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1. Uno de mis pasatiempos favoritos -además de las piñas coladas- es ir al boliche con varios amigos. Usualmente vamos entre 4-5, y eso incluye siempre al padrino de Ilhan.
La formación del grupo de boliche cambia entre sus integrantes, pero él y yo siempre estamos, y siempre hay una competencia intensa entre nosotros. Pueden existir más personas en el grupo, pero el tema es personal.
Cuando jugamos, las primeras cinco líneas son para encontrar el ritmo de cada uno de los lanzamientos. Sirve básicamente para ir agarrando “el toque” a la bola, sin dejar que el otro se escape en la puntuación.
Sin embargo, en las últimas cinco líneas de cada juego todo se convierte en una batalla a muerte, que incluye ejecución perfecta, pero especialmente, el hecho de manejar mentalmente el éxito del rival. Yo usualmente cierro, por lo que esto trae una presión añadida.
Pero les pongo un ejemplo más concreto. Digamos que él lanza un strike; inmediatamente estoy presionado para igualar lo que hizo en el siguiente tiro, o al menos buscar un spare para no quedar tan lejos.
En caso contrario de que él no pegue nada en su primer lanzamiento y yo al contrario lograse un strike o spare, él se encuentra en una situación donde tiene que responder, pero de paso ya está un lanzamiento abajo, por lo que ahora tiene más presión añadida. Es un tira y encoje fascinante.
Hemos pasado diferentes juegos tratando de acabar mentalmente con el otro. El juego se vuelve agresivo y hasta enfermizo en los cierres. Teníamos un tercer amigo que no podía con la presión y siempre caía. De paso se molestaba porque nuestro nivel crecía por exceso de competitividad.
Al final siempre uno terminaría como perdedor, básicamente, por no poder aguantar el ritmo del otro.
Mientras veía el Bengals vs. Ravens de semana 7, me di cuenta de que estábamos en presencia de un partido de postemporada en octubre. Con dos equipos que se tantearon en la primera mitad, dominados por sus respectivas defensas, pero que estaban dispuestos a pegarse manazos en la segunda hasta que uno no pudiera más.
El primero que cometiera un error perdería. Es más, tan solo con pestañear y no lograr anotar en una posesión, podría acabar con la derrota de su lado.
La pizarra tras la primera mitad se leía 13-10 en favor de Cincinnati, pero era complicado elegir cuál de los dos dominó los primeros 30 minutos. Sin embargo, en la primera serie ofensiva del segundo tiempo, Baltimore marchó 75 yardas en 3 jugadas, y Lamar Jackson completó uno de los mejores pases de su carrera en el TD de Marquise Brown.
A partir de ese momento el juego era otro. Entramos en las últimas 5 líneas del boliche.
Era turno de los Bengals de dejar claro que tenía la fortaleza mental para responder al TD de Baltimore en un partido que hasta ese momento no nos había regalado muchos de estos.
Joe Burrow y compañía contestaron con una serie de 4 jugadas y 75 yardas para un TD en apenas 2:14 minutos. Game On.
La batalla de ajedrez en cuanto a ajustes estaba prendida, pero la mayor de las pruebas era responder, como en el boliche, cuando el rival había acertado. Cincinnati lo logró inmediatamente y era momento una vez más para Baltimore de hacer lo suyo.
Nos encanta hablar de Ja’Marr Chase y de Joe Burrow y con justa razón, pero nadie se ha tomado el tiempo de darle crédito a la intensa defensiva de Cincinnati en estas 7 semanas. Los Bengals no solo permiten apenas 18.3 puntos por partido, la 5ta mejor marca de la NFL, sino que nadie les han puesto más de 25 encima, y esos 25 fueron de Green Bay, quién no anotó un TD en toda la segunda mitad y tardó un OT completo en llegar a esa cifra.
Los Bengals sabían que para competir en la AFC Norte necesitaban una línea ofensiva mejorada para proteger a Burrow, pero de paso, una defensa que pueda no solo contener, sino cazar a los diferentes QBs dentro de la división.
