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1. Hace un año atrás, un amigo aficionado a los New Orleans Saints me dijo que solo quería que Drew Brees se retirará “bien”. Con cierta duda, le pregunté que me definiera que significaba “bien”.
Para él, era que Drew tuviera un partido decente si eventualmente lo eliminaban de playoffs, como prevía sucedería. No quería que nada marcara su último juego vestido de Saint, como algo para el olvido o como un recuerdo amargo.
Brees, por supuesto, no le concedió el deseo, pues apenas lanzó para 134 yardas al lado de 3 intercepciones, siendo la más grande razón por la que New Orleans quedó eliminado a manos del eventual campeón Tampa Bay.
Y es que la caída de los ídolos no es solo difícil de aceptar, sino muy difícil de presenciar. Son muy pocos los que llegan a la puerta del retiro con algo de dignidad. John Elway salió ganando el Super Bowl pero es la excepción, y el esqueleto de Peyton Manning hizo lo mismo, mientras su defensa lo cargaba en los hombros como si fuese un ataúd en el mismísimo ritual de los memes africanos.
El mismo Tom Brady lanzó un PickSix en su último pase vestido de Patriot, una pintura más recordada por sus detractores que realmente los aficionados de New England. Por supuesto, Brady se reinventó en Tampa, pero no tengan dudas de que su final será igual de catastrófico que el de las otras grandes figuras de esta liga.
Ninguna de estas pobres presentaciones finales borra, en lo absoluto, las innumerables presentaciones de éxito, los touchdowns y los Super Bowls en la era más brillante de los nombres anteriormente mencionados. Es simplemente el destino jugando su papel de villano.
Sin embargo, y a pesar de que ese final es prácticamente inevitable, siempre hay quienes se puede ir con alguna sonrisa y “a su manera”, como decía Frank Sinatra.
Ben Roethlisberger ha tenido un año desastroso -para sus estándares- y todo se ha desarrollado frente a nuestros ojos. Los aficionados de los Steelers están listos para el siguiente capítulo en la posición de mariscal de campo, sin dejar de lado el sentimiento de pena que siente a ver lo que queda de su QB.
El aficionado Steeler es orgulloso y odia perder. No se permite estar en la mitad de tabla, siempre tiene sacar pecho, especialmente por su pasado, y son difíciles de criticar porque solo una franquicia tiene la misma cantidad de Super Bowl que ellos.
Pero el aficionado Steeler, también, y especialmente los que son de la vieja escuela, es agradecido; aprecian y cuidan a sus leyendas. Mientras despiden a Roethlisberger abrazándolo poque ya es hora, también tienen un sentimiento enorme de gratitud.
Es por eso, que verlo ganarle a los Baltimore Ravens, liderando una serie de último cuarto, les infla el pecho de orgullo. Pittsburgh sabe, que a pesar de estar en un año donde parecer existir un cambio de guardia, con los Bengals, Browns y Ravens acechando y con su QB con sus horas contadas -muy contadas-, aún así le pueden ganar a su acérrimo rival.
Verán, para los Steelers el 2021 no es un tema de Super Bowl, sino un año de despedida y reconstrucción. Si ante todo esto logran meterse a playoffs por rebote, lo toman, pero no es el objetivo principal.
A la misma vez, ver a Ben pegarle a los Ravens en un juego cerrado y de altos kilates, solo puede dejar una sonrisa picarona en cada uno de ellos. Ben les ha dado 16+ de los mejores años de football americano que podrían soñar, con tres viajes al Super Bowl y dos victorias.
Ben, quién en sus inicios jugaba con todo tipo de lesiones y exponía su cuerpo por su equipo y su afición, ha sido uno de los dos mejores QBs en la historia de esta ilustre franquicia, y si nos ponemos a discutir en detalles, podría ser el mejor.
