoluta arma para los Rams en postemporada.
Para los que quieran criticar como Los Angeles manejan sus picks de draft y su tope salarial, OBJ vino a darle otra dimensión y una ayuda necesaria a Matthew Stafford.
Los Rams fueron All-In y están a un solo partido de lograrlo.
8. Cooper Kupp es el receptor perfecto. Es callado, trabajador y es una absoluta bestia en su posición. Es a todas luces el jugador más valioso de esta temporada, con un valor tan o más importante que cualquier QB en esta liga.
Si alguna vez quieren tomar un tipo de ejemplo, Kupp es la persona ideal. Sin ser el más grande instaló en su juego la disciplina y el trabajo y se convirtió en un completo cirujano en sus rutas.
No me malentiendan. Cooper Kupp es un muy talentoso, pero lo que lo separa de sus contemporáneos es que se volvió en un maestro en su posición a punta de práctica y disciplina. Aquí no hubo suerte de nada, sino mucha dedicación para convertirse en el mejor.
Es un placer verlo jugar.
9. Anoche en el Podcast de las Reacciones Rápidas de NFL Latino critiqué mucho como los Bengals corrían el balón en todos primeros downs.
Kansas City tuvo 7 posesiones consecutivas con jugadas a los RBs en primer down, que acabaron sin puntos, con seis patadas de despeje y una intercepción.
Eso de forzar la carrera en el primer down es muy de los años 90s o de Byron Leftwich.
10. El dato random:
– Diez veces un mariscal de campo llamado Joe llegó al Super Bowl. (Namath, Kapp, Montana Theismann, Flacco y ahora Burrow).
– Empató las diez que veces que llegó un QB con el nombre Tom (Brady).
11. Los 20 TDs de Matthew Stafford y Cooper Kupp entre temporada regular y playoffs son la 2da mayor cantidad en la historia de la NFL para un dúo en el mismo año.
El récord es de Tom Brady con Randy Moss (24) en el 2007.
12. Joe Burrow es el 3er QB en la historia de la NFL en tener múltiples drives ganadores en una misma temporada en uno de sus 2 primeros años de carrera.
Los otros 2 son Kurt Warner (1999) y Tom Brady (2001). Ambos ganaron el Super Bowl.
13. Esta será la segunda vez en la historia que el Super Bowl tengan a 2 QBs elegidos con la primera selección enfrentándose por el Trofeo Lombardi.
El otro duelo fue Peyton Manning vs Cam Newton en el Super Bowl 50.
14. Patrick Mahomes se convirtió en el 4to jugador en la historia de la NFL en lanzar 3 TDs en 3 partidos en una misma postemporada.
Los otros fueron: Aaron Rodgers (2010) Joe Flacco (2012) y Tom Brady (2014). Todos menos Mahomes ganaron el Super Bowl.
15.
José Pedro
enero 31, 2022 at 5:03 pm
Muy de acuerdo o parecido a lo que yo percibí, lo único que no me queda claro es quién manda la jugada al final del segundo cuarto. Reid dice que fue él pero no lo creo pues siempre tiene declaraciones muy paternales para quitar presión a sus pupilos,tú dices que fue Bienemy y podría ser pero EB no tiene tanta jerarquía/poder en ese vestuario, por descarte pienso que es el propio Mahomes ante una sugerencia mal entendida de cualquiera de los dos coaches y peor ejecutada, creo que nunca lo sabremos a ciencia cierta lo que es seguro es el la culpabilidad es para los tres.
Esto me lleva a pensar que Chiefs tiene una situación que va a tener que ajustar más temprano que tarde y que es el tema del staff técnico; Desafortunadamente EB no ha demostrado entidad para tomar siquiera los controles del ataque y un pista nos la da las numerosas entrevistas para hc que no han llegado a nada (algo habrán visto los equipos entrevistadores), Spaggs tiene categoría y experiencia en el lado defensivo, sin embargo simplemente no ha funcionado del todo por diseño, jugadores, ritmo frenético del ataque propio que no deja descansar la defensa o vaya usted a saber pero esa unidad es de las top-5 en costo y no se acerca a ese nivel en su rendimiento.
Por último, creo ningún cambio de coaches va a suceder por la naturaleza de Reid y la lealtad a los suyos por lo que Veach es el que debe tomar la decisión y hacer una autocrítica sincera y no caer en la autocomplacencia o en “aprenderemos de est derrota y volveremos más fuertes” que se lo llevo oyendo cuatro a Mahomes y no cambia mucho. Por eso creo que Reid no le quedan más de 2-3 años si no pega un volantazo.
Pd Conste que Reid acaba de anunciar que sigue y también que con su edad no le queda tanto