Martellus Bennett Dice Que Jimmy Garoppolo Es Una “Perra”

Hasta el momento, de Jimmy Garoppolo se habían dicho muchas cosas: que si es bueno, que si es malo, que si está guapo, que si con él los 49ers no iban a ningún lugar.

Lo cierto es que nunca antes se había puesto tan en duda su peso dentro del vestidor como ahora, que Julian Edelman hizo eco de unas declaraciones de Martellus Bennett, ex ala cerrada de los Patriots, al podcast “Double Coverage”, de los hermanos McCourty, en las que asegura que un equipo “no puede ganar con una perra como mariscal de campo”. 

Sus palabras hacen referencia a la temporada de NFL 2016, cuando “Jimmy G” tuvo que comenzar la temporada debido a la suspensión de cuatro partidos de Tom Brady. A pesar de un inicio prometedor, con victorias ante Cardinals y Dolphins, Garoppolo no pudo jugar los próximos dos encuentros debido a molestias físicas, por lo que Jacoby Brisette salió al quite. 

La historia relata una serie de complicaciones en las que el entonces tercer mariscal de campo sufrió un desgarro en los ligamentos del pulgar durante la victoria sobre los Texans, en la semana 3, sin embargo, para la cuatro, cuando todo mundo pensaba que Garoppolo estaba para jugar, decidió no salir al campo al argumentar no estar del todo apto, dejando todo en un Brissett visiblemente mermado.

Aquella noche los Patriots fueron blanqueados 16-0 por los Bills en el mismísimo Gillette Stadium, para propinarle a New England una de las dos derrotas que sufriría esa campaña. 

Jimmy G Causó Molestia

La actitud de Jimmy Garoppolo causó molestia en sus compañeros. “Decidió no jugar justo antes del partido. Jacoby salió y jugó con un pulgar jodido y jugó con todo su corazón, pero Jimmy solo estaba siendo una perra”, dijo Bennett, con esa molestia que ni el tiempo cura.

Sus declaraciones, emitidas en octubre pasado, revivieron tras lo expresado por su compañero Julian Edelman en el podcast “I Am Athlete”. “Supongo que Jimmy estaba practicando y luego decidió no jugar. Jacoby jugó sin ligamentos en el pulgar, algo que no puedes hacer como mariscal de campo. No puedes agarrar el balón”, dijo. 

“Muchos muchachos se enojaron con eso. No voy a mentir, me enojé por eso. Sacrifiqué mi cuerpo todo el día. Estuve tomando inyecciones para esto, adormeciendo eso, costillas rotas, hombros, solo para jugar”, agregó el aguerrido ex receptor. 

Contraste de Opiniones en el Tema Jimmy G

Las palabras de sus ex compañeros contrastan con lo dicho por hombres como George Kittle y Fred Warner, quienes apenas hace unos meses declararon de manera pública los dotes de liderazgo del cuestionado quarterback con los 49ers.

Lejos de eso, una nube de polvo cubre todo lo relacionado a “Jimmy G”, quien vive sus últimas horas en San Francisco desde hace algún tiempo, sin embargo, aún no aparece alguien que lo quiera de verdad. 

La declaración de intenciones por parte de John Lynch y Kyle Shanahan quedó clara desde el mismo momento que apostaron por Trey Lance como una tercera selección del Draft del 2021.

 Aunque no de forma tan radical, tal vez el entrenador en jefe pensaba lo mismo de Bennett sobre lo complicado que resultaría dar el siguiente paso con Garoppolo en los controles, más después de lo sucedido en el Super Bowl LIV, con ese pase largo a Emmanuel Sanders cuando estaba abierto. 

Y es que, hay que reconocerlo, no es fácil. “Jimmy G” es como una novia bonita que cuando estás a punto de perder cualquier esperanza, dolido por sus actitudes, la ves y te vuelves a enamorar. No hablo de su físico, sino de su juego, con esas victorias inexplicables que resulta imposible imaginarlas gracias a él, pero también sin él.

Miles de veces, sin embargo, intenté explicar en dónde está su secreto, y apenas atiné a pensar que tiene un pase al centro indefendible, pero muchas carencias cuando tiene que ir a otras zonas del campo. Esa fórmula, con hombres como Aiyuk y Deebo es dinamita pura, pero también una bomba de tiempo. 

En cinco campañas con los 49ers sólo en dos pudo superar los 15 partidos disputados. Apenas jugó un total de 45 encuentros de los 73 posibles; es decir, un 61.6 por ciento. ¿Cuántos de esos duelos realmente pudo salir al emparrillado?