Aaron Donald Vale Cada Centavo de su Nuevo Contrato Y Más

No recuerdo bien cuándo fue la primera vez que vi a Aaron Donald, pero sí la última, siempre la última. Es lo que tienen esa clase de jugadores, que son capaces de renovar de manera constante su colección de postales para la memoria.

La imagen del defensivo de Los Angeles Rams apuntando a su dedo en señal del anillo después de sellar la presión definitiva a Joe Burrow en el Super Bowl LVI, le valió convertirse en el jugador no-quarterback mejor pagado en la historia de la NFL, al firmar un contrato de $95 millones de dólares por los próximos tres años, el cual le asegura un promedio de $31.6 Millones por temporada, algo sin precedentes para quien no tiene la responsabilidad de lanzar el ovoide.

Siempre he pensado que en esta liga de millones de dólares no solo se tiene que ser bueno, sino muy bueno. El fenómeno se ejemplifica con los quarterbacks, que a menudo imponen la condición de mejor pagado a los mariscales buenos, pero poco después, sólo los muy buenos, es decir los Rodgers, los Mahomes, vuelven a ocupar el lugar de privilegio.

En el caso de Aarón Donald existen pocas dudas, en el relato de un defensivo que, sin ser el más alto, pero sí el más fuerte, ha dominado la liga desde que los Rams lo seleccionaron en el draft del 2014, con el pick número 13, para colmo de los supersticiosos, en una paradoja en la que la mala suerte no juega para el equipo implicado, sino para quien lo enfrenta.

Los Números de Aaron Donald Y Su Nuevo Contrato

En ocho temporadas, Donald ha sido seleccionado en el mismo número de ocasiones para el Pro Bowl y siete veces para el equipo All Pro. Fue novato defensivo del año en el 2014 y defensivo del año en el 2017, 2018 y 2020.

Más allá de las estadísticas, el dominio de Donald es más bien abstracto, como una fuerza que va mermando a su enemigo hasta que lo deja cazando fantasmas, con la certeza fulminante de que al defensivo de los Rams se le detiene a veces, pero no más.

Siempre he pensado que el futbol americano encuentra la manera de ser justo en sus múltiples formas. Si los quarterbacks son los mejores pagados por la responsabilidad que conlleva el tomar decisiones en apenas segundos, deben ser los encargados de meterles presión los que reciban una retribución acorde a su labor dentro del campo, como si en su linaje estuviera el antídoto.

Y es que Donald, desde su posición en la línea, no necesita mayor espacio para superar los bloqueos, a veces simples y a veces dobles. Su fuerza suele repartirse en sus manos, pero también en el juego misterioso de sus pies, superior al del resto.

En sus ocho campañas, Donald ya tiene 98 capturas, las cuales lo convierten en líder histórico de una franquicia que encontró al hombre capaz de cambiar la historia.

Antes del Super Bowl ante los Bengals, Donald habló desde el fondo de su consciencia. El defensivo aseguró que lo único que le faltaba era un anillo en su mano. Ya en el 2018 se había quedado cerca, pero su espíritu no alcanzó para superar el genio de Brady y Belichick. La temporada pasada no hubo quien lo detuviera.

Los 31.6 millones de dólares por campaña le permiten superar en la lista de mejor pagados a figuras como el receptor Tyrek Hill, con 30 millones, o el linebacker TJ Watt, con 28. Y es que ellos son buenos, o muy buenos, pero Aaron Donald es muy muy bueno, ahí siempre estará la diferencia.