1. Nadie te lo dice en voz alta porque no suena bonito, pero manejar expectativas es una de las claves de la felicidad en la vida.
Piensa en una película o serie que estabas esperando por meses. Es muy probable, indiferentemente del género, que no llegue a la alta expectativa que le pusiste encima. Son contadas las excepciones.
Misma situación sucede al contrario. Una serie o película sin grandes esperanzas tiene un espacio enorme para la sorpresa, y si por aquellas cosas de la vida, no es tan buena, no le das dos segundos de tu enojo. Al final, no esperabas realmente nada de ella.
Esta fue una lección que los aficionados de los New England Patriots no se dignaron a aprender, a pesar de que entraban a la temporada 2021 con expectativas medianas. Rápidamente desecharon el cartel de equipo en crecimiento para autodenominarse favoritos al Super Bowl.
El simple embriago de victorias por siete semanas consecutivas cambió la manera en que veían al equipo. Los fans de los Patriots rezaban por encontrar un QB competente en la Semana 1; pasaron a verse como un equipo de playoffs entrando a noviembre, solo para autoclasificarse como equipo de Super Bowl en diciembre.
Si en septiembre les digo que estarán 3 juegos arriban de .500, con una identidad definida, una muy buena defensa y un QB con un techo alto y prometedor, lo firman al instante. Sin embargo, tras las derrotas consecutivas ante Indy y Buffalo, el golpe al ego es fuerte, todo porque no supieron colocar las expectativas de su temporada en la barra correcta.
Tras el triunfo de la Semana 13 del lunes por la noche en Buffalo, los Patriots estaban listos para ser nombrados campeones de la AFC. Es más, estoy seguro de que algún estadounidense loco ya tiene un tatuaje con el trofeo Lombardi impreso en su cuerpo.
Era injusto decir que los Patriots eran el mejor equipo de la Americana, a pesar de su buena racha de triunfos. New England tenía trazos de un equipo de playoffs, pero con algunas dudas sobre un roster en plena reconstrucción, y esas dudas eran razonables, a pesar de que chocaban con los oídos sordos del fan Patriot ebrio de victorias.
Asimismo, es injusto decir que se acabó la mentira New England por dos derrotas ante dos equipos fuertes dentro de la Conferencia. No es ni una, ni otra. Todo se trata de ponerle el valor correcto al equipo.
Los New England Patriots del 2021 son una muy buena escuadra, con un techo mediano porque más allá de Damien Harris, quién puede ser una super estrella si lo quiere, a esta versión le hace faltan jugadores que marquen la diferencia, especialmente en partidos cerrados.
No es un tema de coach, no es tema de QB, ni de identidad. Es un tema de voltear a ver quién me va a dar 11 yardas cuando necesito 10. Sean honestos ¿A quién le confían ese pase?
Lo más curioso es que Buffalo todo esto lo sabía.
Tras la derrota el lunes por la noche Sean McDermott estaba furioso mientras la prensa -incluido yo- alabamos a Bill Belichick por ganar el juego con tres pases de su QB novato.
No nos equivoquemos, Belichick merecía tal elogio y eso es innegable, pero los Bills se fueron a la cama pensando que New England no los venció, sino fueron ellos los que dejaron las jugadas en el campo bajo una fría y muy ventosa noche de lunes.
Si McDermott podía jugar la revancha al día siguiente lo hubiese hecho. El tipo estaba convencido de que tenía el mejor equipo y en condiciones normales, ese partido quedaba de su lado. Sin embargo, poco importaba, porque tres semanas después, y con la ayuda de Indy, la revancha estaba en la agenda, no solo para vencerlos en su propio campo, sino para arrebatarles el título de la AFC Este.
Tal vez mas allá de la posición de RB y algunos miembros de la línea ofensiva, el talento de los Patriots en ataque es inferior comparado contra el de Buffalo. Josh Allen lo sabía, y no estaba dispuesto a que los Patriots se le escaparan como en el primer enfrentamiento.
Allen no solo completó 30 pases para 314 yardas y 3 TDs, también ajustó y registró 64 yardas por tierra en momentos claves. Sin embargo, tal vez su mejor virtud fue identificar y confiar en todos los pareos que tuvo el WR Isaiah McKenzie.
