1. En la vida hay momentos en los que hay que tomar decisiones y vivir con las consecuencias. Por eso, a la hora de tomarlas, hay que analizar todo muy bien y evitar ejecutarlas de manera apresurada. Aquí podrías pensar en la elección de una carrera, un trabajo o hasta una novia (o ex novia).
La NFL no escapa de esto. Una sola decisión, buena o mala, no solo cambia el rumbo de una franquicia para siempre, sino la de varias, en un inevitable efecto mariposa a través de 32 equipos.
Antes de la formación de los campeones Buccaneers, y después de que Tom Brady hablara con Bill Belichick y Robert Kraft sobre su partida, hay uno de estos momentos que alteró el camino dentro de la mejor liga del mundo.
Anoche, mientras veía el partido, me preguntaba ¿quién fue el ganador de la separación entre Brady y Belichick? A la misma vez y ante la respuesta de que existe un ganador claro, también tiene existir un perdedor.
Cuando Brady se da cuenta de que la agencia libre es su destino, toma el teléfono y le marca a Wes Welker, su ex compañero de batallas en New England por muchos años, acreedor de muchos récords y -tal vez- uno de los culpables de que los Patriots no cuenten con otro Super Bowl.
Fresquito de una derrota en Miami ante los Kansas City, Welker venía de debutar como entrenador de alas abiertas con los San Francisco 49ers y en su primer año, se habían quedado a 7 minutos de ganar el Super Bowl.
La llamada de Tom Brady, de acuerdo a reportes de CBS y al nuevo libro de Seth Wickersham sobre los New England Patriots, consistía en el ofrecimiento del QB en formar parte de los Niners, si San Francisco quería hacer un cambio en la posición. Es decir, reemplazar a Jimmy Garoppolo.
La parte romántica explica que Brady quería jugar con el equipo al que él apoyó en su niñez. La parte profesional dictaba que San Francisco tenía un equipo de Super Bowl y Tom significa la diferencia entre una victoria y una derrota en el gran juego; y la parte sádica estaba atada a que Brady reemplazaría al que fue su sombra durante los últimos años en New England.
Tom Brady quería un contrato de 2 años, a cambio de $50 millones garantizados. Algo similar al último contrato de Drew Brees en New Orleans y el mismo contrato que los Patriots se negaron a darle antes de su salida.
Wes Welker, como buen amigo de Tom, llevó el recado hacia Kyle Shanahan y a su vez, al gerente general John Lynch.
El momento era ideal para los Niners, puesto que San Francisco se había quedado a 6 minutos de ganar el Super Bowl por la gran diferencia entre Jimmy y Patrick Mahomes; pero no solo eso, Jimmy había tenido una postemporada en la que ganó juegos pasando 131 yardas ante Minnesota y 77 ante los Green Bay. Ambos partidos SF los ganó por diferencia de 17 puntos.
A su vez, al contrato de Garoppolo se le vencía el seguro de vida que le garantizaba su dinero anual en caso de salir lesionado. Es decir, si los Niners tomaban la decisión de ir por el viejo, el golpe al tope salarial de cargar o cortar a Jimmy sería relativamente bajo.
Kyle Shanahan tomó un fin de semana para evaluar los videos de Tom Brady en la temporada 2019. Ese año sus números fueron menores a su estándar y acabaron con 4057 yardas, 24 TDs y 8 INTs. Los Patriots terminaron 12-4, eliminados en el wildcard por Tennessee y el rumor en la liga es que por fin el declive de Brady era evidente.
Tras un fin de semana de videos y unas cuantas conversaciones con Lynch, Shanahan decidió que Brady no le daba mayor ventaja a su equipo por encima de Jimmy. Además, Garoppolo le prometía más años de carrera vestido de Niner que tan solo dos.
En retrospectiva es claro ver como Kyle no supo evaluar más allá de lo que veía el ojo humano, pero si eres un conocedor de football americano, es aquí donde tu conocimiento debe ser superior al del resto de los mortales.
