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1. Usualmente no me gusta escribir de esta manera, pero para ponerlo en un contexto sencillo: Dak Prescott tiene a los Dallas Cowboys tomados de los huevos.
Verán, ese tipo de escritura no va con el estilo que me enseñó mi madre, maestra de escuela desde que me obligaba a escribir “ensayos” o “redacciones” cuando tenía 7 años. Pero en este caso, es la única expresión correcta para el tema contractual entre Dak y los Cowboys.
Esta semana salió la noticia de que Dallas no ajustará el contrato del mariscal de campo, lo que obligará a los Cowboys a cargar con un golpe de $55.4 Millones en el tope salarial durante el 2024 en la posición de QB.
Ese número es el 2do más alto en toda la NFL, solo por detrás de los $63.9 Millones de Deshaun Watson y los Cleveland Browns.
Naturalmente, todos los que seguimos la NFL de cerca pensamos que Dak y los Cowboys encontrarían la manera de bajar ese golpe al tope firmando un nuevo contrato. Es lo que usualmente hacen los equipos.
Sin embargo, la noticia de que Dallas está dispuesto a esperar y a que Prescott juegue su último año de contrato, este 2024, la verdad es que no la vi venir.
Mi primer pensamiento fue que tal vez, solo tal vez, los Cowboys podrían inclinar un poco la balanza mostrando que no se sienten intimidados por una vida sin Prescott.
Siempre me ha llamado la atención como los equipos acaban regalando contratos absurdos sin sentido a tipos de mediana calidad, solo por miedo a sentirse abandonados.
En una relación de pareja, la persona que se muestra necesitada tiene todas las de perder y es hasta que pone un límite cuando las cosas se nivelan.
Este el contrato que Dallas le dio a Dak en 2021:
- 4 años $160 Millones totales.
- $40 Millones en promedio (el más alto al momento de la firma)
- $126 Millones garantizados (el más alto al momento de la firma)
- Cláusula de que no podrá ser cambiado sin su aprobación.
- Cláusula de que no podrá ser etiquetado por Dallas.
Ese contrato lo ganó por goleada el campamento de Dak, por el simple hecho de que Dallas negoció con miedo en sus ojos.
Mi pensamiento va atado al hecho de que tal vez este es el límite de los Cowboys. Tal vez, solo tal vez.
Por ejemplo, en mi cabeza nunca entenderé porque los Minnesota Vikings insistían en extender año tras año a Kirk Cousins a números garantizados casi de récord, cuando el tipo entregó una victoria de playoffs en todos estos años en Minnesota.
Los Vikings, hasta esta temporada, eran los propulsores de pagar premium por un desenlace apático.
Dallas no se queda muy atrás.
Hasta hoy, Prescott tiene 2 victorias en postemporada en toda su carrera y a pesar de que ha ganado 12 partidos de temporada regular en cada uno de los últimos 3 años, una única victoria de playoff en ese período no justifica su alto precio.
Tal vez Dallas se cansó de vivir con el miedo del posible abandono, del hecho de pensar que tal vez una vida sin Dak a tan alto precio es lo que necesita para reiniciar a la franquicia tras años y años de chocar con pared cada vez que llegan a postemporada.
Mi segundo pensamiento es que se podría tratar de una simple técnica de negociación de Dallas y que al final del año, lleguen a un acuerdo. Es completamente posible.
El tema es que el hecho de que los Cowboys estén dispuestos a comerse $55.4M en el tope salarial en 2024 es un claro mensaje de que esto parece ser más que solo una táctica.
Es un hecho que ellos están dispuestos a equiparar más la mesa de negociación, pues, esto implica tener un peor equipo esta temporada, ante la ausencia de espacio para firmar nuevos y mejores jugadores.
Y es que Dallas tiene encima una tormenta de números que no recuerdo haber visto en la NFL antes. No solo se trata de renovar o no a Dak, sino que haciendo fila vienen el OLB Micah Parsons y WR CeeDee Lamb, ambos estirando la mano para recibir un nuevo contrato de parte de Jerry Jones.