Pero decirles adiós a los ídolos duele. Te rompe el corazón, pues, se acaba una era y te presenta una ventana incierta hacia el futuro. Recuerdas las batallas con los Colts, Patriots y especialmente ante los Ravens. Unas con victorias, otras tantas con dolorosas derrotas.
Pero independientemente del resultado, esa leyenda tiene un espacio enorme en la retina, porque lo que te garantizaba siempre era la oportunidad de ganar, aunque nadie creyera que era posible.
Es tan cierta esta última frase que Ben Roethlisberger desechó su ropa del 2021 solo para devolver el tiempo en una serie, marchar todo el campo y anotar de a 7 contra su más odiado rival. Nadie pensó que era posible, excepto los aficionados de los Steelers, quienes lo han visto hacerlo una y otra vez.
Hoy Pittsburgh puede dejar ir a Ben. No tienen nada más que pedirle. Ese vistazo al pasado en la Semana 13 no es un lujo que muchos QBs puedan darle a su afición. Roethlisberger lo hizo, venciendo a Baltimore mientras todos nos comíamos las uñas, acabando a la misma vez con la posibilidad del sembrado 1 para los Ravens en la AFC.
Un clásico instantáneo para Big Ben y compañía, que quedara en la memoria de los Steelers para siempre.
2. No me imagino el festival de hamburguesas que se encontró Ben cuando llegó a casa para celebrar esa victoria.
Esos cachetes no se mantienen solos.
3. Esta versión de Baltimore se parece un tanto a lo mostrado por Pittsburgh el año pasado. Su forma de juego no iba de la mano con el récord ganador que sostenían.
Los Ravens eran sembrados número 1 de la AFC y nadie los compraba como el mejor equipo de la Conferencia. Ni siquiera estuvieron en la Crema, y pocos reclamos hubo.
Está claro que la defensiva de Baltimore ha sufrido lesiones fuertes, pero en este momento es la única unidad que responde al equipo. Y para peores será aún más frágil tras la lesión del esquinero Marlon Humphrey, quién se perderá el resto del año con un problema en el hombro.
Sin embargo, el mayor de los problemas para los Ravens llega en el costado ofensivo. Dejando de lado el partido contra Minnesota, el cual iniciaron de manera apática y luego regresaron para una victoria memorable, los Ravens están promediando 15.6 puntos por partido en 5 de sus últimas 6 presentaciones.
Si somos más quisquillosos, el promedio es de 15.2 PPG en el último mes, que incluye derrotas contra equipos inferiores como Dolphins y Steelers, y victorias apenas con lo justo sobre Bears y Browns.
¿Qué es lo mejor que hace Baltimore desde hace tres años? Exacto, correr el balón. Pero esta versión 2021 es inconsistente y menos imponente que en otras temporadas. Y sí, las lesiones son una gran razón para ello, pero ninguno de los RBs lesionados va a regresar este año, así que hay que tomarlo por lo son en este momento.
Ante Pittsburgh apenas superaron las 100 yardas terrestres por equipo, y ante Miami aquel jueves por la noche no llegaron a esa marca.
Si los Ravens no pueden establecer el juego por tierra de manera consistente, sus posibilidades de Super Bowl van a disminuir en demasía.
Lamar Jackson no funciona si no tiene esa doble amenaza bajo la manga. Cinco intercepciones en los últimos dos partidos, incluida una en la zona de anotación ante los Steelers que valían puntos, dictan que el QB no se encuentra cómodo con la identidad actual de la ofensiva.
4. El HC John Harbaugh mencionó que fue por 2 puntos porque los Ravens estaban con dos esquineros menos en lo que restaba del partido y esta presentaba su mejor opción para ganar el juego.
Entiendo la justificación, pero ¿qué pasa si Baltimore gana el volado y decide atacar? Si en ese primer drive anotan TD se acaba todo y los esquineros pasan a ser innecesarios.
