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1. Drue Tranquill vio la vida pasar frente a sus ojos cuando un camión vestido de negro lo arrolló en campo a abierto en una autopista en Atlanta.
No se trataba en sí de un camión, sino de Cordarrelle Patterson emulando a Derrick Henry, ni tampoco de una autopista, sino más bien de un camino abierto rumbo a la ruta de gol.
Tranquill viviría para ver como sus entonces Chargers le ganaban a los Falcons en Semana 9 pese al enorme golpe que se había llevado tratando de hacer su trabajo. Lo que no estaba seguro es como iba a sobrevivir las burlas de redes sociales por ser arrollado por una posición que usualmente arroja jugadores finos en lugar de golpeadores, especialmente siendo un linebacker conocido por su poder.
Los Chargers acabarían la temporada 2022 apenas 5-5 en la última parte del año, incluyendo un desastroso desenlace en Jacksonville cuando perdieron una ventaja de 27 puntos en la ronda de comodines.
Esa noche Tranquill había interceptado a Trevor Lawrence, pero no fue suficiente para detener la humillación de la derrota.
Tras 4 años en Los Angeles y con su nombre en la lista de los futuros agentes libres, Drue sabía que esa fatídica noche en el EverBank Stadium había sido su último juego con los Chargers.
Si bien la agencia libre presentaba una oportunidad de hacer dinero, Tranquill no pudo creer cuando su agente le dijo que el equipo más interesado en sus servicios eran los Kansas City Chiefs, rivales de división.
En su mente los Chiefs, recién campeones del Super Bowl 57, eran la crema de la crema de la NFL. Si lo estaban buscando era porque creían en sus capacidades. Era momento de pasarse a la acera de enfrente.
Una vez Drue Tranquill firmó con Kansas City, las expectativas cambiaron proféticamente desde el primer contacto con Andy Reid: “Ve rojo y piensa en Super Bowls”.
Y es que Andy Reid y el gerente general Brett Veach tenían una visión de como sería el grupo que intentaría ser campeón de la NFL en temporadas consecutivas por primera vez en casi 20 años.
Contrario a los comentarios de la prensa, quienes usualmente discuten tópicos sin una dirección o sentido, Reid y Veach veían la unidad defensiva llena de una combinación de jugadores jóvenes y de talento, con ahora la experiencia y ventaja de ganar un Super Bowl.
Si bien muchos clamaban por un ala abierta para Patrick Mahomes, Reid sabía que su mariscal de campo estaba evolucionando aceleradamente y podía ganar con una ofensiva “humilde”, mientras se invertía en el costado defensivo.
Usualmente hablamos de inversión cuando se trata de agentes libres, pero Kansas City lo ve más del lado del draft. Para ellos el draft ha sido una mina de oro en las últimas temporadas y sus fallos han sido casi nulos en ese costado.
Cuando Kansas City acabó 14-2 en el 2020 y se aprestaban a repetir como campeones del Super Bowl, Clyde Edwards-Helaire fue su primera selección del draft. Edwards-Helaire saltó en las casas de apuestas como el favorito para ganar el novato ofensivo del año y eso evitó que la prensa nunca prestara atención al resto del draft.
En esa edición el linebacker Willie Gay fue tomado en 2da ronda y el safety L’Jarius Sneed en 4ta, ambos protagonistas de esta versión imponente de los Chiefs en defensa en el 2023. Sneed particularmente con la jugada ganadora en la final de la AFC en Baltimore.
Un año más tarde y tras la debacle ante los Tampa Bay Buccaneers de Tom Brady, los Chiefs se llevaron los reflectores por hacer un cambio con Baltimore que arrojó al tacle Orlando Brown.
Brown funcionó perfectamente en postemporada antes de recibir un contrato mayúsculo de parte de Cincinnati.
El tema es que, si bien Orlando Brown se llevó la mayoría de la conversación y a su vez la salida de Tyreek Hill ese mismo offseason, el draft fue una vez más quien arrojó las pepitas de oro que forman a este equipo campeón.
El linebacker Nick Bolton fue seleccionado en 2da ronda, un absoluto jugador dominante, eje de la defensa, que conecta cada línea de la unidad. Bolton registraría 40 tacleadas en la postemporada rumbo al Super Bowl 58, más que cualquier jugador de los 14 equipos que llegaron a playoffs.