Shanahan y Lynch tomaron la decisión de mantenerse con Garoppolo y no hacer el cambio por Brady. Es de ahí de donde sale la famosa cita que pueden ver en el video “En Serio Te Vas A Quedar Con Ese Hijo de Put*?”
Sí, el hijo de puta era Jimmy.
Ahora, Brady no odia a Jimmy como persona. Él odiaba lo que Jimmy representaba en New England, que era su reemplazo y no podía creer que uno de los entrenadores más inteligentes de la NFL tomara al talento claramente inferior. Más allá de los contratos, años restantes y el viaje al Super Bowl 54. Tomar a Jimmy por encima de Tom es una absoluta locura.
Cuando Welker vuelva donde Brady con la negativa de parte de San Francisco, a Tom le restan dos opciones nada más. La primera, los Tampa Bay Buccaneers, un equipo listo para dar el salto, pero poco atractivo alrededor de la liga y Los Angeles Chargers, otro equipo listo para el salto y con Philip Rivers con un pie en la puerta de salida.
Brady se decide por Tampa Bay por el talento de sus jugadores, un estado sin impuestos y el hecho de estar cerca de su primer hijo en la Costa Este. A su vez, Tampa entra a la temporada 2020 como un equipo con expectativa, pero como el desfavorecido inclusive para ganar el título de su división.
San Francisco en cambio, entra al 2020 como uno de los grandes favoritos para regresar al Super Bowl, casado con la idea de que Jimmy G era el QB y cara de la franquicia. Sin embargo, para la Semana 8, Jimmy G sale lesionado por segunda vez en tres años y la temporada se fue al carajo apenas a mitad del camino.
Los Niners acaban la temporada 6-10, con el orgullo herido tras una mala decisión, y viendo como Tom Brady finalizaba a los Kansas City Chiefs de la manera que ellos no lo pudieron hacer un año antes.
Al ver las consecuencias de su mala decisión y con un panorama mucho más claro sobre el techo de Jimmy, San Francisco procede a sobrereaccionar. John Lynch y Kyle Shanahan llegan a la conclusión de que el equipo no será capaz de ganar un Super Bowl con Garoppolo bajo centro y mucho menos si no está disponible por lesiones.
Shanahan no puede creer que tuvo a Brady a disposición, ofrecido por el mismo jugador y tomó el camino incorrecto. Lo que más le comía era la falta de agallas de no hacer el movimiento. Mantener a Garoppolo fue siempre la jugada más sencilla y sin riesgo. El destino, al contrario, había favorecido a Tampa Bay por su atrevimiento.
Es de ahí que Shanahan y Lynch deciden que deben dejarse a un mariscal de campo en el draft sí o sí. San Francisco sabía que las selecciones de Trevor Lawrence y Zach Wilson estaban fuera de su alcance, pero ir por la tercera selección del draft les aseguraría uno de los otros QBs.
El precio poco importaba en ese momento, especialmente porque luego de dejar ir a Brady, Kyle no iba a tener reparo en moverse e hipotecar el futuro por tener a uno de esos talentos que cambian franquicias.
John Lynch confesó en varias entrevistas que cuando los Niners enviaron 3 primeras rondas a Miami por el 3er pick en el draft, el equipo no sabía exactamente a cuál mariscal de campo elegiría. Kyle quería a Mac Jones. Para Shanahan, Jones procesaba información como ningún otro QB y a pesar de que sus atributos físicos eran menores, su cerebro era superior al resto de sus contemporáneos. Era su QB elegido.
Sin embargo, el cambio entre San Francisco y Miami llegó un mes y tres días antes de la primera ronda del draft. Ese espacio entre la activación del cambio y la ejecución del pick, fue suficiente para que los rumores volaran, las opiniones saltaran y las decisiones cambiaran.
Para cuando llegó el 29 de abril del 2021, al vox populi de los comentaristas decían que no era posible que los Niners hicieran ese cambio de tantos picks por un QB como Mac Jones, cuyo semblante y físico era un helado de vainilla para diabéticos, es decir, sin ningún sabor.