Sé que son muchos escenarios hipotéticos, pero es que la justificación de Harbaugh no me llena del todo los oídos. Lo que estaba en juego era demasiado valioso como para tomar una decisión de todo o nada luego de 3 horas y media de un intenso football. El puesto del primer sembrado y esa semana extra de descanso puede ser la diferencia entre un pase al Super Bowl o no.
Ahora, en la jugada específica de la conversión de 2 puntos, los Ravens la pensaron bien porque toda la ofensiva va rumbo el lado izquierdo como un engaño de dirección, solo para dejar al TE Mark Andrews completamente solo a la derecha. La marca de Andrews es Minkah Fitzpatrick, quién juega muy mal a su asignación y se come toda la finta, como lo esperaba Baltimore.
Sin embargo, el que le gana el partido a los Steelers es nada más y nada menos que TJ Watt, quién sigue siendo un superhéroe en esa defensiva. Watt no se come el engaño, ataca directamente a Lamar y se interpone en la ruta de pase con Andrews. Eso incomoda ligeramente a Jackson, quien pone un pase atrapable, pero no perfecto.
Esas centésimas de ajuste le dan el triunfo a los Steelers, en un partido muy acelerado, como muchas otras versiones de esta rivalidad.
5. Los Detroit Lions son un equipo malo -duh- pero no tan malo como para irse sin una victoria en todo el año. Es decir, no parecieran ser compañía de los Browns del 2017 y los Lions del 2008.
Detroit les dio pelea a equipos como San Francisco, Green Bay, y Cleveland. En menor escala, debieron vencer a Chicago la primera vez que se midieron de no ser por sus propios errores. Es más, le empataron a lo Pittsburgh Steelers, en un partido que dejó el sentimiento más vacío del año para los aficionados acereros.
En Semana 3 y con el reloj en cero que por alguna razón los árbitros no marcaron, los Lions vieron como los Ravens sobrevivieron de puro milagro en su visita a Ford Field. Es decir, hay varios encuentros que pudieron ir de su lado.
Dan Campbell llegó esta semana al camerino y le dijo a su equipo que el partido contra los Vikings representaba la oportunidad de venganza, algo que no pasa muy a menudo. Detroit había perdido por dos puntos en Minnesota en la Semana 5, a pesar de que Campbell había ido a por todas jugándosela -con éxito- por dos puntos a falta de un minuto.
Los Lions pensaban y con justa razón, que no había gran diferencia entre ellos y los Vikings. Es más, lo pensaban así de los juegos ante los Ravens, Steelers y Browns, pero a estos equipos no los verán sino hasta dentro de cuatro años. No hay una revancha inmediata. Con Minnesota sí.
Para mejorar las opciones de Detroit, su rival de turno, es decir los Vikings, siempre dejan la puerta abierta para una presentación para el olvido. No hay equipo más apático en la NFL y al qué menos le importe la consistencia.
Campbell dio la orden a los Lions de que esta era la semana, si no, las probabilidades de quedar sin victorias aumentarían considerablemente. Detroit jugó mejor que Minnesota durante el partido, y a pesar de eso, los Lions casi escupen su posible victoria en el último cuarto, con errores característicos de un mal equipo.
Detroit aprovecharía que Minnesota baja o sube su nivel de acuerdo con el rival de enfrente y la ventana de oportunidad quedó abierta para un triunfo dramático.
La jugada del TD de los Lions explica completamente la identidad apática que tienen los Vikings, reflejada tanto en su HC, pero en especial en la cara de su QB Kirk Cousins, el eterno QB de .500.
El WR Kalif Raymond y TE T.J. Hockenson, alineados a la izquierda del QB Jared Goff, sirven como anzuelo para la defensa, es decir para llevarse las marcas y limpiar la zona de anotación. Para ninguno de ellos es la jugada.
Al contrario, el diseño es para el novato WR Amon-Ra St. Brown, quién debe hacer una ruta y detenerse unos centímetros antes de la zona de anotación para luego arrojarse hasta la zona pintada a celebrar.