Para llegarle al QB no solo es necesario una buena línea defensiva, sino una buena secundaria que aguante segundos en cobertura. Cincy fue a la agencia libre por el DE Trey Hendrickson, quién venía de su mejor año en New Orleans, firmó además a los CBs Chidobe Awuzie y Mike Hilton, y a su vez al DT Larry Ogunjobi.
Hendrickson lidera al equipo con 6.5 capturas, Awuzie tiene 6 pases defendidos en el año, la mayor cantidad de la escuadra, además de una intercepción, y entre Hilton y Ogunjobi suman 51 tacleadas en total. Jugadores de agencia libre con impacto inmediato en el crecimiento de la defensiva.
Sin embargo, tal vez nadie es más importante que el LB de segundo año Logan Wilson, quién es un nombre que deberíamos aprendernos urgentemente. Wilson tiene 17 tacleadas más que cualquiera de sus compañeros y está en el top 10 de la NFL, pero, además, de acuerdo con el mismo Burrow, es el jugador más inteligente de toda la planilla de los Bengals.
Para cuando Lamar Jackson se encontraba 20-17 abajo y con el balón en sus manos, la obligación de responder estaba en el aire porque estaba claro que Cincinnati no iba a ceder, pero también la certeza de que sería así seguramente rodeaba a los aficionados de los Ravens. Hasta ayer, Jackson no sabía lo que era caer derrotado en toda su carrera ante los Bengals.
Lou Anarumo ha sido el coordinador defensivo de Cincinnati desde que Zac Taylor tomó las riendas del equipo en el 2019 y sabemos poco de él. Pero Bill Belichick siempre dice que los entrenadores son tan buenos como el talento que tienen a su disposición para ejecutar, es decir, sus jugadores. Anarumo es la prueba de ello. La defensiva de Cincy tiene talento y es más fácil para el DC ser agresivo en el 2021 que en años anteriores.
La jugada clave del partido llegó con 8 minutos restantes en el tercer cuarto, cuando en una 3ra y 8, Anarumo envió una carga/blitz de 6 defensivos sobre Jackson. Logan Wilson (55) juega de anzuelo pues ataca, pero luego retrocede porque debe ser el espía de Lamar en caso de que salga corriendo, como es su naturaleza. Vean el video.
El blitz confunde la lectura de Jackson y sin tiempo llegó la inevitable captura. Es una llamada defensiva que requiere mucha confianza en su secundaria en hacer la cobertura correcta, pero requiere mucho valor, porque es en un momento apremiante del juego.
Tras el despeje, los Bengals anotan en 3 jugadas, en menos de 2 minutos y con el mundo de la NFL salivando por el talento de Ja’Marr Chase. Cincinnati no volteó atrás luego de ese touchdown.
En la segunda mitad, y con la obligación de emparejar a Joe Burrow TD por TD, Jackson se notó confundido.
El video de abajo expone como los Bengals hicieron todo por disfrazar las cargas sobre Lamar y en muchos momentos cubrieron el centro del campo luego de varios engaños de que irían por la captura. Jackson no ve este tipo de defensivas usualmente porque los equipos se rompen la cabeza tratando de evitar que corra. Cincinnati le dio el tratamiento de un QB pasador puro, y la estrategia les funcionó.
A la misma vez es fascinante ver como Zac Taylor no tiene miedo en darle las llaves del auto a Joe Burrow. De las 520 yardas de los Bengals el domingo, 409 llegaron por pase. Y no nos engañemos, las yardas por tierra llegaron en el último cuarto como último clavo en el ataúd Raven. La ofensiva pasó siempre por el número 9 y sus decisiones acertadas.
Como en el boliche, mi rivalidad con el padrino de Ilhan siempre acaba con alguno de los dos derrotado por no poder seguirle el paso al otro. Baltimore no pudo mantener el paso del nivel ofensivo de Cincinnati, y eso les costó una derrota que los bajó de ser el primer sembrado de la AFC, al 5to.