McKenzie entró a la alineación porque Cole Beasley dio positivo de Covid entre semana. Estoy seguro de que Belichick, a pesar de toda su genialidad, no tardó 5 segundos pensando que él sería el jugador decisivo a favor de Buffalo. Nadie lo habría hecho. Isaiah tenía 7 recepciones para 38 yardas EN TODO EL AÑO!
Pero Josh Allen no solo encontró el pareo, sino que confió en su WR, una y otra vez y él le respondió con 11 recepciones para 125 yardas y 1 TD. Allen fácilmente pudo evitar lanzarle el balón ante la posibilidad de que una o tal vez dos recepciones fuesen obra de la casualidad. Sin embargo, siguió alimentándolo de manera feroz.
Para cuando los Patriots se dieron cuenta Isaiah McKenzie era el hombre que los estaba aniquilando, ya era muy tarde. Tenían 26 puntos encima y la defensa no tenía respuesta alguna.
Buffalo puede ser un equipo de Super Bowl si lo quiere, aunque mantiene fallos y huecos indiscutibles como en los partidos contra Jacksonville, Tennessee y Tampa. Pero claramente un triunfo tan importante en New England recupera la confianza ante las dudas generadas por ellos mismos.
Los cierres contra Atlanta y NY Jets servirán precisamente para reafirmar esa confianza. Esas victorias tendrán un valor intangible, más para afinar que para probarse que pueden. Los triunfos sobre Kansas City y el más reciente sobre New England son muestra suficiente de que pueden contra rivales de diferentes -y altas- calidades.
Para New England, y en especial para sus aficionados, su felicidad en el mes de enero estará atada a la colocación correcta de las expectativas. Nada ni muy alto, ni muy bajo. Debe ser lo justo.
Si esperan con ansias los playoffs con la idea de que toda experiencia es ganancia para su QB novato y para el futuro de su franquicia, es probable que se van a sorprender para bien.
Si al contrario se ilusionan pensando que deberían ganar el Super Bowl porque así se acostumbraron en este siglo, se están destinando a pasar un enero lleno de amargura.
La felicidad de los playoffs, en realidad, está en sus manos.
2. Prueba de la agresividad y de las ganas que le llevaba Buffalo a los Patriots es que no despejaron el balón ni una sola vez en todo el juego, y convirtieron 3-4 oportunidades de 4to down.
Los Bills se convirtieron en el primer equipo en la historia que no despeja ante una escuadra de Bill Belichick. El primero en 474 partidos.
3. Usualmente trato de no caer en sobrerreacciones tras resultados o actuaciones, pero hay una que no puedo dejar pasar:
El partido de Josh Allen de este domingo fue el mejor de su carrera tras 4 años en la NFL en español. Explico.
Hay un par de actuaciones de Allen en el 2020 que destacan estadísticamente y que muchos aficionados de los Bills recordarán, como los 4 TDs ante Miami, otros 4 ante San Francisco completando el 80% de sus pases, o tal vez el de este mismo año en Kansas City.
Sin embargo, el contexto importa, y mucho. Los Dolphins en la semana 2 del 2020 eran un equipo sin identidad hasta ese momento. Los Niners para la semana 13 estaban repletos de lesiones y básicamente habían botado su temporada a la basura.
A pesar de que estos partidos fueron de visitante, el 2020 tuvo como particularidad que la ventaja de local fuese un cliché insignificante, tomando en cuenta que no había aficionados.
Ahora, los 3 TDs y la contundente victoria sobre Kansas City de esta temporada parecía estar en el tope del podio, pero KC en octubre estaba hecho pedazos, y no lo podemos obviar solo porque ahora son el número 1 de la AFC. No era el mismo equipo.
Pero este triunfo sobre New England es otra cosa. Los números en crudo no son nada que no hemos visto antes, pero el peso del partido era gigante para ambas franquicias y Josh Allen se lleva los elogios por la manera en que cargó a su equipo.