La apatía de los Vikings es tal, que St. Brown tiene espacio para hacer la ruta inclusive dentro de la zona de anotación. Los dos defensores de Minnesota jugaron con una displicencia notable y con falta de ganas. Es una característica de este equipo en los últimos años.
6. La semana pasada mencioné que la clave de los Niners era recuperar su identidad y correr el balón hasta morir en el intento. Su éxito no estaba atado o un RB en especial, sino a WR convertido en RB, es decir Deebo Samuel.
Ante la ausencia de Samuel, San Francisco no puedo explotar jugadas largas por tierra y eso mantuvo a Seattle en posición de defender acarreos “normales”. Los Seahaws llenaron la caja de cuerpos y evitaron que los Niners corrieran por dentro y por fuera. Sin Samuel, la tarea era mucho más sencilla.
Al mismo tiempo, los Seahawks han manifestado por años que no le tienen el mínimo respeto a Jimmy Garoppolo, y eso se mostró este domingo. Seattle se sintió cómodo cada vez que Jimmy tenía el balón, porque es un secreto a voces que Garoppolo te va a regalar mínimo un balón por semana y así fue; en Semana 14 fueron 2 y un turnover en downs.
Jimmy es otro QB cuando el TE George Kittle está en el campo y eso se nota. Kittle registró 181 yardas en 9 recepciones, con 2 TDs y 39.6 puntos de Fantasy Football. Sin embargo, Jimmy solo completó 11 pases al resto de su ofensiva, haciéndolo vulnerable y predecible.
San Francisco puede ser un equipo peligroso, pero todo tiene que salir de manera perfecta para que puedan competir en esta NFL. La mínima ausencia o desbalance ofensivo y se van a meter en problemas. Los Niners no están en un escenario en el que su QB los pueda cargar, y eso, los limita cuando el rival no los respeta.
7. La victoria de Seattle significa poco para la versión 2021 de este equipo, más que un fascinante golpe al ego y a las aspiraciones de un rival divisional. Pero a futuro y pensando que Russell Wilson se mantendrá en la franquicia -algo que nadie puede asegurar-, este tipo de triunfos puede jugarles en contra.
El tema es que hay una batalla de estilos entre Pete Carroll y Russell Wilson. Mientras Carroll quiere jugar el football americano de los 90s, corriendo el balón y estableciendo el juego por tierra desde un inicio, Wilson quiere acercarse más a las versiones de Tampa Bay y en su momento más brillante, a Kansas City.
El balance entre ambos estilos sería lo ideal, pero tanto Carroll como Wilson tiene egos que están chocando desde hace un par de temporadas atrás. Lo que significa que apostaría lo que sea a que no se van a encontrar en el medio para solucionar esto.
Por lo tanto, cuando Pete Carroll tenga que manifestarse sobre porque él piensa que Seattle debe jugar de tal manera, mostrará este partido en el que corrieron 146 yardas por tierra y le ganaron a un encendido equipo de San Francisco. Wilson tendrá poco que decir, pero estará en descontento.
Este tipo de triunfos son engañosos y podrían atrapar en un estilo del pasado a Seattle. La ofensiva Seahawks sigue siendo pobre a pesar de la actuación contra San Francisco, y sigue siendo muy predecible pese a poner 30 puntos (7 de ellos llegaron de equipos especiales).
¿Saben cómo lo sé? Porque la imagen de abajo no me sorprende en lo más mínimo. Así ha sido el año de Seattle en el 2021.
8. La defensiva de Washington:
- En los primeros 7 partidos: 32.2 puntos por juego en contra y un récord de 2-5.
- En los últimos 5 partidos: 17.4 puntos por juego en contra y récord de 4-1, con 4 victoria al hilo.
Lo que pensábamos que sería la defensiva de WFT en el 2021 tardó 2 meses y tantito en mostrarse. Pero también la ofensiva ha contribuido a la mejora de sus números.