Si San Francisco iba a elegir a alguno de los nombres en el draft, tenía que ser un tipo revolucionario en la posición, con un techo significativamente alto; un revulsivo a todas luces. Es por esto, que un par de días antes del draft en Cleveland, John Lynch convence a Kyle de que el hombre a elegir es Trey Lance, un súper talento en los ojos de muchos.
Para escoger a Mac Jones, según el argumento de Lynch, “nos hubiéramos quedado en el puesto 12”. A Kyle no le encantaba la idea, pero estaba de acuerdo con el razonamiento.
Horas antes del draft, Adam Schefter filtra la información de que Aaron Rodgers estaba descontento con los Green Bay Packers y quería una salida.
Shanahan toma medio segundo en levantar el teléfono para consultar a Lynch si hay algo que pueden hacer por dejarse a Rodgers, otro ex fanático de los Niners. Era la oportunidad de enmendar el error que cometió con Tom Brady. Lynch tardó un minuto en explicarle que no había nada que pudieran ofrecer que interesara a los Packers. Esa idea nació muerta.
Cuando los Niners seleccionan a Trey Lance pensando en el futuro, el equipo está en un escenario que pudieron evitar un mes antes, pero ya en ese momento no tenía otra salida más elegir y esperar la suerte. Es básicamente como cuando te das cuenta de que elegiste la carrera de universidad equivocada, pero estás a punto de terminarla. No queda otra más que llegar hasta el final.
A la misma vez, Carolina, con necesidad de QB se había comprometido con Sam Darnold y no estaba dispuesto a utilizar una selección del draft en otro QB y verse en unos años con dos opciones viables en la misma posición.
Denver, ante los rumores de la salida de Aaron Rodgers decidió esperar a más noticias y antes de ir por un QB, seleccionaron al CB Patrick Surtain II. La selección es muy buena, pues, Surtain II es un grandísimo talento, pero en la escala de valores un CB no te cambia una franquicia.
Los aficionados y la directiva de Denver nunca admitirán esto, pero la noticia de Rodgers los secuestró en el draft. Yo pondría unos pesos a que, si Rodgers no hubiese estado semi-disponible esa noche, los Broncos hubiesen elegido a un QB.
Chicago, con la boca abierta por lo que había pasado, brinca al puesto 11 y se roba a Justin Fields. Nunca pensaron que estaría disponible.
Muy lejos en su oficina y viendo como todo se desarrollaba a su favor, Bill Belichick no movió un dedo en todo el draft. El mariscal de campo que él originalmente quería, Mac Jones, estaba a disposición solo por los múltiples errores de varios equipos no solo esa misma noche, sino inclusive un año atrás, desde la llamada de Brady a Welker.
El desenlace completo de la historia está por verse, pero hay dos franquicias claramente en un escenario ganador. Tampa Bay ganó el Super Bowl y por siempre la decisión de firmar a Tom Brady será una de las más brillantes de su historia, inclusive si nunca vuelve a ganar un partido más.
Tom Brady, a su vez, redimió a todos los que -de manera infantil- alguna vez dudaron de él.
New England encontró a su mariscal de campo del futuro. Un tipo de corte muy Patriot, trabajador, inteligente, con una mecánica sencilla, sin ser espectacular, pero con un cerebro que puede crecer y llevar a esta franquicia de vuelta a pelear el tope de la liga.
Ayer mientras veía el partido me preguntaba si los protagonistas de todo este drama hubiesen elegido un escenario diferente solo por permanecer juntos, es decir Brady y Belichick. La respuesta es NO.
Brady está muy cómodo en Tampa Bay con un equipo apuntando hacia otro Super Bowl. Belichick está en plena reconstrucción, pero con el QB del futuro en su equipo. Si hubiesen permanecido juntos, no creo que estuvieran cerca de un séptimo anillo. Fue lo mejor para ambos.
En cuanto a San Francisco, no puedo decir lo mismo. Los Niners tienen el futuro hipotecado por los siguientes tres años, con un roster que se cae a pedazos y dos QBs cuyo techo no parece ser muy alto. Todo como resultado del efecto mariposa de una mala decisión.