Como en el boliche, siempre hay otro juego inmediatamente para tomar revancha. Siempre hay otra oportunidad de hundir al rival y reclamar el derecho de sacar pecho y hablar papaya. Para Baltimore esa oportunidad llegará en Semana 16, pero por ahora y al menos por una semana, el norte le pertenece a los muy divertidos Cincinnati Bengals.
2. Sería un sacrilegio hablar de los Bengals y mencionar a Ja’Marr Chase en tan solo una línea luego de una actuación para la historia con 201 yardas, 1 TD ante un rival divisional y en calidad de visitante.
Sin embargo, quería darle un pensamiento aparte. Tan solo unos meses atrás discutíamos en NFL Latino sobre si la elección de Chase era una buena idea para los Bengals, especialmente ante las necesidades de línea ofensiva. Nadie contestó tan rápidamente a tal cuestionamiento como Ja’Marr.
Lo que creo es que deberíamos llevar esta discusión a un nivel todavía más alto. Ja’Marr Chase es el novato ofensivo del año y de eso no hay duda, pero no voy por ahí. En Semana 7, Chase tiene que estar dentro de la conversación de Jugador Más Valioso de la NFL. Sé que suena hasta ridículo por ser un ala abierta, pero este el crédito que merece.
El concepto de MVP está atado al jugador que hace mejor a sus compañeros y por ende a su equipo. Nadie ha tenido mayor impacto luego de 7 semanas en el éxito de loe Bengals que Chase, porque sus 754 yardas y 6 TDs han significado victorias para Cincinnati. Victorias que en años anterior no hubiesen ni soñado.
Además, tiene varias maneras de hacerte daño. Sus rutas tienen el timing perfecto con los pases de Burrow, pero sus cortes son majestuosos desde todo punto de vista, sin mencionar la cantidad de yardas que pone tras la recepción.
Es una afirmación elevada, lo entiendo, pero el impacto de Chase sobre 7 semanas en innegable. La NFL no se termina en octubre y este tipo de discusiones son usualmente absurdas a falta de más de 2 meses para finalizar la temporada regular, sin embargo, creo que es el momento justo para darle el crédito que merece. Y sí, el crédito recae en el MVP, por ahora.
3. La semana pasada estuve en Baltimore viendo a los Ravens destruir a los Chargers. Para el tercer cuarto el partido estaba terminado y las cervezas ya pasaban factura.
Los Ravens no son tan buenos como lo mostraron ese día en el que secaron a Justin Herbert y compañía, ni son tan malos como los 41 puntos que recibieron de Joe Burrow y los suyos.
Baltimore es un equipo peligroso que funciona mejor cuando nadie les da crédito. Te puede ganar de varias maneras y eso debería mantener contentos a los aficionados Ravens, más allá de que en este momento están con un vacío en el estómago.
¿Son equipo de Super Bowl? No lo creo, pero en playoffs pueden ser un problema para cualquiera, y esa distinción en esta AFC sin un claro dominador, te puede llevar muy lejos.
4. Ayer Aaron Rodgers dijo que, si la defensa de los Packers juega de la misma manera, van a ser un equipo muy complicado de vencer.
Honestamente no lo veo. Y sé que para muchos soy un anti-Packer, lo cuál está bien. No acepto la designación, pero a este punto ya poco importa.
No hay un solo partido que haya visto de Green Bay donde esta versión del equipo se haya mostrado sumamente superior al rival de en frente. Detroit se les atragantó por muchos momentos, y las victorias por 10 puntos o menos, ante equipos como San Francisco, Pittsburgh y Chicago hoy dejan mucho que desear. Buenos equipos les ponen al menos 14 de diferencia a cada uno de ellos. Su mejor triunfo viene del loquísimo desenlace en tiempo extra ante Cincinnati, en un partido que fácilmente los Packers pudieron perder.
