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1. Faltaban 7:13 por jugar en el último cuarto.
3era y 15.
Separemos a los niños de los hombres. A los campeones de los pretendientes. A los que están hechos de una madera diferente.
Mis menciones de Twitter inundaban el mismo coro. “Esto ya se acabó. Las defensas siempre ganan campeonatos. ¿Qué le pasó al tren?”
No entendí por qué estaban matando a los Chiefs sin pedir permiso. Que poco hemos aprendido de la historia de la liga. Que poco aprendimos del último mes.
Patrick Mahomes ya había lanzado dos intercepciones en la noche. Se veía mal, pero carajo. Mahomes nos ha demostrado más. Mucho más. Y en tan solo dos años.
Huddle.
Se alinean los Chiefs a sacar la jugada.
La jugada es rota. Dos linieros defensivos de la insaciable defensiva de San Francisco está en la cara de Pat. Mahomes tiene menos de medio segundo para reaccionar. Para tomar una decisión. Para completar un pase que al menos alimente la esperanza de un equipo que está en las cuerdas.
Dos aficionados de los Niners llevan 2 minutos consecutivos gritando “Go Niners” “you gotta take it Chiefs fans” en medio de un mar de aficionados de Kansas City. La pelea era inminente.
Con un golpe al cuerpo, Pat tiene suficiente brazo por su juventud y sus épocas de beisbolista para lanzar una bomba de 44 yardas. Pase completo. Hay vida.
44 yardas en una jugada crucial. BOOM. pic.twitter.com/gK0kKVS6cK
— 🏈 NFL Latino TV 🏈 (@NFLlatinoTV) February 3, 2020
No lo sabíamos, pero se acababa de gestar un pase que se verá por muchos años en NFL Films.
Cualquier otro QB busca completar de 15 yardas y seguir moviendo.
Mahomes hizo lo que Mahomes hace. Lo imposible.
El pase completo con Tyreek Hill cambió completamente el partido. Cambió la confianza de los dos equipos y en especial, le dio a los Chiefs una excusa para creer. No necesitaban mucho, solo algo que los dejara pensar que su quarterback y chico estrella, estaba vivo.
Y vaya que lo estaba.
Dos jugadas de después llegó el TD de Kelce y el momentum nunca fue el mismo.
Los fantasmas de Kyle aparecieron y se hicieron evidentes en todo el estadio. Desde sus casas estoy seguro de que los notaron también.
Shanahan había perdido el Super Bowl LI por ser agresivo. Su agresividad le costó un Super Bowl que tenía en las manos.
Kyle mencionó en la semana que eso lo dejó en el pasado, pero hoy sabemos que no es cierto, pues, le cambió hasta la forma de llamar jugadas en el Super Bowl LIV.
3 jugadas, 5 yardas, un minuto fue lo que utilizó San Francisco en el drive siguiente al TD de Kelce. Si había algo que no necesitaba, era precisamente eso. Era el último de los desenlaces.
Pronto vuelvo con Kyle.
En el previo al Super Bowl les mencioné que este duelo se parecía mucho al de Seahawks y Patriots del 49. Terminó siendo idéntico.
New England estaba abajo 10 puntos en el último cuarto. El mejor mariscal de campo en el terreno había lanzado dos intercepciones y no lucía tan fino. Los daban por muertos.
Pero alguien como Tom Brady olvida la última jugada y vive por la siguiente. Siempre ha sido así. Es parte de su brillantez. Patrick Mahomes hoy jugó olvidando todo lo que pasó. Creyó solo en la jugada siguiente.
Diez puntos son dos drives. No es mucho pedir para estos tipos sobrenaturales que juegan el deporte de ajedrez de gladiadores. Por eso son especiales. Porque en el fútbol americano no hay nada perfecto, no hay nada sencillo y no hay guion escrito. El que no se rinde nunca siempre tendrá las de ganar.
Mahomes escribió esta noche, la primera de muchas páginas gloriosas que seguramente tendrá en la NFL. La hizo a base de esfuerzo y sudor.
Si me pongo nostálgico, me atrevo a decir que no hubo mejor homenaje a la vida de Kobe Bryant que ver a Mahomes y a los Chiefs no rendirse nunca. Hoy tienen su premio.
Los Chiefs son justos campeones. San Francisco será un equipo más completo, pero hoy tuvieron que doblar rodillas ante el mejor mariscal de campo actual de la NFL.
50 años tuvo que esperar Kansas City para la segunda venida del señor, y llegó en Miami.
2. La primera serie ofensiva de los Niners en el Super Bowl 54 fue un drive de 10 jugadas para 62 yardas. Tardó 5:58 minutos.
Lo más importante, parecía que veríamos a un equipo de San Francisco agresivo, con llamadas ofensivas que Kansas City no iba a poder detener. Así había sido todo el año.
Y luego vino la intercepción de Jimmy en el segundo cuarto. Eso no cambió el juego, pero cambió a Kyle Shanahan. Desde ese momento el playcalling no fue el mismo. Se dedicó a esconder a Jimmy Garoppolo sin darle confianza, utilizándolo para lanzar apenas lo justo.