Tengo mucha curiosidad en conocer el desenlace del tema de Dak. La encrucijada de los Cowboys en este momento es como todo en la vida, es decir, analizas las posibilidades, tomas una decisión y vives con las consecuencias.
Dallas está en el medio de la intersección, preguntándose si quiere vivir en el mundo de los equipos que no tiene mariscal de campo o en el mundo en el que estás pagando premium por carne de supermercado.
La opción B ya la conoce bien y parece estar cansado de ella.
La pregunta realmente es cuál de estas alternativas te acerca más a un Super Bowl a corto, mediano o largo plazo.
La respuesta es lo que hace a este escenario de Dak vs Dallas, un capítulo más de la fascinante novela que es la NFL.
2. En uno de los reportes menos sorpresivos en el mundo de la NFL, los Giants están dispuestos a admitir que cometieron un error con el contrato de $40 Millones por año que le dieron a Daniel Jones.
“Si se enamoran de un mariscal de campo (GM y coach) y creen que vale la selección número 6 o moverse hacia arriba en el draft, definitivamente lo apoyaría”, dijo el propietario de los Giants, John Mara, el lunes en la reunión anual de la NFL.
Al menos, New York no se ató al mariscal de campo por más de 2 años, por lo que después de la temporada 2024 podrán cortarlo tras pagarle $80 Millones en 2 temporadas. Lástima dinero.
El contrato de Jones es prueba irrefutable de que los equipos de la NFL se dejan llevar por el mercado y la bulla de los medios de comunicación, y, al contrario, no establecen sus propias opiniones/evaluaciones sobre temas tan importantes como la posición de mariscal de campo.
De ahí que la posición en este momento de los Dallas Cowboys con el tema Dak tiene el potencial de cambiar el rumbo de estos contratos.
Y digo potencial, porque en cada palabra que escribo reconozco que le estoy colocando demasiada fe a Jerry Jones y compañía.
3. Hablemos un poco sobre el cambio de reglas presentado por la NFL esta semana y la evolución del juego.
Lo primero es que la NFL de antaño con la que crecimos muchos que vemos el football americano está muerta.
Eso no es necesariamente malo, pero como personas que nos gusta discutir la NFL desde el punto de vista del mejor de ahora contra el mejor de antes, habrá que recordar siempre que la NFL de Mahomes no es la misma que la de Brady, Favre o Montana. Podría discutirse que son hasta deportes distintos.
La nueva regla del kickoff tiene el potencial para regresarle algo de emoción a la patada de despeje.
Nos habíamos acostumbrado tanto al touchback, que yo hasta estaba dispuesto a conceder que todos los drives salieran de la yarda 25 y así nos ahorrábamos la burocracia que envolvían esperar esos 2 minutos sin acción entre patada, touchback y anuncios.
Afortunadamente, la XFL trajo consigo varias ideas interesantes, incluyendo una alternativa a la patada de despeje.
Por la distancia en la que arrancan los jugadores, la NFL está previendo golpes menos violentos a una velocidad descomunal y por ahí, menos lesiones.
Lo primero que pensé cuando vi el video de ejemplo fue en Terrell Davis. Sí, el corredor 2 veces campeón del Super Bowl y MVP del juego en la edición XXXII.
Verán, Davis entró como un 6ta ronda a la NFL y con muy poca oportunidad de éxito. Sin embargo, durante su temporada de novato en 1995, Davis dio un golpe brutal jugando en los equipos especiales y a la velocidad descomunal que les hablé anteriormente.
El coach Mike Shanahan admitió que se sintió impresionado por el golpe, especialmente porque Terrell Davis no era un tacleador por naturaleza. Shanahan asoció ese golpe con la rudeza con que Davis podía jugar la posición de corredor y empezó a darle más oportunidad tras esa jugada.