Ayer ante Washington ganaron por 14 pero el WFT les ganó la batalla de yardas totales (430 vs 304), de primeros downs (25 vs 19) y de juego por tierra (195 vs 57).
Green Bay ganó ese partido porque Washington no supo anotar en zona roja y por varias llamadas cuestionables de las cebras. Pero más allá de eso y sin ánimos de entrar en polémica, los aficionados Packers deben admitir que en este 2021 no hay un solo triunfo que establezca, sin reparo, que este equipo puede llegar al Super Bowl.
Tal vez el jueves ante Arizona sea el momento. Veremos.
5. Tres semanas atrás y luego de perder en New York ante los Jets, los Tennessee Titans lucían como el equipo más estúpido de la NFL. Malas llamadas en ofensivas, una línea ofensiva pobre y una defensa que era un hazmerreír.
Si al inicio de la semana y mientras caminaba enfrente del Nissan Stadium buscando una jersey de AJ Brown me dices que los Titans le van a pegar a los últimos 2 finalistas de la AFC en un espacio de 6 días, te diría que sueltes la botella de licor. Pero aquí estamos.
El triunfo en Buffalo tiene un momento clave, y es TD de Derrick Henry de 76 yardas. Las series ofensivas de Tennessee hasta ese punto fueron 2 patadas de despeje y una intercepción a Ryan Tannehill. El carrerón de Henry le permite a la ofensiva tomar un respiro y regresar a su naturaleza. A partir de ese TD todo vuelve a la normalidad, incluyendo la inclusión de AJ Brown en situaciones claves.
Tras el TD de Henry los Titans anotaron 54 puntos en las siguientes 10 posesiones reales de manera consecutiva, incluyendo toda la primera mitad ante los Kansas City Chiefs. Es en definitiva el punto de inflexión.
Ahora, Tennessee no es ni cerca el mejor equipo de la AFC, ni siquiera le veo ojos de contendiente de Super Bowl, especialmente por su pobre defensiva. Sin embargo, si la ofensiva sigue con este ritmo creativo y de ejecución perfecta, será divertidos y engañosos.
Por cierto, y por aquello del chisme, el COVID no existe en Nashville. Para mi fue un golpe cultural ver como ahí la pandemia nunca llegó. Y si llegó, a ellos no les dieron la noticia.
6. Claramente los Chiefs están quebrados. Y no hay otra explicación.
Lo de la defensa lo hemos discutido bastante, pero ahora el malestar ha llegado a alcanzar hasta una ofensiva que hace unos meses era absolutamente indetenible.
Desde la era Patrick Mahomes, los Titans han enfrentado a Kansas City en tres ocasiones, incluyendo la final del AFC en el 2019. En cada una de ellas siempre he estado aterrado cada vez que Mahomes estuvo en el campo, sin embargo, la versión 2021 en semana 7 fue la primera vez en todo este tiempo donde no tuve una pizca de miedo y eso habla de cómo los equipos están viendo a los Chiefs ahora.
Mahomes lo intenta, pero no lo logra, y por intentarlo tanto comete errores de otro QB. Además, cada vez que salta al campo su defensiva usualmente acaba de regalar un TD, por lo que la obligación de responder se lo está comiendo a grandes bocados.
Tyreek Hill está desaparecido en el 2021 y los equipos le encontraron respuesta. Travis Kelce busca espacios y los encuentra, pero cuando está solo, Mahomes lo vuela. Es algo hasta complicado de comprar si te lo vendo al inicio de la temporada.
Si recordarán yo no puse a Kansas City en el Super Bowl. La razón principal es que mantener este nivel tan alto en 4 años de manera consecutiva en una liga de tope salarial tan compleja como la NFL, es prácticamente imposible. También puedo confesar que no estaba esperando tal calamidad en 7 semanas, así que no me voy a dar una palmada en la espalda diciendo que se los dije.
