El ala defensiva Joey Bosa no participará en los entrenamientos de primavera con los Buffalo Bills tras sufrir una distensión en la pantorrilla durante una sesión la semana pasada.
Así lo confirmó el head coach Sean McDermott, quien señaló que el jugador estará fuera “probablemente durante toda la primavera”, y que su regreso se espera hasta el inicio del campamento de entrenamiento.
Aunque la ausencia no sorprende por completo —considerando el historial de lesiones del jugador—, sí enciende alertas en Buffalo, ya que Bosa ha disputado solo el 55% de los partidos desde 2022 y ha estado limitado físicamente durante tres temporadas consecutivas.
McDermott reconoció que la situación es preocupante, y explicó que la durabilidad y disponibilidad son aspectos clave en el roster. Agregó que por ahora, Bosa está concentrado en recibir el tratamiento necesario y trabajando duro en su recuperación, y que regresará cuando esté listo.
Bosa, de 28 años, firmó con los Bills como agente libre con la promesa de reforzar la presión al mariscal, pero su historial médico permitió que Buffalo lo contratara con un descuento considerable.
Se perdería al menos dos semanas de entrenamientos en campo y el minicamp obligatorio del 10 de junio.
La baja temporal de Bosa podría mantener a A.J. Epenesa como titular en la línea defensiva, tal como ocurrió durante la temporada 2024 de la NFL en español.
En caso de que el regreso de Bosa se retrase, Buffalo utilizaría al veterano en situaciones puntuales de pase, mientras Epenesa continúa absorbiendo la mayoría de los snaps.
Los Bills planean manejar esta situación con precaución. Saben que lo más importante no es tener a Bosa listo en mayo o junio, sino en plena forma para el arranque real de temporada en septiembre.
Aun así, su tiempo en campo durante el campamento será crucial para definir su rol exacto en la rotación defensiva.