Uno de los puntos de los que nadie está hablando es lo increíblemente largos que son los drives cuando atacan. En los últimos cuatro triunfos, Washington tiene 14 series ofensivas de 9 jugadas o más, en los que terminaron con 8 TDs y 3 FGs.
Hace 4 semanas atrás contra Tampa Bay cerraron el partido con un drive de 80 yardas y más de 10 minutos. Nunca dejaron abierta la posibilidad de ver a Tom Brady en el campo una vez más.
Washington ha ganado el tiempo de posesión en cada una de sus últimas 4 victorias, y eso es absolutamente por diseño.
9. Ese partido entre Chargers y Bengals me dio algo de dolor de cabeza. Es muy difícil de analizar porque tiene momentos de brillantez de parte de sus QBs jóvenes y otros momentos de ineptitud.
Lo cierto es que el techo de Justin Herbert y Joe Burrow es tan alto como ellos quieran. Su principal objetivo de aquí en adelante es aprender a NO perder partidos por la idea de querer hacer demasiado. Esa conclusión solo llega con el pasar del tiempo.
Creo que es justo que Chargers y Bengals hoy estén con la misma marca de 7-5. Ambos son volátiles al punto de no creerlo. Te dan juegazos un día y al siguiente te dejan rascándote la cabeza ante las decisiones apresuras que llevan a errores de balón.
Este partido fue tan extraño que vio la primera ráfaga de 24 puntos anotados de Los Angeles, solo para luego ver una repuesta de 22 puntos de Cincinnati.
Cuando los Bengals iban a tomar la ventaja, llegó el fumble de Joe Mixon que cambió todo desenlace.
Los Angeles acabó con la tercera y última ráfaga de 17 puntos para cerrar el juego.
- Chargers 24 pts sin respuesta.
- Bengals 22 pts sin respuesta.
- Chargers 17 pts sin respuesta.
Ahora si me regreso a septiembre al inicio de la temporada, un 7-5 de parte de los Chargers es decepcionante por las expectativas con que llegaron entrando al año, mientras un 7-5 de parte de los Bengals, es claramente mejor de lo esperado.
Cada quién se ajusta a la Narrativa que quiera.
10. Cuando le compras zapatillas nuevas a tu abuelito:
11. Me cuesta escribir estas palabras, pero la defensiva de Kansas City genuinamente ha mejorado en el último mes. Desde la amarga derrota en Tennessee, la defensiva Chief ha permitido 11.2 puntos por partido, lo cual es una locura.
Hay algunos factores para eso. El nivel de Chris Jones es notable, a pesar de que no siempre se registra en los números. La llegada de Melvin Ingram le cayó de lujo y otros jugadores como Charvarius Ward y L’Jarius Sneed por consecuencia han subido su nivel.
Pasaron de ser el hazmerreír de la NFL, a ser una unidad competente. Y si somos honestos, era lo único que les pedíamos. No luzcan tan mal.
Claro, el aficionado de Kansas City debe estar contento y preocupado a la vez. Contento porque nunca pensó que la defensiva tenía arreglo y preocupado porque ahora es la ofensiva la que no camina.
Patrick Mahomes no ha lanzado un pase de TD en sus últimos dos partidos, y si quitamos los 5 contra Las Vegas, tiene apenas 2 TDs en los últimos 5 juegos.
Para ponerlo en contexto, en las temporadas 2018 y 2019 Mahomes tuvo solo un juego en el que no lanzó pases de anotación.
En el 2020 lanzó al menos un TD en todos los juegos (menos en el Super Bowl). Pero ahora en el 2021, ya tiene 3 partidos en el año sin pase de anotación. Solo esta temporada supera el registro de los últimos 3 años de manera combinada. Debe ser algo para preocuparse.
