Dicen que el lado positivo de estar en el fondo, es que solo queda subir. Dicen también que la noche es más oscura cuando está a punto de amanecer. Esto lo entendió bien Sam Hinkie, gerente general de los Philadelphia Sixers.
Hinkie sabía que para llevar a los Sixers a su antigua gloria, debía llevarlos primero a la ruina. Un plan arriesgado y difícil de comprender para los fanáticos, que siempre esperamos resultados inmediatos. Se necesitaba visión a largo plazo para entender este proceso, pero más importante, se necesitaba confianza. De aquí surge la conocida frase que ha acompañado al equipo desde entonces: #TrustTheProcess
THE PROCESS
¿En qué consistía esta reestructuración que inició Hinkie? Sencillo. El equipo tenía que jugar el peor basketball de la liga. Recordemos que en la NBA en español, los equipos que no logran clasificar a la postemporada son invitados al draft lottery. El premio mayor es la primera selección del próximo draft.
¿Cómo funciona esta lotería? Como cualquier otra, es cuestión de suerte. La liga le da más probabilidades a los equipos que más partidos pierden. Entre más cercanos estuvieran los Sixers del último lugar, más cerca estarían de su futura estrella. Una lógica sencilla.
La imagen presenta las últimas 10 temporadas regulares de los Sixers. Hinkie llegó al equipo en el año 2013. Se nota el impacto inmediato de su filosofía.
Los Sixers tuvieron la tercera peor temporada de su historia con tan solo 19 victorias. Recordemos que los jugadores son profesionales y que no van a perder por gusto. ¿Cómo se logró el objetivo? Hinkie se encargó de desarmar el equipo, traspasando a sus mejores jugadores a cambio de picks y menor talento. No solo era mejorar las probabilidades en la lotería, era también conseguir más posibilidades en el draft.
En las próximas temporadas se obtuvieron récords aún peores. 18 y 10 victorias por temporada fueron el medio para conseguir una enorme cantidad de selecciones de primera y segunda ronda. Era cuestión de invertirlas sabiamente.
Algunos le dirán tanking, otros analytics. Puede ser una mezcla de los dos, escojan la opción que más les guste.
¿DIO FRUTOS EL PROCESO?
El objetivo principal es ser el equipo campeón. Cuando los equipos sienten que están cerca de serlo, entran en un momento que se conoce como win now mode. Lo vimos en el año 2019 cuando Masai Ujiri traspasó a un ídolo de los Raptors (DeMar DeRozan) con tal de conseguir el anillo. También lo hicieron los Lakers para traer a Anthony Davis, entregando 6 picks de primera ronda a los Pelicans. Todo sea por ser campeones.
¿Están los Sixers en win now mode? ¿Hay que abandonar el proceso? La respuesta es sí y no.
El equipo ha participado en la postemporada todas las temporadas en las que Joel Embiid y Ben Simmons han jugado juntos. Estos dos jugadores fueron seleccionados con los picks que dejó Hinkie, posicionando a Philadelphia como uno de los mejores equipos de la Conferencia Este. Sin embargo, no han podido llegar ni a la final de conferencia. Revisemos qué pasó.
Fueron eliminados por los Celtics en semifinales en la temporada 2017-2018, luego de ganar su primera serie de playoffs desde el año 2012.
El equipo jugó a ganar al año siguiente buscando vía trade a Jimmy Butler y Tobias Harris. No resultó, ya que fueron eliminados por Kawhi Leonard y su buzzer beater en Toronto.
Butler se fue a Miami en la agencia libre al año siguiente, y el equipo firmó en enormes contratos a Simmons, Harris y Al Horford. Fueron barridos por los Celtics en la primera ronda de la burbuja. Un fracaso que le costó el trabajo al entrenador Brett Brown.
Jugando a ganar de nuevo, trajeron a un coach ganador en Doc Rivers, y Daryl Morey como presidente de operaciones. Morey fue el mentor de Hinkie en Houston. Se reforzaron de gran manera en la agencia libre y con trades, al conseguir tiradores como Danny Green y Seth Curry, así como Dwight Howard, un centro con experiencia. A pesar de esto y de conseguir el mejor récord en la Conferencia Este, fueron eliminados por los Hawks en su propia casa.
¿FALLÓ EL PROCESO?
Esta nueva eliminación siembra grandes dudas en Philadelphia. Ha sido la temporada en la que más fuertes se han visto, y definitivamente se esperaba más de ellos. ¿Dónde estuvieron las fallas?
La principal crítica cae sobre Ben Simmons. El jugador australiano tuvo una gran temporada defensiva, siendo parte del primer equipo All-Defense y finalista para jugador defensivo del año. Es bien conocido que las defensas ganan campeonatos, así que los Sixers con Simmons estaban seguros en ese costado de la cancha. El problema no fue lo que hizo, más bien lo que no hizo.
Ben Simmons no es un jugador ofensivo. Toda su carrera ha cargado con la presión de no tener tiro de tres en una liga triplera. Puede ser un gran creador de juego con su altura, rebotes y buenos pases, pero cuando se necesitan sus puntos, Ben brilla por su ausencia. Muestra de esto es la jugada en el juego 7. La reacción de Embiid es la de todos nosotros.
