Messi vs Cristiano: El Amor Por Odiarlos

Desde niño, siempre he sido fan del Deportivo Saprissa, recuerdo que siempre le pedía a mis papás, indumentaria relacionada al equipo y siempre que jugaba de portero, clamaba orgullosamente que era Erick Lonis, el entonces guardameta titular y capitán del conjunto morado.

Conforme fui creciendo y entendiendo cada vez más el deporte que me apasionaba, mi aversión por el archirrival del Deportivo Saprissa, la Liga Deportiva Alajuelense, se fue haciendo más latente conforme pasaba el tiempo y los encuentros.

Esta aversión, se transformaba en una curiosa satisfacción cuando el equipo manudo sumaba algún fracaso y dicha satisfacción no estaba atada al fracaso enfrente al equipo morado, cualquier fracaso provocaba esa sensación y servía de excusa para agobiar a mis conocidos simpatizantes del equipo manudo.

Conforme fui expandiendo mi horizonte futbolístico hacia otras regiones futbolísticas, pude llegar a comprender que esa sensación ante el fracaso del archirrival era compartida por la mayoría de aficionados al fútbol, lo cual no llegó a extrañarme, por el contrario, era una sensación que podía llegar a comprender perfectamente.

En épocas recientes, sin embargo, sucedió algo muy curioso y es que dicha rivalidad, reservada hasta ese entonces a equipos de ligas locales, se transportó a jugadores, dos jugadores en específico, Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.

Antes de la aparición de estos dos titanes en el espectro futbolístico, este era dominado por un tal Ronaldinho, a quien el consenso general lo consideraba una estrella apreciada por los fanáticos del fútbol, pues era un deleite verlo jugar.  

Sin embargo, contrario al caso Ronaldinho, el caso Messi vs Cristiano es digno de analizar, ya que ante estos dos magos del balón, el mundo futbolístico se fracturó, creando así dos férreos bandos, aquellos que consideran a Messi el mejor jugador del mundo y aquellos que consideran que Cristiano merece dicho honor.

Y aunque si bien es cierto, siempre ha existido debate entre cuál jugador era mejor, con Pelé y Maradona siempre a la cabeza de la discusión, el caso de Messi y Cristiano tiene el aliciente de que son contemporáneos, por lo que no solo se pueden disfrutar, sino que además se pueden comparar.

Dicha batalla encarnizada entre fanáticos de uno u otro futbolista ha llegado a polarizar de tal manera el fútbol que si se disfruta a uno, difícilmente se llega a disfrutar al otro y se busca cualquier excusa para exaltar a uno y menospreciar al otro, lo cual considero estúpido como innecesario por partes iguales.

Lo que hoy hacen Messi y Cristiano es de otro mundo y difícilmente vamos a tener la oportunidad de observar algo similar, es algo de disfrutar pues somos privilegiados de poder vivir en la época de semejantes bestias del deporte, esto me llevó a pensar en esta división entre los aficionados y me surgió una pregunta ¿A quién se odia realmente?

Odiamos a Messi, un jugador como nunca antes se había visto, un fuera de serie que deleita a propios y exaspera a extraños cuando salta al campo, un jugador que los récords del fútbol parecen cromos de un álbum de coleccionables, un jugador que aquellos que lo vimos jugar, lo vamos a recordar como lo que era, un talento sobrenatural.

O por el contrario, odiamos a Cristiano Ronaldo, debatiblemente el delantero más completo que ha pisado un campo de fútbol, un jugador con una disciplina envidiable, un jugador capaz de transformar un equipo bueno en uno extraordinario, un jugador que es el terror de cualquier defensa, un jugador que pudo ponerse al nivel de un tal Lionel Messi cuando nadie más pudo.

O quizás, odiamos el hecho de que Cristiano y Messi fueran las caras de una de las rivalidades más importantes del mundo, Real Madrid vs Barcelona, entonces odiamos a Cristiano o a Messi por los goles que costaron títulos, por las humillaciones al equipo que apoyamos o por conseguir trofeos para sus clubes, es decir los odiamos por hacer su trabajo y hacerlo bien.

¿REALMENTE ODIAMOS A MESSI Y A CRISTIANO?

La respuesta no puede ser más sencilla, no se odia ni a uno ni al otro, se odia a los aficionados fanáticos que apoyan a uno de estos fuera de serie y es que al final, cuando se busca el fracaso de alguno de estos jugadores, en la inmensa mayoría de casos se busca callar a aquellos que se llenan la boca alabando a su jugador preferido y se busca ondear la bandera de: “Mi jugador es mejor”.

Esto ha hecho que se cree un amor por odiar al futbolista, así sea por esa búsqueda de menospreciar logros o de minimizar a uno de los dos frente al otro. Ambos jugadores han llegado a impactar de tal manera al aficionado del fútbol, que van a dejar un vacío de amor u odio cuando estos se retiren.

Y es que aunque suene ilógico, ser detractor es una sensación placentera, ver a Cristiano eliminado de la Euro, da a aquellos fanáticos de Messi un motivo para celebrar y achacarle a sus fanáticos el fracaso del delantero, así, como el hecho de que Messi siga activo y con posibilidades de ganar la Copa América, llena de ilusión a los fanáticos del Argentino y de desazón a los fanáticos del Luso.

Y es que para nadie es un secreto que el gran lunar del argentino es un trofeo con su selección, pero aunque lo logre, siempre se le pedirá más como la gran estrella que es y es que al final del camino, lo que podría establecer a uno por encima del otro, es conseguir la ansiada Copa Mundial, aunque francamente, es un objetivo que veo sumamente complicado para los dos fenómenos.

Al final de cuentas, ese odio por un jugador en específico, que parte del odio hacia aquellos fanáticos del jugador, al final, a quién daña es a aquel que no se da el chance de disfrutar a ambos titanes del balón.

Ya que, al final de la carrera de estos jugadores tan brillantes, al partir de los campos de juego, solo se va a encontrar la desazón de no verles más, solo se va a encontrar el arrepentimiento por no haberlos disfrutado a ambos, porque al momento en que ambos pongan punto final a su carrera, no quedará, ni siquiera, la satisfacción por odiarlos.