En ese mismo draft del 2021 el costado ofensivo se benefició del centro Creed Humphrey (2da ronda), el TE Noah Gray (5ta ronda) y del guardia Trey Smith (6ta ronda).
Tras la victoria sobre San Francisco en el Super Bowl 58, mencioné que este triunfo de Kansas City se trataba de una victoria organizacional. Si bien nos encanta darle todo el crédito a Patrick Mahomes y a Andy Reid, esta victoria de Super Bowl viene en una absoluta construcción desde hace varias temporadas.
La frase dice que “Roma no se construyó en un día” y tampoco estos Chiefs, pero la realidad es que no hay punto de inflexión más grande que la temporada baja del 2022.
En la Agencia Libre los Chiefs le dieron un contrato de 3 años a cambio de $31.5 Millones al safety Justin Reid, quien salió de Houston como agente libre tras un par de lesiones.
Reid había caído en manos de los Texans en la tercera ronda del draft 2018 pese a que todas las evaluaciones dictaban que su talento era de primera. Kansas City no dudó en darle un contrato muy atado a su calidad y se dejó un jugador premium en construcción.
Reid acabaría la temporada regular 2023 liderando a los Chiefs con 95 tacleos totales, 74 de ellos de manera individual. Además, registró 3 capturas de mariscal de campo en el año, siendo el jugador de la secundaria con más capturas y el 6to en toda la defensiva.
Esa primavera del 2022, vio como los Chiefs perdieron nombres importantes en defensa como OLB Melvin Ingram, S Tyrann Mathieu y el CB Charvarius Ward, solo para reemplazar a cada uno de ellos con una versión más joven, más atlética y barata en el draft.
El esquinero Trent McDuffie de Washington fue seleccionado en primera ronda con el pick 21. Kansas City quería tanto a McDuffie que tuvo que saltar puestos y enviar su 1era y una 3ra ronda a New England para poder seleccionarlo.
McDuffie, lo dije en el Podcast que grabamos tras la primera ronda de ese draft, me parecía un jugador sumamente explosivo, pero que temía por su tamaño ante rivales de una corpulencia más atlética.
Cuando expresé esa preocupación estaba hablando de pareos como el que le tocó con AJ Brown en Arizona. Pueden verlo abajo.
Pero también crédito a su evolución, pues a Deebo Samuel se lo comió vivo. McDuffie fácilmente pudo ser el mejor jugador del Super Bowl 58; el MVP.
Tras McDuffie, llegó George Karlaftis con el puesto 30 de ese mismo draft 2022. Karlaftis es un animal que solo sabe jugar a una velocidad, que está dispuesto a atravesar paredes por un down y que aflige mucho dolor a sus rivales. No sé porqué cada vez que pienso en su estilo se me viene a la cabeza Spike de los Little Giants.
Con la llegada de Justin Reid en agencia libre y las selecciones de Trent McDuffie y George Karlaftis, los Chiefs reemplazaron uno por uno a Mathieu, Ward e Ingram. No se puede obtener una mejor inversión por tu dinero.
Pero también ese draft nos regaló al LB Leo Chenal (#54) en tercera ronda, quien eligió el Super Bowl en Las Vegas para presentarse al resto del mundo que no estaba familiarizado con su juego.
Chenal tuvo un absoluto impacto en el Super Bowl 58. Vamos por partes, porque de verdad que este chico la reventó.
Leo tuvo a George Kittle, uno de los mejores blocking tight ends en la NFL, de hijo. Abajo lo vemos a Chenal (#54) ganando la posición en la línea de contención para estropear el ataque de los Niners.
Por si fuera poco, en esta jugada de abajo destruye a Kittle, luego a Kyle Juszczyk y por consecuencia al juego por tierra de San Francisco.
Hay múltiples pruebas de que Leo Chenal fue uno de los jugadores más importantes de la sobresaliente defensiva de Kansas City. Podría mostrarles al menos 5 jugadas más de impacto, pero ustedes entienden el punto.
Sin embargo, ninguna tan importante como el punto extra bloqueado que cambió el ritmo del juego. Leo Chenal fue el protagonista de tan importante jugada.