La buena suerte para el fan de KC es que es más fácil que la ofensiva se reencuentre a falta de un mes, que la defensiva. Es el mejor de los problemas.
12. Cuando no encuentras la zona de anotación, pero sigues ganando.
13. El esquinero de los NY Giants, Logan Ryan, dijo que él también puede ser un QB de NFL, si todo lo que se requiere es lanzar pases de 2 yardas como Tua.
Ryan, tiene un punto, pero no es el momento correcto de decirlo, en especial cuando pierdes precisamente ante el QB al que estás criticando.
En todo el año Tua Tagovailoa tiene solo un juego con más de 300 yardas. En tres de ellos promedió menos 6.0 yardas por partido o menos (el promedio de la NFL son 7.0) y apenas tiene 12 TDs y estamos en la Semana 13.
La crítica sobre Tua puede ser correcta, pero llega el peor momento. Miami ha ganado 5 al hilo y la fórmula le está funcionando. No es el tiempo ideal de decir nada contra el QB zurdo, a pesar de lo poco impresionante de sus números.
14. Los Lions registraron 203 yardas de ofensiva en el segundo cuarto, la mayor cantidad del año para ellos. También anotaron 20 puntos en ese segundo período, la única vez que anotaron 20+ puntos en TODO un partido fue en Semana 1 vs. San Francisco.
15. ¿Aquella conversación de Kirk Cousins como QB élite tras vencer a Green Bay adónde estará ahora?
16. Siento que los Buccaneers están lejos de mostrar su mejor juego aún. Un tema de lesiones, malas llamadas y hasta Tom Brady lanzando intercepciones a lo tonto.
Usualmente diría que este no es un equipo de Super Bowl por lo lento de sus arranques y porque otros equipos siempre están merodeando el cómo robarse esas victorias en las que en teoría no tienen oportunidad.
A favor de Tampa Bay es que en todo el 2020 tampoco jugaron un solo partido completo hasta el Super Bowl. En su contra es que repetir tal suerte dos años consecutivos es casi imposible.
17. Gronk anunció el sábado que todo lo que haría sería anotar “Tuddies”
Tenía razón.
18. No sé si notaron que Brandon Staley, head coach de los Chargers, no permitió que el DE Joey Bosa regresara al juego ante los Bengals a pesar de que fue dado de alta ante la posibilidad de sufrir una conmoción cerebral.
No sé si Staley estará en lo correcto en sus métodos, pero lo innegable es que es un head coach completamente diferente. El 99% de los entrenadores hubiese enviado a Bosa al campo tras ser dado de alta, Brandon dijo que lo necesita fresco para el futuro y no era necesario arriesgarlo.
19. Matt Nagy está 2-13 en su carrera cuando tiene 7 días o más para preparar si siguiente juego.
20. La AFC es una batidora:
- Los Ravens le pegan a los Chargers 34-6
- Los Chargers le pegan Bengals 41-22
- Los Bengals le pegan a los Steelers 41-10
- Los Steelers le pegan a los Ravens 20-19
21. Esta foto es una maravilla.
22. Gardner Mishew y su papá
23. Chú chú, viene el 77
24. El RB Javonte Williams de los Broncos, se convirtió en el primer novato en correr para más de 100 yardas y registrar 75 yardas vía recepción en la historia de la franquicia de Denver.
25. Gracias a todos los que se han suscrito al Podcast de NFL Latino TV y a todos los que me enviaron los pantallazos de Spotify Wrapped como su Podcast favorito.
En el último episodio hablamos sobre el Patriots vs Bills de esta noche y aún está a tiempo de escucharlo.
26. Voy a incluir un par de Pensamientos mañana sobre lo mostrado en el MNF entre Pats vs Bills. Así que pueden volver a este enlace tras finalizar el juego.