Allen dominó a placer a la defensa de los Patriots. A placer. Ya sea pasando el balón o consiguiendo yardas por tierra. Mantuvo una calma impresionante ante los diferentes paquetes defensivos que le enviaron los Belichicks, y respondió como una absoluta súper estrella.
Es el tipo de juego que deseas de tu QB1 y cara de la franquicia. Por estos partidos le pagas una millonada. Sin mencionar que todo esto sucede de visita, en un campo hostil, sin Cole Beasley, Gabriel Davis y con la división en juego.
Nunca he sido un creyente ciego de Josh Allen, y debo confesarlo, pero quedé impresionado con lo hecho este domingo.
4. Si soy Los Angeles Rams, haría todo lo posible por convertirme en un equipo corredor en las últimas 2 semanas de temporada regular y de paso escondo a Matthew Stafford.
En sus 4 victorias sobre Jags, Cards, Seahawks y Vikings, los Rams promediaron 124.7 yardas terrestres por juego, incluyendo 159 yardas ante Minnesota el domingo de Semana 16. Ese parece ser el camino de aquí hasta enero.
Al mismo tiempo, el juego por tierra es una posibilidad para esconder los aún muy evidentes errores de Matthew Stafford. Los Angeles no aplastó a Minnesota de manera más holgada porque Stafford decidió regalar 3 intercepciones, una dentro de su propia yarda 20, dejando a los inestables Vikings con algo de vida.
Hay muchos que creen que Stafford es uno de los mejores 10 QBs de la NFL; yo no estoy en ese tren. Sin embargo, tampoco quiero ser un crítico meramente destructivo. Matthew está en una ofensiva completamente nueva, aprendiendo de su coach y compañeros semana a semana. Este primer año no luce para Super Bowl, o al menos no siendo él la super estrella.
El RB Sony Michel está recuperando un nivel algo similar a aquellos playoffs que tuvo con New England en el Super Bowl 53, y podría ser el caballito de fuerza del equipo en el siguiente mes. Tampoco duele que el RB Cam Akers esté disponible para su regreso.
A Stafford le confío las rutas del MVP Cooper Kupp y algunas otras de OBJ, pero el camino al éxito de los Rams está en volverse un equipo corredor de aquí en adelante. Lo que no sé es si Sean McVay tendrá el ego justo para tomar el camino menos sexy en ofensiva.
5. Entrando al partido entre Ravens vs. Bengals el coordinador defensivo de Baltimore, Don Martindale, dijo que “nadie le está poniendo la jacket dorada a Joe (Burrow) por ahora”, en mención al hecho de que nadie en Baltimore está listo para coronarlo como un Salón de la Fama como, el resto de los aficionados.
Burrow admitió que escuchó los comentarios y que le sirvió de ligera motivación para lanzar 525 yardas, 4 TDs y barrer la serie contra los Ravens.
Ahora, los Baltimore Ravens están con un millón de jugadores de práctica en su equipo, al ser el equipo más golpeado por las lesiones y por el COVID, y eso es un factor innegable. Sin embargo, en esta ocasión y solo en esta, no le puedo dar el beneficio de la duda.
La razón es simple, los Bengals y Joe Burrow, ya los habían destrozado en Baltimore con casi equipo completo en semana 7.
6. Todos estamos seguros de que los Chargers no son un equipo legítimo de Super Bowl, pese a su joven QB súper estrella y a su extravagante coach. Y no lo digo solo tras perder de manera abrupta contra Houston, sino por todo los altos y bajos que han tenido en el 2021.
El cuestionamiento ahora ronda en si Los Angeles son un equipo de playoffs, lo cual con un récord de 8-6 entrando a la Semana 16 parecía como una pregunta absurda. La derrota ante los Texans cayó por el camino más obvio con 189 yardas por tierra de parte de Houston.
Los Chargers tienen una de las peores defensas por tierra en la NFL, y en muchas ocasiones es más por diseño, que por falta de talento o actitud. Houston vio tanto espacio en la línea de carrera, que no lo pudo creer, y tomó las yardas sin pedir disculpas.
No ayuda tampoco que a Justin Herbert le afecte tanto cada vez que anulan o no juega Mike Williams. Se vuelve un QB predecible porque no existen los bombazos de 20+ yardas, y el trabajo de carpintero de 5 yardas en 5 yardas, no parece ajustarse a sus habilidades y a su paciencia.