Y no quería dejar de mostrarles que el año pasado, Chenal subió al bus de la celebración de los Chiefs de esta manera. Vaya animal.
No necesito mencionar al RB Isiah Pacheco y al CB Jaylen Watson de séptima ronda, aunque si somos honestos, lo acabo de hacer.
El punto es que la temporada baja del 2022 es casi inigualable para Kansas City. Tiene un porcentaje de efectividad tan alto, que solo es comparable con la época de la Legión del Boom de los Seahawks.
Para cerrar las últimas pinceladas de una de las mejores defensas en tiempos modernos, los Chiefs añadieron en el 2023 al S Mike Edwards, campeón del SB55 con Tampa Bay y al LB Drue Tranquill, quien ya no tiene que preocuparse por ser posterizado por Cordarrelle Patterson, pues desde ahora y para siempre, será campeón del Super Bowl.
Andy Reid y Brett Veach se sentaron calmadamente en sus oficinas mientras le daban las llaves del reino a Steve Spagnuolo. Reid no entiende como es que Spagnuolo no ha tenido otra oportunidad como entrenador en jefe, pero no se queja de la suerte de mantenerlo a su lado.
Nadie ganó más respeto en este 2023 que Steve, pues su unidad fue la que conquistó el Super Bowl. Los diarios alabarán a Patrick y a Andy, pero la ejecución de Spagnuolo con su defensiva fue una obra de arte desde septiembre hasta la fecha.
- Los Chiefs no permitieron 30 puntos en toda la temporada
- En 4 ocasiones dejaron a sus rivales en 10 o menos puntos
- En 15 de los 21 juegos dejaron a sus rivales en 20 o menos puntos.
- Solo Browns permitieron menos yardas totales en la temporada que los Chiefs
- Solo los Ravens permitieron menos puntos en la temporada que Kansas City
- Solo los Ravens tuvieron más capturas en la temporada que los Chiefs
- La defensa de los Chiefs 2023 permitió 105 puntos menos que la del 2022
Una obra de arte que no se formó de la noche a la mañana. Se formó tomando el draft con la responsabilidad de un equipo que quería ser de época y tras la victoria ante San Francisco en el Super Bowl 58, imprimió su nombre en la historia y para siempre.
¡Enhorabuena Chiefs!
2. Mi historia con Patrick Mahomes inicia desde la temporada 2018, cuando tomé a los Chiefs para llegar al Super Bowl 53 cuando nadie conocía al 15 y poco se esperaba de ellos.
Ese año no llegaron al Super Bowl pero dieron una magistral cátedra de lo que vendría en las siguientes temporadas.
Fascinado por la ofensiva de Reid y Mahomes, procedí a ensalzarlo en demasía hasta que hacerlo se volvió mainstream. Pero la verdad es que el tipo se había ganado todos los elogios.
Este año esos elogios cesaron enormemente debido a que Mahomes fue menos espectacular que en otras temporadas, y eso dio traste a algunas críticas de los aficionados de Kansas City.
Me llegan mensajes como “No quieres a Mahomes” o “Nunca le das el crédito por tenernos aquí”.
La realidad es que esta temporada no lo hice tan explícitamente debido a que su nivel no fue el mejor, y seguramente no fue su culpa.
Mahomes no está en una liga en la que podamos compararlo con otros QB que están en la NFL, porque no solo es que él está en su propia galaxia, sino que ningún otro se ha ganado el respeto de ser mencionado en la misma oración que Patrick.
Es tan simple como esto.
Además, esta versión de Kansas City, como lo mencioné en el punto anterior no gana con él como el eje más importante. La defensa fue la unidad que cargó con el éxito y no hay nada de malo en eso.
Dicho esto, la evolución de Patrick Mahomes como mariscal de campo supera cualquier cosa que yo haya visto en la historia de la NFL.
Mahomes no solo llegó como niño precoz lanzando 50 TDs en su primera temporada como titular, sino que ahora ha alcanzado niveles de madurez de absoluto veterano.
Pero antes de pasar a eso, solo quiero que piensen que solo Peyton Manning y Tom Brady han lanzado 50 touchdowns en una sola temporada, y ambos lo hicieron en el absoluto Prime de sus carreras. Es absurdo que pasemos por encima la forma en que Mahomes se anunció al resto del mundo en el 2018.