Kansas City no tiene arreglo para el 2021. Son demasiadas las cosas que hay que enderezar a la misma vez para que esto llegue a funcionar. Imagina una casa con los platos sucios, el cuarto desordenado y el baño sin limpiar.
No puedes limpiar cada uno de los sectores de la casa a la misma vez. Debes ir uno por uno y para cuando termines, el día llegó al final. Kansas City debe empezar por arreglar o ajustar la línea ofensiva, sin embargo, para cuando lo logre, la temporada podría haber terminado. Esto toma tiempo.
No me cabe duda de que Mahomes y Andy Reid lo van a intentar hasta el final, pero es mejor que el aficionado Chief llegue a la conclusión de que este no es el año y no pasa nada. También de paso, sería buena idea de que se quiten de la cabeza que serán la próxima dinastía Patriot. Eso no existe. Es imposible de emular.
Por esa misma mentalidad y hasta necedad, es que el mundo de la NFL hoy está bailando en la tumba de los Kansas City Chiefs. Tal vez el 2021 sea un buen vaso lleno de humildad. El 2022 siempre les dará otra oportunidad, especialmente con ese QB.
7. Las victorias de los Patriots en el 2021 han sido ante los pobres Houston Texans y dos veces ante los Jets. No es muy alentador que digamos.
Sin embargo, los 54 puntos que le pusieron encima a New York tienen un mayor valor que el número en sí. En muchas ocasiones estas victorias basura sirve para levantar ánimos y despejar miedos.
Uno de los problemas de New England en el 2021 es que han sido excesivamente cuidadosos con el plan de juego de Mac Jones. Básicamente lo tratan como bebé Mac, sin darle la confianza de un veterano. Es claro entender porque lo hacen, pero los Patriots no tiene una defensiva suficientemente buena como para cargar con bebé Jones hasta playoffs, por lo que el QB necesita que lo suelten.
Jones completó 24 de 36 pases y por fin lanzó más de 300 yardas en su joven carrera. La ofensiva en total sumó 551 yardas, incluyendo 148 por tierra. Los números dictan que los Patriots estuvieron en control de arriba abajo.
Pero vuelvo al punto inicial. No son los números los que valen en un partido como estos, son las diferentes formaciones, las repeticiones y la confianza entre OC-QB-WR-TE. Es ahí donde está el valor de una actuación como estas.
En el mes de diciembre anterior los Buccaneers no lucían como un equipo que podía ganar el Super Bowl, pero triunfos vainilla sobre Minnesota, Detroit y 2 veces ante Atlanta impulsaron la confianza de una ofensiva que apenas se estaba conociendo.
En ese mismo escalón es donde cae el triunfo imponente de los Patriots sobre los Jets. Hoy Mac Jones caminará con mayor confianza ante sus habilidades y sobre su ofensiva. Los triunfos vainilla también importan.
8. Derek Carr recibe mucha culpa y poco crédito por lo que pasa con los Raiders. Seamos honestos, la organización no ha sido exactamente ejemplar ni lo ha puesto en una situación donde pueda mostrar sus habilidades regularmente. Entonces la narrativa se vuelve: “Derek Carr comete muchos errores” sin importar que la franquicia se esté cayendo a pedazos en muchos otros aspectos.
Ayer Carr completó 31 de 34 pases ante los Eagles para 323 yardas y 2 TDs. Su 91.2% de pases completos ante Philadelphia es la segunda mejor marca en la historia de la NFL para un QB que lanzó al menos 30 pases, solo por detrás de Drew Brees en el 2019 con 96.7. Por cierto, Carr también tiene la tercera mejor marca.
2019: Drew Brees 96.7%
2021: Derek Carr 91.2%
2018: Derek Carr 90.6%
2002: Rich Gannon 89.5%
A todo esto, hay que agregar que lo hizo sin el TE Darren Waller y sin el RB Josh Jacobs. Carr será muchas cosas, pero no es el QB que está deteniendo la evolución de los Raiders. Por el contrario, parece ser el QB que está llevando a un equipo con discreto talento a niveles donde no imaginaban llegarían en el 2021.