Tanto miedo tenía Kyle en el accionar de su mariscal de campo, que con tres tiempos fuera y poco menos de dos minutos, decidió no ir por puntos antes del final de la primera mitad.
Shanahan buscó acabarse el tiempo, sin mostrar realmente confianza en el hombre mejor pagado de los 49ers.
Bill Belichick ha hecho la mitad de su currículum aprovechando los últimos minutos de la primera mitad y el inicio de la segunda. Es la situación perfecta para salir con al menos 10 puntos y en muchas ocasiones 14.
Shanahan dijo al final de partido que se sentía bien con el 10-10 en el momento. También dijo que lo que menos quería era devolverle el balón a Mahomes porque los Chiefs tenían tres tiempos fuera también.
Cuando crecí, mi papá entrenaba equipos de fútbol y su concepto siempre fue: “si tengo la bola, es problema de la defensa detenerme”. Kyle estaba pensando en cómo detener a Mahomes cuando realmente su ofensiva era la que tenía que dictar.
No está de más decir que las llamadas de Kyle Shanahan le terminaron costando el Super Bowl. Esta vez un entrenador excesivamente agresivo se puso miedoso en la hora que calienta.
Era como si Shanahan hubiese tenido síndromes post traumáticos de lo sucedido en el Super Bowl LI. Para que no le volviera pasar, se convirtió en algo que seguramente odia. Y volvió a perder.
3. Damien Williams. Un MVP en la sombra.
El jugador del que menos se habló en ofensiva durante toda la semana previa, fue tal vez el que mejor jugó.
4. Richard Sherman ha tenido mejores días.
5. Nick Bosa dejó el alma.
6. No puedo cerrar la columna sin unas palabras sobre Andy Reid. Un bufón en los ojos de muchos porque no había logrado ganar el Super Bowl. Como si se trata de una hazaña sencilla.
Reid ha sido un grandísimo coach por muchos años y el hecho de que nunca lo había podido ganar fue una combinación de mala suerte, del imperio del mal que conocemos y de la falta de un talento superior en el puesto de mariscal de campo.
Andy Reid evaluó a Mahomes en College y fue por él. A por todas.
Reid vio como Chicago pifió al escoger a Mitch Trubisky con el puesto 3 del draft 2017 e inclusive brincó al elegido de todos, Deshaun Watson, quien venía de ser campeón con Clemson y fue directo por Mahomes.
Por Mahomes, Andy dio la primera y tercera ronda del 2017, además de la primera del 2018. Si Reid hubiese sabido lo increíble y precoz que sería Pat, seguramente hubiese dado hasta su ración de hamburguesas por los siguientes 5 años.
Andy Reid sabía exactamente lo que era Mahomes. La mayoría de los entrenadores en jefe se hubiese quedado con Alex Smith y ahí hubiese muerto, llegando a la ronda divisional mientras las derrotas se hacían costumbre. Al contrario, fue agresivo con su análisis y ese movimiento en un jueves de draft del 2017 pagó en grande como pocos los han hecho.
7. Un par de palabras al equipo de NFL latino.
Gracias a cada uno.
A Bruno por traer el picante a la mesa de discusión todas las semanas. Los deportes son los suyo y el futuro es brillante. El premio del novato del año del equipo le pertenece sin ninguna duda. No nos acordamos de cómo era el programa sin Bruno.
A Josh por ser el más preparado de todos. Nunca es trabajo cuando algo se gusta tanto. Josh ama la NFL y lo muestra todas las semanas en NFL latino. No hay nadie que se prepare mejor y que lleve mejor información a la mesa.
A Serge. Con él voy a las batallas a muerte y con los ojos cerrados. Sergio es como Mahomes, pues, no voltea a ver atrás. Siempre busca la siguiente jugada y busca mejorar. Es la goma de NFL Latino. No hay nadie que vista la camisa del equipo como Sergio. Te juega de fullback, corredor y si lo dejas mandar el pase, lo atrapa también.
8. Por último están ustedes, donde quieran que estén. Los que buscan los pensamientos semana a semana todos los lunes.
Solo puedo decir gracias dedicar su tiempo a las tonterías que se expresan aquí, porque sé que son muchísimos y de tantos lugares.
Si en las miles de palabras que escribí les saqué una sonrisa, les enseñé algo o los hice sentir, mi trabajo valió la pena.
Nos leemos en septiembre.
Leo comentarios
@DondeAlonzo
Pensamientos de Finales de Conferencia
Enero del 2014, Denver, estadio Mile High. Recién corrieron unos minutos tras la clasificación los Broncos al Super Bowl 48, perdido en el estadio -algo que me pasa a menudo- me encontré en un pasillo aislado frente a frente con una leyenda viviente de la liga. 'Buen juego', le dije sin pensar mucho, 'Gracias' respondió el 18 mientras extendió su mano para saludarme. Una gran anécdota, pero de inmediato entendí que la suerte estaba echada para los Broncos. Acabé con la suerte del gran Peyton Manning.
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