Brady y Belichick parece que ganaron una vez más. Sobre San Francisco, me pueden preguntar en unos años, pero por ahora no se ve bien…
2. Sobre el partido en sí, no hay grandes que cosas que desarrollar. El resultado es el ideal.
Bill Belichick le dio la experiencia completa a Tom Brady de lo que es visitar Gillette Stadium. Un ambiente hostil, un clima desfavorecedor y una defensa que sabía todo lo que traía, con múltiples formaciones para engañarlo.
Tampa Bay sale con la victoria, pero el sabor de boca que dejó New England es mucho más dulce.
Anoche hablamos 30 minutos sobre este partido y lo pueden escuchar en el Podcast de Reacciones Rápidas:
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3. Más que sobrereaccionar sobre la derrota de los Rams, vamos a darle a el reconocimiento a los Arizona Cardinals.
Hay dos factores que se me vienen a la cabeza cuando vi el juego. Lo primero, es que este partido significaba mucho más para Arizona que para Los Angeles.
Los Cardinals claramente estuvieron mejor preparados y tienen semanas trabajando en los diferentes pareos. Se mostró por la manera en que manejaron a Cooper Kupp en defensa y también porque en semana 3 no le pusieron mucha atención a Jacksonville por estar pensando en los Rams.
Ahora, para Arizona este partido significaba más por el hecho de que siempre que estás abajo, necesitas golpear la mesa para que te pongan atención. Nadie te toma en serio a menos de que tengas este tipo de triunfos en tu bolsillo. Prueba de ello es que ahora vemos a los Cardinals con uno ojos completamente diferentes tras su triunfo en Los Angeles.
Por ejemplo, la semana anterior, el partido de los Rams vs Bucs significaba más para LA. Nótese la euforia de Sean McVay en ese juego, que parecía un SB en septiembre para ellos. Tiene la misma lógica del Cards vs Rams. En ese juego ante Tampa, McVay y compañía tenían que dar un golpe en la mesa para ser tomados en serio y así fue.
Ahora, el reto que los Cardinals presentan para un front 7 como el de los Rams es un rompecabezas de muchas piezas. Arizona tiene muchas formas de ganarte partidos y ayer descubrió un par más.
La gran diferencia es la movilidad de Kyler Murray, porque no es lo mismo para Aaron Donald presionar a Tom Brady por el centro, que a K1, quién se mueve por los costados ya sea ganando el primero y diez con los pies, o con el brazo en movimiento.
De hecho, cuando K1 se mueve y pasa el balón mientras está girando o corriendo es completamente desmoralizador para las defensivas. Poco importa si eres Aaron Donald o Reggie White.
Piénsalo de esta manera, el reto de detener a Tom Brady la semana pasada era ganar los pareos y estar en buena posición en los primeros 2 o 3 segundos de cada posesión a favor de Tampa. Contra Arizona es distinto, porque una sola posesión puede durar hasta 8 segundos con todo lo que representa Murray fuera de la bolsa de protección. Esto también significa más cansancio y estrés para la defensiva rival. Para peores K1 tiene uno de los brazos más finos de la NFL, lo que lo hace un paquete completo. Una pesadilla.
Por otro lado, Arizona se ve fortalecida por las llegadas de 3 agentes libres claves. James Conner se vuelve efectivo en zona roja. Esto permite que Chase Edmonds se mantenga fresco, pero a su vez tome ventaja de una defensa cansada cuando los Cardinals necesiten poner el partido en el congelador. Ayer los Cards corrieron 216 yardas y la mayoría llegaron cuando los Rams estaban esperando acarreos, pero LA estaba tan agotado, que no tuvieron respuesta.
El otro agente libre importante es AJ Green, pues ahora Arizona puede dejar a DeAndre Hopkins uno a uno con el esquinero más fuerte y aprovechar cualquier pareo que se le presente a Green. En los últimos años nos olvidamos de AJ, pero cualquier equipo que lo tenga de segunda ala abierta tiene una ventaja enorme.
Por último, el otro es JJ Watt, quien también estaba acabado en los ojos de muchos. Watt no trae los sacks de sus mejores años, pero claramente ha elevado a esta defensa a un nivel de entrega superior al que ellos conocen. Es cliché y todos saben que los odio, pero eso es lo que representan los líderes en un equipo.