Ahora los Chargers deben esperar una derrota de Miami ya sea hoy contra los Saints, en Tennessee o contra New England. A su vez una derrota de los Ravens contra los Rams o Steelers.
Todo eso se hubiese evitado, si le ganaban a Davis Mills.
7. Que los Steelers estén 7-7-1 con una de las ofensivas más pobres de la última década es cerca de un milagro.
En los últimos 5 partidos, los rivales le han anotado 97 puntos a Pittsburgh en las primeras mitades contra solo 9 pts anotados por Big Ben y compañía.
Llevo semanas diciéndoles que el empate contra los Lions significaba asegurar que el equipo terminara exactamente en .500. Con los Browns y los Ravens como sus 2 restantes oponentes, parece ser el escenario más predecible.
Mike Tomlin nunca ha terminado con récord perdedor y parece que tiene todo para que esa racha continue. Aunque no sé si esto sea digno de celebrar.
8. Voy a dejar una marca en el partido entre Steelers vs Chiefs de esta semana. No hay muchísimas historias que se puedan contar sobre este juego tras durar 10 segundos en un nivel competitivo.
Sin embargo, este juego puede ser a futuro, el día en que Patrick Mahomes encontró su tan ansiada tercer mejor arma. Desde la salida de Sammy Watkins, a la ofensiva Chiefs le ha dolido no tener alguien que tome un paso al frente en ese rol.
Byron Pringle registró 6 recepciones para 75 yardas, y 2 TDs para los Chiefs ante Pittsburgh. Fue el mejor WR del campo y en especial, parece que se ganó la confianza de Mahomes.
Ojo con este detalle, que puede ser muy beneficioso para Kansas City de cara a playoffs, cuando los equipos intenten eliminar a Travis Kelce y a Tyreek Hill.
9. Los Dallas Cowboys anotaron 42 puntos en la primera mitad del partido contra WFT.
Los NY Giants han anotado 46 puntos de manera COMBINADA en sus últimos 4 juegos.
New York va a mantener a Daniel Jones y a Joe Judge en sus puestos, por si andaban con el pendiente.
10. A este punto si no sabes lo que es Jimmy Garoppolo es tu culpa. No me envíes estadísticas manipulables, récords ganadores u opiniones sesgadas. Míralo jugar. Mira al tipo en momentos en que su equipo lo necesita.
Ahí está la respuesta.
San Francisco debería estar en playoffs de acuerdo con los pareos restantes, pero no traten de venderme que son el caballo negro de la NFC mientras tengan a ese QB bajo centro. No compro.
11. Esta es una pregunta exclusiva para los aficionados de los Green Bay Packers.
¿Les preocupa que vencieran a equipos plagados de lesiones y de COVID como Ravens y Browns por apenas diferencia de 3 puntos totales o solo toman la victoria y siguen adelante?
12. Los Colts han ganado 6 de los últimos 7 e incluye victorias ante equipos en zona de playoffs como Buffalo, New England y Arizona, dos de esos partidos en calidad de visitante.
Cada uno de esos triunfos tienen un mérito propio. Ante Buffalo fue una arrastrada de tiempos bíblicos, la victoria sobre New England fue ante el que era el equipo de mayor racha en la NFL en ese momento y ahora en Arizona, lo hicieron mostrando toda su profundidad.
Indy le ganó a los Cardinals con 4 jugadores de su impresionante línea ofensiva lesionados y sin el All-Pro-linebacker Darius Leonard, quien dio positivo de COVID unas horas del inicio del partido.
Ajusta, calla y ejecuta. Así ha sido la vida de los Colts en los últimos 2 meses.
Carson Wentz también tuvo un buen juego, a pesar de que Jonathan Taylor estuvo algo callado en ofensiva. Wentz tomó buenas decisiones y puso un par de pases de TDs como en sus mejores tiempos en Philadelphia.
Mantengo que los Colts son el equipo que nadie quiere enfrentar en la AFC.