Lo mencioné en la previa al Super Bowl, pero creo que es una buena comparación para retormarla. Cuando Manu Ginobili entró a la NBA, tomó a la liga por sorpresa con su nivel atlético, hundiéndole el balón a cada jugador que se topaba enfrente.
El Manu con pelo basó su éxito en juventud y un estilo de juego que iba a toda velocidad, todo el tiempo.
Luego, con el pasar de los años Manu perdió ese nivel de energía, pero se volvió un jugador mucho más sabio, que entendía de ángulos y situaciones de juego mejor que su versión de juventud. Esa versión más madura nos regaló a un Manu con pases brillantes e indetenibles.
Hago esta comparación solo para anunciarles que, a sus apenas 28 años, Patrick Mahomes ha llegado a una maduración de veterano que yo no tenía contemplado.
Se suponía que en estos años y especialmente ante la partida de Tyreek Hill, Mahomes debía sufrir. Les ha pasado a todos, pero no a él.
Esa madurez que Tom Brady alcanzó por allá del 2012, casi 12 años después de entrar a la NFL, Patrick Mahomes la tiene desde su sexto año.
Cuando hablo de evolución, hablo del entendimiento y la madurez para tomar lo que la defensa le de, sin necesidad de forzar el balón por estadísticas o por el simple hecho de no tener paciencia.
Patrick entendió que este Super Bowl se ganaba con el peso de su defensiva y con la disciplina de las buenas decisiones. No hubo nada espectacular en esta versión, más que su mente y su ejecución.
Mahomes no debía llegar hasta este punto en esta parte de su carrera, sino más bien unos 5 años más adelante.
Su evolución ha sido acelerada, pues aún cuenta con los atributos físicos de su juventud, pero ahora también tiene la experiencia y el conocimiento de un veterano de mil batallas.
Esa combinación, lo hace el mejor mariscal de campo que hemos visto a los 28 años.
3. Okay este el punto que los aficionados de los Chiefs se pueden saltar… pues la verdad no les va a gustar.
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En serio. Salten al siguiente punto.
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¿Siguen aquí?
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Como quieran.
Durante todo el año me quejé de los árbitros, como la mayoría de nosotros. Invertimos demasiado tiempo y peso emocional (esto es un error) a esta liga, como para que sea decidida por alguien más que no sea un jugador.
Estamos dispuestos a vivir con la tristeza o satisfacción, siempre y cuando ese desenlace sea dibujado por alguien que entrena, lucha y defiende sus colores. Nunca por alguien vestido de rayas blanco y negro (guiño a la Juventus).
Que la línea ofensiva de los Chiefs acabase la postemporada sin una sola penalidad de “sujetando” luego de ser la unidad más penalizada de TODA la NFL en temporada regular es algo inaudito.
No tengo ni siquiera una manera correcta de expresar lo imposible que es que esto haya sucedido. Pues, ni siquiera se trata de que mejoraron. Para nada. Los holdings y sujetando siguieron ahí, el problema es que por alguna razón los árbitros dejaron de marcarlos.
Así de la nada.
Me rehúso a pensar que hay mano negra. Me rehúso porque eso significa que he perdido tiempo de mi vida valioso viendo algo que está arreglado. Simplemente no puedo aceptar que ese sea el caso.
Pero tampoco tengo otra versión o explicación.
He escuchado el “es que los árbitros son malos para los 2 lados”. Este video de Kyle Shanahan explica que la manera de marcar las cosas no fue igual para los 2 equipos.
Fueron tantos sujetando en oportunidad cruciales las que favorecieron a los Chiefs, que si uno se pone a ver el juego con lupa se vuelve loco llegando a conclusiones de conspiración a favor a Kansas City. No es una ruta que les recomiendo.
También está el tema de: “es que los dejaron jugar”. Ya vimos que no dejaron jugar a ambos de la misma manera, pero el año pasado los Chiefs ganaron el Super Bowl… precisamente por un agarrando muy quisquilloso en el que NO dejaron jugar.
Kansas City es un equipo de época, sin lugar a duda, pero no marcar sujetando a pesar de lo notorio de cada una de esas jugadas en su contra, es alucinante.
San Francisco lo advirtió antes y durante el juego. Siempre tuvieron razón.