Los Cardinals son un equipo en aprendizaje desde todo punto de vista. Están aprendiendo cuál es su techo y su HC está aprendiendo a no perder partidos como en el 2020.
Arizona tiene un pareo favorable contra San Francisco la otra semana y un duelo descomunal contra los Cleveland Browns en dos semanas. Sabroso.
4. El reto número uno para Sean McVay es desarrollar una segunda arma ofensiva después de Cooper Kupp.
Kupp tiene el doble de recepciones, yardas y TDs que cualquier otra ala abierta en el equipo en los primeros 4 partidos. Es un maestro en sus rutas y va a estar libre contra el 85% de sus rivales, pero cuando los equipos lo doble marquen como lo hizo Arizona, ¿cuál es tu plan B?
Ayer Kupp solo tuvo 5 recepciones para 64 yardas, sin touchdowns. Cuando Matthew Stafford quiso buscar a otro, nadie dio el paso adelante. Es el escenario reverso de lo que presentan los Cardinals. Te niegan a Hopkins y tienes a Green. A los Rams le niegan a Kupp y por ahora no hay nadie como opción 2.
La buena suerte para los Rams es que, si yo puedo identificar esto, estoy seguro de que Sean McVay lo hará y su ofensiva evolucionará.
5. Todos los que siguen la liga de cerca saben que se ha hablado mucho sobre Denver y su récord de 3-0 ante equipos que hasta ayer estaba sin victorias, pero más allá de la burla, hubo un momento de iluminación para todos evaluando lo que son los Broncos.
De hecho, ese momento de iluminación le llegó a Baltimore en pleno partido. Los Ravens se dieron cuenta que los Broncos no son un equipo que se siente cómodo en escenarios de pases y colocaron muchos hombres en la caja, forzando a Teddy Bridgewater y eventualmente a Drew Lock a tener que pasar el balón.
El juego por tierra de Denver fue efectivo en el primero cuarto, pero luego se apagó, porque fue muy evidente que no tenían respuesta por aire.
A su vez, la defensiva de los Broncos retó a Lamar Jackson a pasar el balón y Lamar lo hizo sin problemas. Más de 300 yardas, incluyendo un bombazo de 49 yardas a Marquise Brown.
Creo que la Narrativa de decir que Lamar no puede lanzar seguirá por años, simplemente porque su juego prioriza las carreras. Si Lamar corre mejor de lo que lanza, ¿por qué insistimos en que lo haga al revés?
Eso no excluye que pueda completar pases cuando tienen a defensivas fuertes al frente. Denver invirtió este año para poder competir defensivamente cuando se mida a Kansas City y a los LA Chargers. Una ofensiva de Baltimore, inferior por pase que esas dos, hizo lo que quiso con ellos. Y ni siquiera he mencionado a Las Vegas, que se ha vuelto otro dolor de cabeza.
Denver se suponen tiene la defensa para rebatir los juegos aéreos de sus rivales divisionales, pero nadie pensó en lo inferiores que son ellos mismos pasando el balón. ¿Qué sucederá cuando el equipo está abajo en el marcador? La prueba A fue ante Baltimore y fue una fallida.
6. Los Ravens igualaron a los Steelers de 1974-1977 con 43 partidos seguidos corriendo al menos 100 yardas como equipo. Baltimore lo hizo en una jugada donde Denver estaba esperando que se arrodillaran y Lamar consiguió las 3 yardas que les hacía falta.
Los jugadores de los Broncos estuvieron furiosos tras terminar el partido, aunque creo que es más por la frustración de perder un juego que los pudo catapultar como contendientes a playoffs y lo dejaron ir.
En cuanto a la decisión de John Harbaugh de ir por esas 3 yardas, estoy completamente a favor. Estos detalles importan a quienes están en la liga, que no te vendan lo contrario.
7. Siento que los Cleveland Browns están siendo atrapados por su propio QB.
Cleveland tiene un equipo de Super Bowl, como lo expuse en las predicciones del año, lo que no preví es lo mal que se ha visto Baker Mayfield en el primer mes.
