Connect with us

NFL en Español

Tiempo De Pedir Disculpas a Colin Kaepernick

Siempre he considerado a la NFL la mejor liga del mundo. De hecho, en NFL Latino TV así nos referimos a ella continuamente. Sin embargo, es buen momento para bajarla del pedestal.

Tras el asesinato en cámara de George Floyd de manera brutal a manos del ex oficial Derek Chauvin en Minnesota, la NFL sacó el siguiente comunicado:

Los comentarios en el Tweet le hacen justicia.

El comunicado es una “obligación moral” de una las empresas más grandes a nivel mundial, que “ataca”, “denuncia” y en el papel “simpatiza” con los hechos ocurridos durante la muerte de George. El problema es que de todas las ligas la NFL es la única que no tiene derecho a esto.

Ese derecho lo perdió hace tres años atrás cuando tachó a Colin Kaepernick y lo sacó de su liga sin argumentos reales. Y cuando digo que lo perdió, le estoy dando un beneficio que probablemente la NFL ni merece, porque en realidad no lo perdieron, sino que lo tiraron al basurero y se hicieron de la vista gorda.

Cuando Kaepernick empezó hincarse regularmente llamó la atención y de eso se trataba. De traer una conversación a la mesa sobre algo que los afroamericanos y las minorías en general han vivido por años. Se trataba de alzar la voz sin gritar, sin ser violento, sin golpear, sin combatir la fuerza con la fuerza, la brutalidad con la brutalidad. Se trataba de hacer despertar a quienes dormían en los laureles de un país perfecto que nunca ha existido.

Su acto fue sencillo y poderoso: Arrodillarse durante el himno nacional de los Estados Unidos en cada partido. El momento es perfecto, porque se trata de una protesta, y una protesta por naturaleza debe ser incómoda para quienes están en el poder o para quienes deben cambiar. Nadie cambia en la zona de confort, debe existir un colapso inevitable para lograr una reacción y Kaepernick eligió el instante adecuado.

Arrodillarse no funciona igual en el primer cuarto, en el medio tiempo o al final del partido. Era exactamente ahí, cuando las cámaras están sobre la bandera y los norteamericanos entonan su preciado himno. Solo así podía ser escuchado sin violentar a nadie físicamente.

Su movimiento, por supuesto, funcionó porque llamó la atención o debería decir incomodó a muchos. Desde el fanático que siente que tiene el derecho de pedir que no mezclen la política con los deportes, hasta los dueños de los equipos; 32 de los hombres más poderos dentro del mundo deportivo.

La temporada 2016 estuvo llena de Kaepernick y sus movimientos sociales, y sí, mucha gente se hartó de la conversación, pero hemos llegado a un 2020 donde está más que claro que era una conversación que debíamos tener. Ahí mismo. No cuatro años después, no una década después. Era ahí, cuando Kaep nos gritó en la cara pidiendo ayuda en contra de la brutalidad policial contra los afroamericanos.

Con Kaepernick perdimos completamente la perspectiva. Nos enfocamos en el mensajero, en los símbolos, y desprestigiamos su carrera solo para evitar hablar de algo que es incómodo pero que merece ser el tópico número uno en la mesa.

Nos enfocamos en hacer a Kaep el villano y nos olvidamos del mensaje. El contenido era lo más importante y estuvo siempre en nuestra cara y volteamos la mirada. Parecía un tema para otros. Nos enfocamos en los simbolismos, que, si bien importan, en la balanza entre el irrespeto a la bandera y la vida humana, los símbolos deben perder la batalla siempre y por goleada.

El aficionado que solo quiere ver deportes sintió la urgencia de desprestigiarlo, y aún muchos lo hacen. ¿De qué carajos creen que se trata de esto? Antes de jugador de la NFL, el tipo es humano y afroamericano y busca uno de los derechos más básicos en la vida: el respeto. No hay jugador de football sin el ser humano. ¿Cómo pudimos evadir algo tan obvio?

Basta con ver el video de Champ Bailey en el día que entró al Salón de la Fama para darse cuenta de que nos vienen pidiendo por justicia social desde hace tiempo, dentro de la misma NFL y no podemos seguir volteando la cara para otro lado. Mucho menos nosotros, la prensa, quienes debemos expandir el mensaje y principalmente darle la perspectiva correcta.

Tengo un problema serio con la NFL y su mensaje, porque fue la liga que tuvo el problema en su propio patio. Nadie más. Ellos.

La liga prefirió el negocio. Prefirieron evitar a un jugador que iba inevitablemente a llamar la atención, tener todas las cámaras encima y enviar un poderoso mensaje -pacífico debo añadir- a todos los Estados Unidos.

Los dueños protegen su accionar bajo el hecho de que se trata de una decisión de negocios. No la comparto, pero si se trata de esto, no podés enviar un mensaje en Twitter jugando de justiciero social. No podés jugar los dos bandos, Roger. No podés ser cobarde en liderazgo en el primero tiempo e hipócrita en el segundo. No funciona así.

Es tiempo para la NFL de reconocer que actuó mal y hubo confabulación para que Colin Kaepernick perdiera su carrera en la liga. Es exactamente el instante adecuado para la honestidad y ese es el primer paso para arreglar una liga (y una sociedad) que está jodida.

Tal vez soy ingenuo, pero ese es el camino.

Para aquellos que aún piensan que esto se trataba de algo meramente deportivo es hora de despertar. Nathan Peterman ha jugado 4 partidos en su carrera, tiene 12 intercepciones y todavía en el 2018 estaba dentro de la liga. Colin Kaepernick merecía, como mínimo, estar en un roster de la NFL.

Por ahora, lo único que pienso es que invalidar la enorme causa por la que luchaba ha sido uno de los peores atrevimientos de una sociedad que se acostumbró a gritar y se le olvidó escuchar.

Written By

Enero del 2014, Denver, estadio Mile High. Recién corrieron unos minutos tras la clasificación los Broncos al Super Bowl 48, perdido en el estadio -algo que me pasa a menudo- me encontré en un pasillo aislado frente a frente con una leyenda viviente de la liga. 'Buen juego', le dije sin pensar mucho, 'Gracias' respondió el 18 mientras extendió su mano para saludarme. Una gran anécdota, pero de inmediato entendí que la suerte estaba echada para los Broncos. Acabé con la suerte del gran Peyton Manning.

Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más Leído

Facebook

Advertisement
Connect