Lamar Jackson le declaró oficialmente la guerra a los Ravens con su pedido de cambio.
El lunes por la mañana nos sorprendió a todos la noticia de que el mariscal de campo, Lamar Jackson, pidió explícitamente un cambio el pasado 2 de marzo, que lo remueva de la organización de los Baltimore Ravens.
¿Cuánto Cambia Esta Nueva Declaración De Guerra De Jackson Para El Futuro De Sus Negociaciones Con Los Ravens?
[ihc-hide-content ihc_mb_type=”show” ihc_mb_who=”” ihc_mb_template=”3″ ]
Baltimore no buscó un equipo para cambiarlo, pero le colocó la etiqueta de franquicia no exclusiva con un valor de $32.4 Millones.
Ante esa línea de tiempo que el mismo jugador nos ofrece, la etiqueta de los Ravens se puede leer de dos maneras. Primero, la etiqueta les da tiempo de calmar al mariscal de campo -si este tiene disposición- y espacio para renegociar el contrato de la discordia.
Segundo, al momento de colocarle la etiqueta, los Ravens están haciendo al mariscal de campo disponible para los otros 31 equipos (no son realmente 31, pero se ve más bonito con un número exagerado).
Lo cual significa, que la noticia que nos regaló Jackson… no tiene tanta sustancia. No es como que de pronto los equipos van a ver el Tweet (mal hecho, por cierto) del jugador y proceden a llamarlo a él, a la mamá, a Ken Francis (díganme que saben quién es Ken Francis) o quien sea que esté liderando el campamento de Jackson.
Entonces…
¿Por Qué Lamar Jackson Nos Informó De La Petición De Cambio?
Hace unas semanas atrás tuvimos al amigo Joshua Maya en el podcast de NFL Latino y él mencionó una teoría que, a pesar de no tener sustancia, traía cierta lógica por detrás.
Maya mencionaba que en el cambio entre los NY Jets y los Green Bay Packers por el imposible contrato de Aaron Rodgers, los Jets debían hacer algo para emparejar la balanza, pues, todo el poder estaba del lado de los quesos. Básicamente, encender el avispero para incitar a que las cosas pasaran.
Bueno este movimiento de Jackson es precisamente eso pero del lado del mariscal de campo en esta testaruda negociación con los Ravens.
Lo que hizo Jackson es levantar el avispero y volver su nombre a una conversación en una liga que parece que en las últimas semanas lo había olvidado.
También el momento en que lo hizo fue peculiar y calculado. Cuando Jackson envió los tweets, el entrenador en jefe de los Ravens, John Harbaugh, estaba siendo entrevistado por una cantidad importante de reporteros en la reunión de la liga.
En tiempo real, Jackson pudo ponerle presión a que Harbaugh tuviese que contestar porqué no habían alcanzado un contrato con el mariscal de campo y qué hará ahora la organización para arreglarlo.
El Divorció Ciertamente Es Una Opción
Tenemos varios meses escuchando que Lamar Jackson quiere un contrato completamente garantizado con Baltimore, de otra manera no estaría dispuesto a jugar con ellos.
Sin embargo, muchas otras cosas traen cola. En octubre del 2022 salió el reporte de Skip Bayless, diciendo que tenía una fuente en la organización de los Ravens que le había comentado que Jackson estaba completamente desconectado del equipo.
De acuerdo con ese reporte Lamar no ponía atención en las reuniones, entrenaba de manera floja y no siempre estaba a disposición para sus entrenadores.
Tomen ese reporte con pinzas, primero porque Bayless está lejos, que digo lejos, lejísimos, de ser el mensajero correcto ante cualquier rumor, específicamente porque todo lo que escupe en televisión lleva fuego y en ciertas ocasiones muy mala intención.
Sin embargo, lo que el reporte indica se ajusta a la narrativa de que Lamar Jackson no quiso jugar el final de la temporada 2022 a pesar de que los doctores de los Ravens le habían dado de alta. Además, coincide con el hecho de que el jugador no viajó a Cincinnati a acompañar al equipo y aún no tenemos una idea del porqué.
Repito. Tomen el reporte con pinzas.