4. La noticia del despido del coordinador defensivo de los 49ers, Steve Wilks, no trae ninguna sorpresa, si prestaron atención.
La narrativa de que Wilks es el chivo expiatorio de la derrota de los Niners en el Super Bowl es una opinión perezosa y no cuanta toda la historia de lo que ha sucedido en ese lado del balón durante todo el año.
Verán, Kyle Shanahan venía de 6 años de continuidad en el costado defensivo, con una identidad clara que maximizaba el talento de la línea defensiva y defendía diferentes parcelas del campo a gran velocidad con los 7 jugadores restantes de la unidad.
Cuando Shanahan llegó a San Francisco en el 2017, inició su proyecto defensivo con el entonces desconocido Robert Saleh, quien estaba debutando como coordinador defensivo.
Saleh siguió las órdenes de Kyle y la visión de John Lynch, gerente general de los 49ers y miembro de una de las mejores defensivas de la historia en los Tampa Bay Buccaneers, campeones del Super Bowl en el 2002.
Lynch solo sabía jugar a una velocidad y se trataba de a mil por hora. Eso, era lo que él buscaba imitar en la secundaria, como un complemento de su dominante línea defensiva.
No es una casualidad que las 2 primeras selecciones de la era Lynch-Shanahan fueron el DE Solomon Thomas y el LB Reuben Foster.
Cuando el proyecto se consolidó en el 2019, Robert Saleh lideró a la defensiva a ser la:
- 2° mejor en yardas totales
- 1° contra el juego por pase
- 4° en capturas
- 6° en errores forzados
Obviamente cuando algo brilla en la NFL, los otros equipos lo quieren. Saleh se fue a los Jets, pero Kyle no tardó en darle las llaves de la defensa a DeMeco Ryans, quien había sido coach de los apoyadores desde el 2018.
La continuidad de Saleh a Ryans le permitió a San Francisco navegar el cambio sin ningún problema. No había mucho que explicarle a DeMeco sobre el trabajo, pues había aprendido bien y entendía perfectamente la filosofía de lo que Shanahan quería.
En el 2022, la defensiva de los Niners fue la mejor en DVOA en toda la NFL y notoriamente la mejor en contra la carrera.
Sin embargo, cuando Ryans fue contratado por Houston como su nuevo entrenador en jefe, los Niners no encontraron un plan de sucesión. No existía el nuevo DeMeco Ryans para la salida de… bueno, de DeMeco Ryans.
De ahí que Lynch y Shanahan tuvieron que ir a buscar a alguien fuera del edificio en Santa Clara, una consultoría externa que entendiera las fortalezas del equipo y las aplicara de manera complementaria a su explosiva ofensiva.
La llegada de Steve Wilks sonaba bien en el papel, puesto a que venía de ordenar el desastre que había dejado Matt Rhule en Carolina, registrando una marca de 6-6 como entrenador en jefe interino.
Tras la derrota en el Super Bowl 58, Kyle Shanahan explicó que el despido de Wilks “terminó siendo porque él no era la persona adecuada” para su visión de juego.
Y es que de entrada el salirse de su propio edificio para darle un trabajo tan importante a alguien externo llegó con cambios.
Para muchos no significará mucho, pero Steve Wilks llamaba jugadas desde el palco. Anteriormente Saleh y Ryans lo hicieron desde las laterales.
La defensiva se alimenta de esquemas, pero también de la intensidad de sus entrenadores. Transmitir esa energía no es el fuerte de Wilks y hacerlo desde el palco le restaba oportunidades para corregir de primera mano.
Cualquier ajuste, Wilks debía enviárselo a un asistente y luego ese asistente se lo trasmitía a los defensivos. Ese “teléfono chocho” diluía el mensaje.
Shanahan ordenó a Wilks llamar las jugadas a la defensiva desde las laterales tras las 3 derrotas consecutivas (vs Browns, Vikings, Bengals) finalizando octubre. Tras el Bye Week, Steve Wilks había dejado el palco para estar más cerca de sus jugadores.
En ese momento Wilks dijo que ese movimiento estaba recibiendo más atención de lo normal, pero en retrospectiva explica que había algo ligeramente quebrado en las formas.