Eso desembocó en 4 temporadas de manera consecutiva con más de mil yardas por tierra, incluyendo 2008 yardas y 21 TDs en 1998 cuando los Broncos ganaron el Super Bowl.
Ese tipo de historias como la de Terrell Davis son una en un millón y no son un gran ejemplo de porqué la NFL debería mantener la regla como antes. Pero tengo que confesar que Terrell fue el primer nombre que se me vino a la mente tras conocer el cambio. De ahí que menciono que entre décadas podemos ver a una NFL tan diferente que podría ser hasta un deporte completamente distinto en cada evolución.
El otro tema es que pareciera, y esto solo lo sabremos cuando lo apliquen, que existe el potencial para que los jugadores regresen las patadas hasta el TD tras solo tener que rebasar una línea de bloqueo o 2 a lo mucho.
Entre el conocimiento de que se trata de una regla completamente nueva, que deberá ser practicada millones de veces para ser perfeccionada y el ingenio de los equipos especiales, podríamos ver más TDs que en años recientes. O al menos eso espero.
4. La otra regla, y tal vez, la más polémica de ellas, es la abolición del “hip drop tackle” como forma de juego.
Entendiendo la forma en que la NFL ve esta jugada, la realidad es que la liga está buscando menos lesiones ante una forma de tacleo que ha sido polémica desde hace varios años.
Sin embargo, como todo en la vida, una vez alteras algo en un sector, vienen efectos mariposa indiscutibles en otros.
Que sea una buena decisión o no, será cuestión de tiempo, pero mis primeros pensamientos es que habrá efectos directos que podría desembocar en otro tipo de lesiones.
Por ejemplo, al no poder ir por el cuerpo desde atrás, los jugadores irán por las piernas, lo que inevitablemente podría generar lesiones de tobillo y rodillas. Quitas una forma de lesión para abrirle la puerta a otras.
También asumo que los jugadores irán por los hombros, lo cual incurrirá en una forma de tacleo extraña, y que conlleva, seguramente, más riesgo para golpes en la cabeza a gran velocidad.
No estoy diciendo que es una mala intención de la NFL el abolir esta técnica de tacleo, solo que estemos abiertos a la posibilidad de que esto podría desembocar en otro tipo de lesiones.
A su vez, los defensivos deberán cambiar sus técnicas abruptamente.
Digamos que juegas fútbol y tienes una forma de golpeo del balón que te enseñaron desde que tenías 5 años, pero de pronto te dicen que ya no puedes golpear el balón así. El cambio es absolutamente dramático, especialmente para los que son profesionales en este momento y han hecho esto por décadas.
El cambio también afectará a los jugadores universitarios, quienes vienen de una escuela y una línea de aprendizaje completamente distinta al que ahora va a predicar la NFL.
Para ver esta nueva regla en acción completa, me esperaría al menos unos 5 años. Diría que en 5 años la siguiente generación podrá ser entrenada para evitar tal forma de tacleo y a partir de ahí, ver una evolución más clara de las alternativas para detener al jugador ofensivo.
No creo que la NFL está buscando la manera de favorecer a la ofensiva en este caso, sino más bien es un tema de evitar más lesiones.
Sin embargo, es difícil defender esa afirmación cuando en la misma semana sale el reporte de que la NFL está “preocupada” porque los equipos están haciendo menos puntos.
Y es que esto es algo que lo he comentado hasta la saciedad en podcasts y Pensamientos. Estamos ante una NFL mediocre -odio esa palabra-, con jugadores de mucho menos calidad que sus versiones anteriores.
Se ha dejado de enseñar las técnicas correctas en cada una de las posiciones y tenemos muy poca paciencia para mejorar a los jugadores.
Tenemos peores líneas ofensivas, peores referís y menos paciencia para desarrollar todo el potencial de QB.