Mayfield lanzó para más de 300 yardas solo una vez y fue en Semana 1 contra Kansas City. Ese partido acabó con una intercepción de Baker en el posible drive ganador.
Desde entonces Cleveland lo ha estado escondiendo. No ha completado 20 pases desde ese juego contra Kansas City y tiene 2 TDs en cuatro presentaciones. Ayer su QBR, medida de ESPN, fue de 15.6 sobre 100.
Cleveland parece tener un equipo lleno de talento, listo para apuntar al Super Bowl. Su defensa jugó con Kirk Cousins y compañía, pero Baker puede ser la razón por la que no lleguen tan lejos, y debo admitir que no estaba listo para llegar a esa conclusión tan temprano en el año.
8. Los Vikings traen cosas interesantes a pesar de 1-3. Su defensiva es muy superior a la del año pasado, especialmente tras el regreso de Danielle Hunter.
El problema para Minnesota siempre estará en el costado ofensivo. No sé cuantas veces voy a escribir esto, pero a Kirk Cousins le falta sangre y sin una línea ofensiva que le dé tiempo, esta fórmula nunca va a funcionar.
Los Vikings estarán merodeando el 8-9, 9-8 como récord, pero lo peor es que vivirán en el purgatorio de .500 toda su vida mientras mantengan a Cousins como QB. Nunca serán suficientemente buenos para hacer ruido en playoffs y nunca serán suficientemente malos para reconstruir. Es el peor de los escenarios.
10. Tal vez estoy sobrereaccionando pero no recuerdo un mes tan pobre para los referís en la NFL. Es más, estoy seguro de que estoy sobrereaccionando porque deben existir peores momentos que en el que estamos, sin embargo, las malas llamadas son tan evidentes y aleatorias, que solo lo puedo explicar como que están atadas a la incompetencia.
Ayer específicamente en el duelo de Pittsburgh vs. Green Bay hay un offside marcado a los Steelers que valió un giro de 10 puntos.
No solo se trató de bloquear el FG de los Packers, sino que Minkah Fitzpatrick anotó en el regreso. El partido estaba más que abierto para cuando se dio tal fallo y cambió el escenario de lo que pudo ser el inicio de una sorpresa. Los referís mataron toda opción de un upset.
Ahora, por el lado de los Steelers tiene que existir la autocrítica. No puedes contar con que todas las semanas los equipos especiales te van a dar 7 puntos y esa sea la razón de las victorias, como cuando sucedió en Buffalo o como casi sucede en Green Bay. Los equipos especiales son el lustre del pastel, pero no el pastel.
Registrar 62 yardas por tierra, casi 20 jugadas menos que Green Bay y entregar el balón 2 veces no te va a dar una victoria en Lambeau Field ni de chiste.
11. Los Titans sufriendo la peor derrota en la era Mike Vrabel. El equipo tiene la peor línea ofensiva de la NFL, que incluyó 3 lesionados en el juego en New York.
El partido lo pierde la o-line, la defensa y el head coach. Vrabel no sabe cómo reparar a Tennessee en este momento y es porque no tiene hombres para proteger a su QB. Ryan Tannehill ha sido capturado 17 veces en lo que va de temporada y golpeado un millón más. Es solo cuestión de tiempo para que uno de estos golpes lo deje fuera el resto del año.
A este punto hasta Russell Wilson tiene lástima de ver la línea ofensiva que protege a Tannehill.
12. El triunfo de los Jets le quita peso a Robert Saleh y a Zach Wilson para el resto del año. Puede trabajar con más tranquilidad y sin la urgencia de esa primera victoria en sus carreras.
Esto solo implica que veremos a unos mejores Jets, sin ser nada fascinante. Sin embargo, lo que el aficionado Jet quiere no son victorias, sino la evolución de Wilson y eso se vio ayer ante Tennessee.
En el partido se notó porqué el brazo de Zach fue el más comentado durante el draft y porqué acabó como la selección 2 del draft.