Sin embargo, esa no fue la primera corrección de Shanahan en el año. Durante la primera derrota de los Niners en el año, Kyle Shanahan le dijo a la prensa que Steve Wilks sabía que había cometido un error llamando un “All-Out Blitz” a falta de 10 segundos para acabar la primera mitad ante Minnesota.
La ejecución de la jugada ve al WR Jordan Adisson ganarle una posesión uno a uno al esquinero Charvarius Ward. El problema no es que Adisson ganase ese mano a mano, sino que ante la innecesaria agresividad de Wilks en esa situación, no existía un safety más atrás que detuviera el touchdown.
Con el pasar de las semanas y en especial al llegar a la realización que Wilks no tomaba en cuenta la situación del juego y en muchas ocasiones solo llamaba lo que se le antojaba, la frustración de Kyle Shanahan creció.
Durante el tiempo extra del Super Bowl 58, los Chiefs se encontraron en una 2da y 14 tras una jugada poco inteligente de Marquez Valdes-Scantling en el down anterior.
En lugar de aplicar algo más agresivo, sabiendo que Kansas City no ha tenido juego de pase largo en todo el año, Wilks colocó el medio de la defensa casi de manera preventiva, dejando espacios para que los Chiefs completaran un pase al medio que le dio una tercera oportunidad manejable.
En la siguiente jugada envió un blitz que Patrick Mahomes leyó de manera correcta completando un pase cruzado a Rashee Rice.
En la transmisión de CBS se nota a Tony Romo diciendo que los LBs de los Niners se tendrían que ir para atrás una vez salga el snap, pero al contrario Wilks envió la carga.
De pronto Romo expresa el “Why, Why, ¿Why?” (¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?) desaprobando de manera muy clara el plan defensivo de San Francisco.
Unas jugadas después, en 2da y 6, Wilks se disponía a enviar otro “All-Out Blitz”, como aquel fallido en Minnesota, pero Shanahan había visto suficiente y pidió un timeout para pasarle por encima a la decisión de Wilks.
Aquellos que dicen que Wilks tuvo un gran Super Bowl porque San Francisco mantuvo a Patrick Mahomes en 19 puntos durante el tiempo regular están viviendo de una versión de Kansas City que no existió en el 2023.
Los Chiefs promediaron 23.2 puntos por partido en esta postemporada y 21.8 puntos durante la temporada regular. Lo que dieron en el Super Bowl es lo que promediaron durante todo el año, contra Wilks o contra cualquier equipo más.
¿Fue Steve Wilks la razón por la que San Francisco perdió este partido? No, él es una de tantas razones, que incluyen a un Kyle Shanahan siendo superado por Steve Spagnolo durante todo el juego.
El tema es que decir que Steve Wilks es el sacrificado ante la derrota es no poner atención a todo lo que pasó en el año en el costado defensivo de San Francisco.
Los Niners pasaron de ser la mejor defensiva en EPA en el 2022 a ser la número 12. La defensiva por tierra pasó de ser la 2da mejor a la número 26, todo esto a pesar de sumar al DT Javon Hargrave en temporada baja, sin mencionar que Packers y Lions promediaron 159.0 yardas por tierra en los 2 duelos de playoffs.
La relación entre Kyle y Steve nunca encontró el fruto que ambas partes buscaban. Simplemente ven el football americano desde unos ojos completamente distintos y esa es básicamente la razón del despido de Wilks. Él nunca encajó con el sistema de los Niners y su personal en el campo.
5. Javon Hargrave se fue de Philadelphia tras perder el Super Bowl 57 ante Kansas City, solo para perder con San Francisco el Super Bowl 58… ante Kansas City.
6. Entiendo que es fácil burlarse de San Francisco por no conocer las reglas del tiempo extra, especialmente con el resultado en mano. Sin embargo, me parece que se le está dando más peso de lo necesario al hecho de tener el balón primero o después.
Se supone que quieres el balón de segundo porque así respondes ante el primer ataque y en teoría tendrías un down más para ejecutar, pues, debido a la urgencia de tener que responder, no puedes despejar el balón. Eso lo entiendo, pero tiene demasiado peso para ir de un lado o el otro.
Al final en posesiones similares debes anotar más puntos que el rival. San Francisco hizo 3 y Kansas City hizo 7. Ahí termina todo.