Todo eso desemboca en un bajón de calidad abrupto, y el peor escenario es acostumbrarnos a que así es la vida en la liga a partir de ahora. Me rehúso.
En fin, el buen Raul Allegre hizo un gran hilo en Twitter sobre esta regla y creo que vale la pena leerlo.
5. Caleb Williams recibió críticas, rayando en el odio a su persona, por este video que ven abajo.
Las redes sociales apuntaron a sus manerismos, sus uñas y el color del protector de su teléfono.
Independientemente de lo que esto pueda significar o no, Caleb está recibiendo más ataques de lo normal en redes sociales para cualquier QB novato en los últimos años.
Temo por la salud mental de Williams a futuro, pues, apenas el chico falle o no se muestre tan bueno como dicen los reportes, le van a caer encima despiadadamente.
Sus intangibles son hasta este momento la única preocupación sobre su estado como selección número uno global del draft 2024.
Él mismo ha dicho que es un tipo muy emocional y creo que dentro de lo injusto de los ataques contra su persona, es justo preguntarse si tendrá la fuerza mental para digerir todos los comentarios en su contra, una vez sea profesional.
Porque siendo muy honesto, apenas esto comienza para Caleb.
6. Durante muchos años he mencionado que, a la hora de formar un equipo exitoso, lo primero que deberías construir, a pesar de lo poco sexy que suene, es la línea ofensiva.
- Una buena línea ofensiva hace un QB mediano, uno bueno.
- Una buena línea ofensiva hace de un buen QB, uno excelente.
- Una buena línea ofensiva hace de un QB excelente, uno legendario.
- Una mala línea ofensiva derrumba todos los planes de éxito de un equipo.
Pero que no sea yo quien se los explique, mejor Jim Harbaugh, quien lo tiene muy claro.
7. El codo de Jayden Daniels parece que tiene vida propia.
Aquí la explicación de un doctor
¿Afecta esto algo en su valor del draft?
Pues no.
8. No sé si alcanzaron a ver la declaración del head coach de LSU, Brian Kelly, sobre su QB Jayden Daniels.
Esencialmente Kelly acabó la entrevista diciendo “Terminará haciendo grandes jugadas para Washington”.
Lo que alertó a más de uno, moviendo efectivamente las líneas de apuestas para que ahora los Commanders sean los favoritos para tomar a Daniels con el pick número 2 del draft.
Me encantan estas novelas de espías. No voy a mentir.
9. En más drama de offseason, el dueño de los Jets, Woody Johnson, envió un tweet desmintiendo el rumor de que él y el entrenador del equipo, Robert Saleh, tuvieron un altercado durante la reunión de la liga esta semana.
El reporte fue hecho en el podcast de AroundTheNFL que le pertenece a NFL Network y el comentario vino de Colleen Wolfe, quien es una personalidad del canal, pero no precisamente una reportera.
Wolfe mencionó que ella no estuvo en la reunión de la liga, por lo que su reporte fue de una fuente cercana al equipo que sí estuvo ahí.
Independientemente de que Wolfe tuviera razón o no, el hecho de que Johnson tuviera que salir a desmentir el reporte llama la atención. Después de todo, discutir con un empleado es lo más normal de mundo, pero si tienes que desmentirlo de tal manera, es cuando el río suena…
10. El punto de la semana en el Miami Open.
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Y de paso deja un comentario, carajo.
@DondeAlonzo
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Enero del 2014, Denver, estadio Mile High. Recién corrieron unos minutos tras la clasificación los Broncos al Super Bowl 48, perdido en el estadio -algo que me pasa a menudo- me encontré en un pasillo aislado frente a frente con una leyenda viviente de la liga. 'Buen juego', le dije sin pensar mucho, 'Gracias' respondió el 18 mientras extendió su mano para saludarme. Una gran anécdota, pero de inmediato entendí que la suerte estaba echada para los Broncos. Acabé con la suerte del gran Peyton Manning.