Lo que me gusta de los Raiders es que su división, con excepción de los Chargers está hecha un desastre. Un 5-2 en el AFC Oeste era impensado pero el equipo hace muchas cosas bien, sin ser magnifico en ninguna de ellas. Eso les alcanza para hacer algo de ruido de aquí a finales de diciembre.
9. La cara de Mike Evans al darse cuenta de que regaló el balón del TD 600 de Tom Brady es de lo mejor que verás esta semana.
10. Los Panthers tenían el puesto 8 en el draft, con Justin Fields y Mac Jones disponibles aún. Carolina decidió que Sam Darnold era arreglable.
Ayer Darnold fue enviando al banco luego de promediar 4.4 yardas por pase y un rating de 57.3. Contra los f-ing Giants!
11. Estos han sido los últimos 4 partidos del RB Jonathan Taylor de los Colts:
114 YDS, 1 TD
169 YDS, 2 TD
158 YDS, 2 TD
110 YDS, 1 TD
12. Viendo el SNF y la cantidad de errores entre Carson Wentz y Jimmy Garoppolo me di cuenta de varias cosas.
A. Me da ganas de vomitar la apatía de Garoppolo.
B. Si eres uno de los que lo defiendes, busca un médico de cabecera.
C. Si entre Wentz y Garoppolo se va a matar a punta de errores, prefiero morir bajo la espada de Wentz. El tipo, a pesar de su toma de decisiones que raya en lo estúpido, siempre busca la manera de ganar y no se rinde. De Jimmy no puedo decir lo mismo.
13. El Super Bowl en el que llegaron los Niners en el 2019 y toda la alabanza que le dábamos a Kyle Shanahan parece una memoria distante luego de perder 4 en fila.
14. Tua tuvo 4 TDs y puso a los Dolphins en un posible regreso antes de que Matt Ryan les arrebatara el triunfo de las manos. Pero voy a ser honesto, lo único que voy a recordar de ese partido es esto:
15. Cuando ves que la NFL no era tan “lenta” como parecía en pretemporada.
16. La derrota de Baltimore ante los Bengals es la primera vez que Lamar Jackson pierde por 24 puntos de diferencia en su carrera.
17. La derrota de los Chiefs en Tennessee fue la primera vez en que Patrick Mahomes no lanzó un pase de TD en temporada regular y segunda en un año de calendario (el Super Bowl) de manera general.
18. El partido del jueves entre Packers vs Cards, en el que ambos equipos se combinan para 13-1, es el de mayor porcentaje ganador para un partido disputado un jueves desde 1966.
19. Matthew Stafford ahora tiene 301 pases de TD en su carrera, uno más que todos los que lanzó John Elway en toda su vida en la NFL. Por alguna razón entiendo el contexto, pero este dato me pone ligeramente triste.
A la misma vez Tom Brady tiene más de el doble de TDs que Elway.
21. No olviden suscribirse a los Podcast de NFL Latino.
Gracias a todos los que preguntaron por los episodios de #ApuestaLaCasa
Una suscripción y escuchar al podcast, aunque no lo crean, ayudan mucho a que los Pensamientos sigan vivos.
Así que manos que dan, nunca estarán vacías.
Holy shit, estoy listo para ser pastor de iglesia.
20. Hoy hay Manningcast.
Leo comentarios
@DondeAlonzo
Enero del 2014, Denver, estadio Mile High. Recién corrieron unos minutos tras la clasificación los Broncos al Super Bowl 48, perdido en el estadio -algo que me pasa a menudo- me encontré en un pasillo aislado frente a frente con una leyenda viviente de la liga. 'Buen juego', le dije sin pensar mucho, 'Gracias' respondió el 18 mientras extendió su mano para saludarme. Una gran anécdota, pero de inmediato entendí que la suerte estaba echada para los Broncos. Acabé con la suerte del gran Peyton Manning.