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Esta semana me preparaba para escribir una columna sobre la importancia de los QBs suplentes en el 2020. El enfoque básicamente trataba sobre como los equipos deberían correr por firmar a jugadores como Cam Newton y Colin Kaepernick, a pesar de todas las interrogantes que hay sobre ellos.
Los Patriots no tardaron más que horas en echarme a perder la columna con la sorpresiva firma de Newton, sin embargo, la firma da en el clavo.
Queramos o no al 2020 habrá que separarlo de todo lo conocido antes. Está claro que no ha sido un año normal bajo ningún contexto, entonces, no puede ser analizado como los anteriores y esto incluye cualquier departamento en la vida; el deporte también.
Si la NFL quiere tener una temporada completa sin grandes sobresaltos -buena suerte con eso- tendrán que aprender a vivir con el virus del Covid-19. Es decir, no podrá suspender su temporada por que uno o varios jugadores dieron positivo, como lo hicieron la otras ligas en su momento.
Y no tenga la menor duda de que habrá -y muchos- positivos durante la temporada. Es por eso por lo que los suplentes se vuelven ahora más importantes que nunca en todas las posiciones, pero ninguna más que en la de mariscal de campo.
No se sorprendan si los equipos utilizan hasta 70 jugadores en la temporada. Es una de las ideas que tiene que la liga durante los siguientes 6 meses, pero que aun no se anima a anunciar. Es casi como una versión menor a la película The Replacements
Entonces imaginen que el QB Deshaun Watson da positivo en media temporada. La NFL inmediatamente lo aislará y lo pondrá en “cuarentena” por las siguientes dos semanas. Dependiendo de su evolución, Waston se perdería como mínimo 2 juegos y tal vez 3 o 4.
Los Texans estarían por ese mes liderados por AJ McCarron, quien, si bien tuvo una gran hoja de vida en Alabama, como profesional se quedó en el olvido. El punto importante aquí es que habría un descenso enorme en cuanto a talento del QB1 al QB2 por el tema del virus.
Houston es un equipo que no puede darse el lujo de perder a Watson pero que en el 2020 existe la posibilidad -y muy alta- de que pueda suceder. Dos o tres derrotas significan la diferencia entre postemporada o no dentro de una división que promete estar cerrada.
Ahora, en una eventualidad más dramática, el descenso de Tom Brady a Blaine Gabbert en Tampa, o de Russell Wilson a Geno Smith en Seattle es todavía más aparatoso y podría acabar con la temporada de estos equipos en caso de que alguno de los QBs titulares se enferme.
De ahí que la firma de Cam Newton y Colin Kaepernick toma una importancia más notable que en años anteriores. Ya no se puede analizar la llegada de uno de estos jugadores de manera tan simplista, es decir, vale o no vale la pena. Ahora es segurísimo que vale la pena tenerlos, pues es una necesidad el tener a un suplente importante en el equipo.
CAM NEWTON ES UN ROBO PARA NEW ENGLAND
La posición de mariscal de campo se veía débil en New England antes de la firma de Cam Newton. El desconocido Jared Stidham y Brian Hoyer no prometían grandes ilusiones para los aficionados, aunque entiendo que muchas veces uno se vende la idea de que va a funcionar. Todos nos mentimos de vez en cuando.
Ahora con Newton existirá una competencia que va a obligar a Stidham a mostrar su mejor versión o su trabajo -que realmente nunca ha sido suyo- será rápidamente del QB ex de los Panthers.
Cam llega por $7.5 Millones durante un año. Es un contrato que a todas luces hablan de que Newton se está retando. Es decir, firma así para “ganarse” los siguientes años, ya sea con los Patriots o con alguien más. Es una apuesta sobre sí mismo.
Honestamente, por lo explicado arriba, Cam fácilmente hubiese podido cobrar el doble en cualquier otra franquicia como suplente. Su nuevo contrato es de running back y nunca de QB ex MVP de la NFL. Taysom Hill ($16M) y Jacoby Brissett ($15M), ambos suplentes y de menor jerarquía que Newton, cobran el doble.
Asumo que el salario tan bajo está atado a tres situaciones puntuales. 1) El aura Bill Belichick, eso está claro. 2) El hecho de que ganarse el puesto de titular es un objetivo muy, muy posible en New England. 3) Josh McDanields es un OC que no teme en modificar su esquema para favorecer a su QB.
▪ EL CICLO COMPLETO
Tom Brady: Patriots -> Bucs.
Jameis Winston: Bucs -> Saints
Teddy Bridgewater: Saints -> Panthers
Cam Newton: Panthers -> Patriots.
▪ EL CHOQUE CULTURAL
Pasé como 20 minutos leyendo los comentarios de los aficionados de los Pats. El 90% desaprueba la firma y es porque se trata de una personalidad que atenta contra todo lo que se conoce sobre New England, o al menos en teoría.
Newton es el tipo de persona que escribe así en Redes Sociales: “ñøt âłł štørmš čømë tø dïšrûpt ÿøûr łïfë, ŠØMĒ ČØMĒ TØ ČŁĒÄR ¥ØŪR ₽ÄTH” , pero que también te puede lanzar varios TDs para ganar un juego.
New England ya ha tenido personajes polémicos a través de su historia: Randy Moss, Chad 85, Albert Haynesworth y más recientemente Antonio Brown. Algunos funcionan y otros no, pero no se puede culpar a Belichick por intentarlo.
La gran diferencia ahora es que la cultura de los Patriots podría sentir un vació significativo al no estar el soldado número uno del régimen. Sí, ese que ahora anda muy suelto en Tampa Bay.
Otro detalle importante es que los nombres anteriormente mencionados era jugadores de un rol específico. A ninguno de ellos se les pedía ser el líder de la franquicia. Newton, al ser QB, se le pedirá un estándar más alto y es por eso por lo que las dudas sobre el shock cultural del imperio Patriot vs. La actitud diva de Cam son muy válidas.
Lo cierto es que New England ha hecho una apuesta barata por un mariscal de campo que no está ni cerca de estar acabado a sus 31 años, que parece estar listo para retomar el protagonismo en un lugar que -en teoría- es el ideal.
Los Patriots acaban de hacer la extraña temporada 2020 aún más interesante.
La Agencia Libre de Peyton Manning en 2012
Enero del 2014, Denver, estadio Mile High. Recién corrieron unos minutos tras la clasificación los Broncos al Super Bowl 48, perdido en el estadio -algo que me pasa a menudo- me encontré en un pasillo aislado frente a frente con una leyenda viviente de la liga. 'Buen juego', le dije sin pensar mucho, 'Gracias' respondió el 18 mientras extendió su mano para saludarme. Una gran anécdota, pero de inmediato entendí que la suerte estaba echada para los Broncos. Acabé con la suerte del gran Peyton Manning.