Si hubiese sucedido al revés, nada garantiza que los Niners anotarían touchdown ante la gran defensa Chiefs que ya analizamos.
De hecho, en las últimas 2 series ofensivas de San Fran, Brock Purdy y compañía apenas pudieron anotar 3 puntos en cada una de ellas.
Además, quiero que piensen un escenario en particular. En la ultima posesión del tiempo extra, claramente se notaba a la defensiva de los Niners sacando la lengua.
De hecho, Kansas City no ganó en tiempo regular porque se le acabó el reloj, pero la victoria estuvo a unas yardas de distancia.
Imaginen que Kyle Shanahan pida defender primero, con su defensa exhausta y permitan por esto un touchdown en la primera serie de tiempo extra.
Luego viene Purdy y no puede empatar de a 7, pues como lo dije anteriormente, en las últimas series no lo había logrado.
La mayoría de gente se le hubiese ido encima a Kyle por no darle descanso a su defensiva. La narrativa de igual manera lo hubiese tildado de culpable de una u otra forma.
La realidad es que, en el cierre del partido, ya sea por las lesiones, cansancio o simplemente el esquema, las 2 unidades de Kansas City fueron superiores a San Francisco.
El tema de quien toma o no el balón en tiempo extra me parece irrelevante.
Lo que no me parece irrelevante es que tiempo extra… ¿¡no tenga tiempo final!? Eso sí me parece absurdo.
Kansas City caminó durante toda su serie ofensiva sin la presión del reloj. No tiene mucho sentido que un factor que es importante en todos y cada uno de los juegos de la NFL, no lo sea… en el partido más importante del año.
Eso, me parece más inaudito desde el punto de vista de quienes toman esta decisión a la hora de implementar las reglas, que el hecho de quien toma la primera u última posesión del juego.
7. Por último y, para terminar, solo tengo que confesar que Las Vegas me parece un lugar tristísimo desde todo punto de vista.
Es una ciudad elevada por Hollywood, pero que muy dentro alberga la tristeza y lo peor de cada uno de sus visitantes.
Ese olor a vainilla y a cigarro que envuelve la avaricia de los que buscan el dinero fácil se quedará conmigo por mucho tiempo.
La gran cantidad de luces es solo una distracción para que no pienses que la pasas mal cuando estás miles de dólares abajo, sentado frente a una máquina o un croupier al que no podrás vencer.
Y se los dice, hipócritamente, una persona que salió de Las Vegas con más dinero del que entró.
Tras el día en eventos de Super Bowl, me sentaba unas horas en la mesa de Poker y me tomaba un par de cervezas, aún lúcido para observar el desconsuelo silencioso de la gente que visita esa ciudad.
Seguramente liderado por la codicia de ganar dinero basado en suerte, la gente rápidamente se encuentra en número rojos, que, a partir de ese momento intenta perseguir, solo para encontrarse cada vez en un hoyo más profundo. Es una estafa en la que todos estamos dispuestos en participar.
Enfrente de cada maquinita encuentras rostros largos que llegaron a pasarla bien por el desmedido engaño Hollywoodense, pero que rápidamente entendieron que nadie sale vivo de esa ciudad.
También están los que simplemente se han rendido en la vida. Aquellos que pasan horas gastando dinero a cambio de una emoción efímera, que, si de paso lograron conseguirla por un segundo, en los siguientes minutos la volverán a sacrificar en virtud de la suerte.
Si vas a Las Vegas, no quieres poner atención a la gente. Sus caras describen la tristeza y la angustia que significa ser un adulto en estos tiempos.
No es tan divertido como te lo venden.
Leo comentarios.
@DondeAlonzo
Odio a Patrick Mahomes y Otros Pensamientos
Enero del 2014, Denver, estadio Mile High. Recién corrieron unos minutos tras la clasificación los Broncos al Super Bowl 48, perdido en el estadio -algo que me pasa a menudo- me encontré en un pasillo aislado frente a frente con una leyenda viviente de la liga. 'Buen juego', le dije sin pensar mucho, 'Gracias' respondió el 18 mientras extendió su mano para saludarme. Una gran anécdota, pero de inmediato entendí que la suerte estaba echada para los Broncos. Acabé con la suerte del gran Peyton Manning.