Dicho todo esto, el mensaje de Jackson de querer ser cambiado es precisamente una declaratoria de guerra contra la franquicia. El divorcio parece inminente.
Anteriormente pretendíamos entender lo que el campamento de Jackson quería, pero hoy tenemos con claridad el disgusto del jugador. Ya no hay espacio para especular. El jugador no quiere estar en Baltimore.
Posibles -Nuevos- Destinos Para Lamar Jackson
Recordarán que una vez los Ravens etiquetaron a Lamar Jackson, tardaron poco más de 15 minutos para que varios equipos saltaron en fila india a decir que no tenían interés en el mariscal de campo.
Atlanta, Washington, Carolina, Las Vegas y Miami fueron estos equipos. Es más, este link viene precisamente del mismo sitio web de los Ravens, lo cual es algo bizarro.
Pero en fin. Entiendo que Las Vegas y Miami están cómodos -hasta cierto punto- con el sabor vainilla que representan Jimmy Garoppolo y Tua Tagovailoa. Vainilla, porque es el sabor más promedio que existe.
Carolina hizo su movimiento por el primer pick en el draft y ahora se entiende que estén afuera. Washington es una franquicia tacaña. Nunca le va a pagar a Jackson dinero garantizado.
Sin embargo ¿Indianapolis y Atlanta?
Son los dos equipos que más me llaman la atención, puesto a que tienen necesidad de mariscal de campo y los entrenadores en jefe perfectos para el sistema Jackson.
Arthur Smith lideró una ofensiva con muchas características similares tan solo el año pasado de la mano de Marcus Mariota.
Shane Steichen, el nuevo entrenador en jefe de los Colts, viene de implementar una ofensiva específicamente para los atributos de Jalen Hurts en los Philadelphia Eagles. Nada le impide tener el mismo éxito con Jackson en Indy.
Además, el GM de los Colts, Chris Ballard, está en la silla caliente. Un movimiento de estos podría salvar su trabajo por un par de años más.
Tanto los Falcons, como los Colts, deberían llamar -a Ken Francis. Ja!- a quién sea que lidere el campamento de Jackson para ver exactamente cómo está el asunto.
También ha salido a la luz los rumores de que los New England Patriots podrían estar interesados.
No luce como un movimiento acostumbrado por los Patriots, pero hoy Bill Belichick dijo que la posición de mariscal de campo en el 2023 será una batalla abierta para el mejor QB.
Tan solo hace un año atrás había dicho que el puesto era de Mac Jones y que ellos eran quienes debían ayudarlo a llegar al siguiente nivel. Como han cambiado las cosas.
Para cerrar…
Nadie ha reportado esto, pero mi sentimiento en las últimas semanas es que Jackson chocó con la pared de la realidad. Es decir, el mariscal de campo se dio cuenta que nadie está dispuesto a darle el contrato garantizado que él quiere y que muchos piensan, él se merece.
Esta es la realidad de una liga, que si bien quiere ganar, entiende que la forma de hacerlo no pasa exclusivamente con llenarle los bolsillos a un solo jugador.
Con esto me refiero a que la realidad debería cambiarle la perspectiva a Jackson, soltar la idea del contrato garantizado y elegir un nuevo destino por menos dinero.
Uno de los errores de Jackson -además de no tener un negociador profesional de su lado- fue contaminarse de gente que le dijo que él pertenece a la élite de los mariscales de campo de la NFL. No es cierto. Él pertenece al siguiente grupo.
Su peor enemigo ha sido el MVP que ganó en la temporada 2019, pues, ese premio ha sido disparado una y otra vez como político en campaña, como un gran mérito individual que realmente no tuvo beneficio colectivo para los Ravens.
Básicamente todos los periodistas y analistas en ESPN y otras cadenas que están a favor de Jackson y el contrato garantizado lo tratan como si hubiese ganado el Super Bowl. Y nada está más lejos de la realidad.
Lo de este lunes significó nada más que un intento de mover la conversación del lado de Lamar Jackson, eso, y la confirmación de un grotesco divorcio con los Ravens. Nada más.
Si te gustó esta nota compartela con un amigo que disfruta la NFL.
[/ihc-hide-content]