13. La semana pasada recibí un mensaje que decía que ¿por qué no hablas de los Vikings?
Porque su QB, su coach y su franquicia son una papa sin sal, una galleta dietética, una ensalada de almuerzo.
Este equipo no sabe a nada, más que a decepciones.
La verdad es que aquí les dejo lo mejor que salió de Minnesota este fin de semana.
14. Los Jaguars tratando de vendernos que Trevor Lawrence y Zach Wilson tienen un futuro brillante, todo esto mientras están en 2 de las franquicias más disfuncionales de toda la NFL.
15. Los Bengals son el primer equipo en la historia de la NFL en tener:
- Un QB de más de 4000 yardas,
- Un RB de 1000 yardas.
- Y 2 WR de más de 1000 yardas.
Todos de 25 años o menos y en la misma temporada.
16. ¿Solo yo sentí raro que hubiese tal cantidad de nieve en Seattle?
Parecía que estábamos en Chicago.
17. Los Raiders están 8-7 pese a que su coach fue tildado de racista, uno de sus WR mató a una persona en un accidente de tránsito, y al hecho de que han perdido 5 de los últimos 8 juegos.
En el gran esquema de las cosas no sé exactamente que va a significa esta temporada para Las Vegas, pero crédito al alto mando del equipo. Esta temporada era para que explotara en sus caras, y a pesar de todo, el camerino sigue luchando pese a sus notables deficiencias.
Por ejemplo, Denver no tuvo nada de esos problemas y están 7-8. Todo gracias a la ausencia de un QB decente.
18. Cuando ves a Cam Newton lanzar un balón
19. Cuando me dicen que estoy pasadito de kilos, tras 2 años de pandemia.
20. Los Eagles han ganado 5 de los últimos 6 partidos para meterse de lleno en la pelea por un puesto de comodín en la Nacional.
Sus triunfos ante Broncos, Saints, Jets, Washington y Giants son poco impresionantes, pero se ajustan a la realidad que dicta que Philly es mejor que los malos, pero no lo suficientemente talentoso para ganarle a los buenos.
Philly cierra en Washington y en casa contra Dallas. Su estilo de juego es sencillo, pero lo que hacen en ofensiva, lo hacen bien y eso es correr el balón.
Crédito a Nick Sirianni por ajustarse a las fortalezas de su equipo, pese a lo poco impresionante de su estilo.
21. Aparentemente John Harbaugh no estaba muy feliz de ver a los Bengals seguir pasando el balón a pesar de ir con una ventaja de un millón de puntos.
Al inicio de la temporada, Harbaugh corrió una jugada extra en Denver sin tiempo en el reloj, solo para mantener una racha de partidos con 100 yardas terrestres de manera consecutiva.
Hoy le tocó estar del otro lado.
22. ¿Vieron a la periodista que le preguntó a Bill Belichick sobre sus resoluciones de año nuevo, minutos después de perder contra Buffalo?
Holy shit. Los huevos que hay que tener.
23. Robby Anderson celebrando una recepción a pesar de que su equipo se está llevando una paliza en casa, es como cuando en la cena de navidad, luego de comerme 3 platos de pierna de cerdo, 2 tamales, 6 cervezas y 2 pedazos de postre, me siento feliz porque me serví un poquito de ensalada en la esquina.
24. Lo que más me sorprende de Quique Garay no es cómo se equivoca de manera abrupta todas las semanas, sino que no hace por donde corregir los errores, solo para que un cabrón como yo tenga sus 5 segundos de carcajadas leyendo sus Tweets.
Pssst. Noten el marcador.
25. Espero que Santa les trajera lo que pidieron de Navidad. https://bit.ly/3sDbHlm
Guillermo Chaves
diciembre 27, 2021 at 5:08 pm
Preocupa un poco no hay que negarlo, porque han habido juegos que la defensa ha mostrado deficiencias y ni de decir de los equipos especiales pero tampoco los Packers han estado exentos de lesiones o del covid, y a veces un suplente en la NFL te juega un juego mejor que un titular, eso le mete un sazón diferente. Confiamos en afianzarnos en ese primer lugar y hacer los ajustes del caso sobre la marcha, además es mejor corregir lo que sea ganando que perdiendo.