La urgencia para el 2022 es darle una línea ofensiva decente.
13. Estuve leyendo un artículo que decía que Patrick Mahomes está gordo y que su futuro físico en 10 años será algo como Big Ben. ¿Qué dicen?
14. Siempre he sido fan de Dan Quinn, a pesar de que se convirtió en una burla andante tras el fatídico resultado del Super Bowl 51.
Hay personas que sirven para ser número 2 en sus trabajos y no llevar el peso de la toma de decisiones. Quinn podría ser este. Como coordinador defensivo es fantástico porque tiene solo un trabajo y es el que le gusta. Como HC se necesitan otras cosas, que tal vez no sepa manejar tan bien.
La defensa de Dallas sufrió un tipo de restructuración en el offseason que ha pagado dividendos sin llegar a ser las mejores de la NFL. El novato Micah Parsons cambió el centro del campo para siempre. Y luego está el esquinero Trevon Diggs, quién claramente tiene toda la confianza de Quinn para atacar rutas y robarse balones.
A todo esto hay que agregarle que DeMarcus Lawrence regresaría en la segunda parte del año, a imponerse en la línea defensiva.
Si bien la defensiva de Dallas no es una cortina de acero que te va a cerrar todos los espacios, tiene absolutamente todo el sello de Dan Quinn apenas en el primer mes de competencia. Las defensivas de Quinn en Seattle y Atlanta permitían puntos, pero eran absurdamente veloces y robaban balones y posesiones por doquier.
Con una ofensiva de Dallas que luce intratable, ese estilo de defensiva es perfecta para seguir ganando partidos en el 2021.
15. Esto fácilmente podría ir en la tumba de Matt Ryan:
283 yardas, 4 TDs, rating de pasador de 111.5 y DERROTA.
Clásica línea de Matty Ice en su carrera.
16. Me topé este Tweet comparando a Matt Patricia con Nick Sirianni
Los lápices, quítale la barba y hazle zoom a los ojos. 🤯
17. Uno de los mejores momentos del domingo fue cuando Mike Tomlin se dio cuenta que Aaron Rodgers iba a agarrar a su equipo con un hombre de más y pidió un timeout en el momento justo. Rodgers reconoció el ajuste, pero también los camarógrafos merecen un aplauso por darnos tal momento.
18. Para que los Saints sean efectivos la defensiva no puede fallar un segundo. No hay margen de error con este equipo y especialmente con esta unidad.
Si no puede detener al rival con ventaja de 11 en la segunda mitad, los Saints van a tener problemas en el futuro, especialmente cuando rival está 0-3, envuelto en un mar de dudas y con un playcalling de muy poca creatividad.
Le doy crédito a los Giants por venir de atrás en un partido que nadie estaba esperando que sacaran, pero esto más culpa de Sean Payton y los Saints que otra cosa.
No le resto nada al triunfo de New York, pero ni el más fiel de sus aficionados estaba esperando sacar tal regreso.
19. Los Belichicks tienen suerte de ser muy buenos en el football americano, porque socialmente están acabados.
20. Espero que tengan buena semana todos. https://bit.ly/3a4cC3s
Leo Comentarios
@DondeAlonzo
Pingback: De Cabo a la Tierra y los Pensamientos Semana 12 - Narrativa X
Dafne Barrera
octubre 6, 2021 at 3:32 pm
Amo tus artículos, en especial los pensamientos. Felicidades Alonzo
Fabián Vargas
octubre 4, 2021 at 4:42 pm
Hola Alonzo, me gustan tus artículos en la única parte que agregaría algo que quizás le puede dar un plus a esta columna de opinión cuando hablas de Brady es en el apartado de “Tom Brady, a su vez, redimió a todos los que -de manera infantil- alguna vez dudaron de él.”… yo como autor me incluiría, así como tu dudaste en el 2020, en los primeros partidos en los que se decía que Brady estaba acabado, incluso hay tweets tuyos, yo también lo pensé, pero admitir eso es lo que hace fenomenal la narración, un tipo al que ya mandábamos para el retiro y gana un SB sin training camp, en su primera temporada.