27. Eres el ganador de la gorra o bobblehead que regalamos la semana pasada. Espero que veas esto y me hables por DM.
28. Feliz Lunes
29. Tom Brady tiene 35 TDs totales en lo que va del año, más que los: Packers, Ravens, Browns, Seahawks, Dolphins, Raiders, WFT, Broncos, Jets, Steelers, Falcons, Panthers, Bears, Lions, Jaguars, Giants y Texans.
¿Es tiempo de llamarlo? https://bit.ly/3oqQ8BM
BONUS TRACK
30. En noviembre del 2013 estaba sentado en la fila 5, cerca de la yarda 20 de Gillete Stadium. Frente a mi había un estadio tan ruidoso como lo puedan imaginar, en absoluto éxtasis tras ver a los New England Patriots regresar de 24 puntos sobre los que eventualmente serían los campeones de la AFC ese año, los Denver Broncos.
Cuando los Patriots ganaron el volado en tiempo extra, poco importaba que estuviéramos a -15° luego de 4 horas en la intemperie. El ruido que desplegó ese estadio fue de locura.
Ganar el volado en tiempo extra significaba tener el balón y tener la posibilidad de acabar el juego en un drive. Obviamente, pides el balón.
Sin embargo, Bill Belichick, tan meticuloso y exquisito en cada detalle tenía otra cosa en mente. A diferencia de su contraparte en Denver, Belichick no tenía interés de arrancar con el balón, sino jugar con el viento a su favor y obligar a Peyton Manning, en su temporada de récord (anotó 55 TDs ese año), a ir en contra de los elementos.
Manning no pudo avanzar en ofensiva, los equipos especiales de Denver cometerían un error de balón y el resto es historia.
Traigo este pequeño recuerdo para refrescarles la memoria sobre como Belichick cuida cada detalle que le pueda dar una ventaja en un partido de football americano. Poco importa, si va en contra de lo que dictan otros “expertos”.
New England es un equipo que, si gana el volado al inicio del juego, usualmente le da el balón al rival para poder arrancar el segundo tiempo con posesión. Esto ha pasado por los últimos 20 años, sin embargo, en el duelo del lunes por la noche la posesión del balón poco importaba, sino más bien era hacia donde se atacaba.
Belichick estuvo feliz de concederle viento a favor en el primer y tercer cuarto a los Bills, porque esto significaba que Buffalo iría en contra en los momentos más apremiantes del partido. No es obra de casualidad que los Bills fallaran un FG clave en el último cuarto en su penúltima posición. Esos tres puntos le abrieron toda posibilidad de defensa a los Patriots.
Si Buffalo convierte esos 3 puntos, el juego cambia completamente en las últimas 2 posesiones, pero al estar en contra del viento, por ordenes de don William Belichick, Buffalo tuvo que jugársela a la suerte y pedirles a los dioses del football que les echara una mano, pero no los escucharon.
Detalles como estos son la razón por la que los New England Patriots estarán en la conversación de playoffs por el resto de la carrera de Belichick, sin importar quienes estén en la planilla. Bill siempre le dará una oportunidad a su equipo de ganar este tipo de juegos.
¿Recuerdan aquella mini-sonrisa diabólica de Belichick contra los NY Jets hace unos años atrás? Así mismo me lo imagino analizando el video del lunes por la noche ante los Buffalo Bills.
Una cosa es ser un equipo corredor que tiene éxito semana a semana con diferentes variantes de esquema, otra cosa es ser un equipo exitoso corriendo el balón cuando la defensiva sabe que solo eso es lo que pretendes hacer. Eso es majestuoso.
Los de New England fue una imposición de estilo, un dominio en la línea de golpeo, un football americano de otra época y quienes fuimos testigos del partido, tuvimos viaje de tres horas de admiración por un planteo que no tiene sentido para muchos en el 2021, pero que funcionó en el más crítico de los momentos.
La actuación de los Patriots en Buffalo también significa que New England puede migrar a varios estilos dentro de una misma temporada. Esto era común con otras versiones del equipo, pero no sabíamos si lo tendrían este año. Esas dudas quedaron disipadas.