En los últimos 4 partidos de la serie promedió 7.25 puntos en seis intentos al aro. ¡Seis!
Además, su ya conocido problema con los tiros libres. Ben consiguió encestar solamente 15 de sus 45 tiros desde la línea, para un terrible porcentaje de 33.3%.
Esos números no pueden ser los de una estrella.
¿Debe ser Simmons el base de los Sixers del futuro? ¿Su aporte en defensiva es suficiente para tolerar su ausencia en ofensiva? El entrenador Doc Rivers no supo responder cuando le preguntaron acerca de Ben siendo el base de un equipo campeón en la liga, y la ciudad de Philadelphia no le perdonará tan fácil su actuación en postemporada. Va a ser un offseason largo para el australiano, en la cual deberá pasar horas de horas mejorando su repertorio ofensivo y tiros libres.
Otro problema debe ser la salud de Joel Embiid. Desde su llegada a la liga, no ha podido jugar una temporada completa. Se perdió las primeras dos temporadas por lesión, y un problema en los meniscos lo dejó condicionado en estos playoffs. No se pone en duda el talento y el nivel que trae a la cancha, pero su capacidad de mantenerse sano preocupa con miras al futuro. ¿Cuánto tiempo va a durar el prime de Embiid? ¿Las lesiones nos privarán de su talento? Definitivamente es la pieza central de Philadephia, y el equipo debe de buscar la forma de complementarlo y tratar de evitar un exceso físico que lo pueda llevar a una nueva lesión.
¿QUÉ DEBEN HACER LOS SIXERS PARA SER CAMPEONES?
El momento de ganar para los Sixers es ahora. La Conferencia Este los tiene como principales contendientes junto a los Nets y Bucks. Los Celtics están al borde de la reconstrucción, pero surgen equipos que buscan establecerse como los Hawks, Pacers, Knicks, Heat y Raptors. Para llegar a la final va a ser necesaria una mayor disciplina ofensiva acompañada de presentaciones consistentes de sus estrellas.
No parece necesario un trade que sacuda el mercado, a pesar de los continuos rumores con Ben. Daryl Morey comentó que el equipo posee uno de los mejores tridentes ofensivos de la liga. Definitivamente es un top5, pero se tambalea si Tobias Harris desaparece, o si Simmons continúa con sus problemas ofensivos. Simmons se ha comprometido a mejorar sus tiros, y el equipo sigue confiando en él.
En caso de realizar ese trade, ¿qué buscarían los Sixers? Romper el proceso es una señal inconfundible de win now mode, por lo que el equipo no va a recibir picks a cambio. Es más, podría tener que ofrecer sus futuras selecciones en este traspaso. Simmons no tiene ahorita el mejor “valor” en el mercado y además un contrato pesado de 5 años y 177 millones.
Si en Philadelphia quieren mover a su estrella defensiva, deben de estar seguros de que ese nuevo jugador les traerá la solución en ofensiva, así como el balance suficiente para no extrañar a Ben a la hora de defender. Se han escuchado en estos días rumores de la salida de Damian Lillard de Portland, ¿sería este intercambio la mejor solución para ambas partes? Es muy temprano para hacer especulaciones, estaremos atentos a ver qué pasa.
El equipo de los Sixers posee las piezas necesarias para ser campeón, con grandes prospectos desde la banca como Tyrese Maxey y Matysse Thybulle. Sin embargo, se necesita una mayor presencia en ofensiva con los jugadores de cambio, y puede ser ahí donde el GM actual, Elton Brand, trabaje en este offseason.
No puede suceder como en las posesiones finales del juego 7. Con la temporada en la línea, estaban en campo de juego Shake Milton y George Hill, jugadores que estaban fríos y no iban a lograr la hazaña.
Finalmente, el equipo lleva solo un año bajo el sistema de Doc Rivers. Así como con los quarterbacks novatos en la NFL, debemos ser críticos ahora en este segundo año que se viene. Eso no significa que el entrenador esté fuera de la lupa.
El anillo conseguido en el 2008 con los Celtics le ha dado una carrera larga a Doc, pero con el pasar de los años sus equipos han estado lejos de las finales. Si no logra establecer una huella ganadora y dominante en estos Sixers, Rivers puede quedar en evidencia como un entrenador viviendo del pasado e incapaz de llevar a sus equipos al siguiente nivel.
Debemos seguir confiando en el proceso. El equipo de los Sixers está más cerca que nunca del anillo, y no puede dejar escapar la oportunidad. Tal vez esta sorpresiva derrota en semifinales sea la chispa necesaria para mentalizar al equipo. Aunque puede ser también el principio del fin, que nos haga ver que the Process ha fallado.
Esto dejaría el plan de Hinkie en nuestra memoria como una estrategia audaz, pero a fin de cuentas infructuosa.
Nos daremos cuenta dentro de un año.
Goofy
julio 1, 2021 at 3:35 pm
Muy aterrizado!! Excelente artículo!
Andrés
julio 1, 2021 at 2:50 pm
Excelente artículo.