Por ahora la AFC pasa por Gillete, como ha sido costumbre durante 20 años, pero si en el cierre de la temporada regular las cosas cambian, New England ha probado que puede ir a cualquier estadio del mundo a competir y con una alta probabilidad de ganar.
En la NFL este estilo de juego, imponente en la línea de golpeo viaja, y prevalece en Foxborough o en la luna. Eso debe dejar con una sonrisa al aficionado Patriot.
31. En una nota mucho más egoísta, lamento mucho que no pudiéramos ver a Mac Jones en momentos críticos, en Primetime, contra un rival de calibre.
Jones no tiene la culpa de ello, en lo absoluto, pero el tema arroja mera curiosidad sobre el compartimiento que tendrá en tiempo “clutch”. Por ahora, no sabemos si New England tiene un QB que los pueda cargar al éxito de Super Bowl. Imagino que tendremos otras oportunidades de averiguarlo en el futuro próximo.
32. Por el lado de Buffalo las dudas sobre si este equipo puede acceder al Super Bowl son aún más grandes tras el MNF.
Las 5 derrotas que tienen en el año tienen exactamente las mismas características. Tanto Pittsburgh, Tennessee, Jacksonville, Indianapolis y New England fueron mucho más físicos que los Bills.
Los Titans (146 yds por tierra), Colts (264 yds por tierra) y Patriots (222 yds por tierra) en particular, les pudieron correr hasta la cocina, y no hubo nada que Buffalo pudiera hacer por detenerlos. En promedio los Bills permitieron 210.5 yardas por tierra en esas tres derrotas.
El mapa de como vencer a los Bills está marcado y patentado. Lo peor es que esos tres equipos estarán en playoffs, por lo que Buffalo no podrá evitarlos a todos.
A la misma vez quedé algo decepcionado del HC Sean McDermott. Estuvo exageradamente emocional en el partido y en la conferencia de prensa. Imagino que su enojo tuvo que ver con el hecho de que Bill Belichick le estaba dando 100 vueltas en televisión nacional, en un año en el que Buffalo salía como favorito al Super Bowl.
33. ¿Hasta adónde es meticuloso Bill Belichick con el viento? En este video https://youtu.be/1ZufziHTQ2k?t=22 se queja de que la NFL está abriendo y cerrando el techo del estadio en Atlanta minutos antes del inicio del Super Bowl. Eso afectaría su patada inicial. Todo juega.
34. Por último, les dejo esta joya de Joe Buck del lunes por la noche, quemando a Peyton Manning.
Peyton: “¿Alguna vez has querido tener invitados en un partido cuando el marcador ya es una paliza?”
Buck: “Claro, la última vez que pensé eso fue cuando ustedes jugaron contra Seattle en el Super Bowl”.
Boom.
Leo comentarios.
@DondeAlonzo
Enero del 2014, Denver, estadio Mile High. Recién corrieron unos minutos tras la clasificación los Broncos al Super Bowl 48, perdido en el estadio -algo que me pasa a menudo- me encontré en un pasillo aislado frente a frente con una leyenda viviente de la liga. 'Buen juego', le dije sin pensar mucho, 'Gracias' respondió el 18 mientras extendió su mano para saludarme. Una gran anécdota, pero de inmediato entendí que la suerte estaba echada para los Broncos. Acabé con la suerte del gran Peyton Manning.
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Oscar
diciembre 9, 2021 at 2:13 pm
Gracias infinitas por esta columna, llore con la primera parte de esta, al recordar todas las alegrías que nos ha dado Ben, es difícil saber que se esta acabando una era en Pittsburgh, pero las cosas son los que son. Por otro lado te comento, que pensé que era el único que había notado que todo el éxito de la ultima jugada fue de T.J. Watt, sin su presión constante en todo el partido no se hubiera decidido el juego en esa jugada, saludos Alonzo.