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Este artículo habla sobre el coordinador defensivo de los Baltimore Ravens, Mike Macdonald, y como su llegada al equipo ha elevado completamente a la defensa del equipo en el 2023.
Cuando Mike Macdonald asumió el cargo de coordinador defensivo de Michigan en 2021, lo hizo como un paso lógico y necesario en su carrera.
Macdonald había pasado los últimos 7 años en diferentes roles en la defensiva de Baltimore, pero había entendido que nunca llegaría a ser coordinador defensivo y por ende, su oportunidad de ser entrenador en jefe estaba bloqueada.
¿Cómo culparlo? En el puesto estaba un viejo zorro de la NFL, Don “Wink” Martindale, un vaquero en su agresiva manera de alinear a su defensiva en momentos cruciales.
Martindale había demostrado ser un maestro en el arte de liderar la defensa de Baltimore, colocándola en el Top 3 de la liga en tres de los últimos cuatro años en los que estuvo al mando de los Ravens.
Lo que nadie intuyó, es que, pese al éxito global de la defensiva de Baltimore, el entrenador en jefe John Harbaugh, estaba dispuesto a adoptar un nuevo enfoque. Para Harbaugh, Wink se había vuelto muy repetitivo y predecible a la hora de llamar jugadas al costado defensivo.
Cuando los jugadores de los Ravens cayeron lesionados como moscas en la temporada 2021, Harbaugh ajustó su enfoque en el costado ofensivo, jugando con lo que tenía a disposición. Sin embargo, Martindale, no hizo lo mismo en defensa.
Su unidad siguió siendo igual de agresiva, independientemente de quienes estuvieron en el campo. Para Harbaugh eso significaba que Wink estaba indispuesto a modificar sus formas de acuerdo con el contexto del partido, lo cual por consecuencia lo volvía predecible.
Varios equipos aprovecharon ese conocimiento en mano y utilizaron esa información para pasarle por encima a los Ravens en el último tramo de la temporada 2021.
Baltimore perdería 6 partidos de manera consecutiva y pese a iniciar el año 8-3, se perderían los playoffs.
Pese a que mucha de la responsabilidad de la falta de postemporada caía sobre los hombros de Harbaugh, John notó que la agresividad y el constante blitz de Martindale tuvo muy poco efecto ante mariscales de campo élite.
Aaron Rodgers le puso 268 yardas, 3 TDs sin intercepciones y la ofensiva ayudó a los Packers a ponerle 31 puntos encima a la defensiva de Baltimore en Semana 15.
Una semana después, Joe Burrow movió el balón a placer, registrando 525 yardas y 4 anotaciones, mientras los Bengals le anotaron 41 puntos a los Ravens por segunda vez en el año.
Y es que ese partido particularmente fue el que dejó a John Harbaugh inquieto. Los Bengals le ganaron 41-17 a los Ravens en Baltimore y 41-21 en Cincinnati ese año.
Burrow tuvo 941 yardas, 9 TDs y 1 INT ante Baltimore en 2 partidos. Lo peor para Harbaugh era entender que Joe no iba para ningún lado, que estaría en la división por la siguiente década y que, si su coordinador defensivo seguía siendo “Wink” Martindale, se comería 40+ cada vez que se encontraran. Burrow era su dueño.
John es un tipo bastante centrado como entrenador, que no está dispuesto a tomar decisiones súbitas sobre el futuro de la franquicia. Sin embargo, no significa que no esté dispuesto a cambiar.
Desde la llegada de Lamar Jackson al equipo, los Ravens son una de las franquicias más agresivas en 4to down, algo impensado en la era de Joe Flacco. Sin embargo, eso ejemplifica su disposición a evolucionar.
Conociendo que necesitaba hacer un cambio, le ofreció un contrato a Martindale por un año más mientras pensaba el siguiente paso y su posible reemplazo. Wink, vaquero desde las raíces, se sintió insultado por la oferta (quería un contrato a largo plazo) y en una natural colisión de egos, decidió junto con Harbaugh, que era momento de dar un paso al costado.
Wink, ahora coordinador defensivo de los Giants, duró 17 días sin trabajo. Sin embargo, desde la perspectiva de Baltimore, su despido/renuncia dio paso a la siguiente versión de los Ravens, la que actualmente se está comiendo a la NFL.
El Regreso de Mike Macdonald
En la extraña y recortada temporada 2020 del football universitario, los Michigan Wolverines se encontraron en la urgencia de tomar un giro.
Pese a solo disputar 6 partidos por el tema del COVID, Michigan perdería 4 de ellos, permitiendo 34.5 puntos por partido y ni siquiera disputaron el duelo tradicional ante Ohio State esa temporada. Hubiese sido una paliza de tiempos bíblicos.
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El acabose para los Wolverines llegó cuando recibieron 49 puntos en casa ante Wisconsin. Tras 6 temporadas en el cargo y cada vez más lejos de las semifinales de College Football, Jim Harbaugh debía hacer algo. El coordinador defensivo Don Brown, quien estuvo en el programa durante 5 años, debía ser despedido.
Jim, hermano menor de John, le preguntó a su hermano si existía alguien en el staff de coacheo de los Ravens que quisiera/pudiera tomar el control de la defensiva de Michigan.
Sin dudarlo, John recomendó a Mike Macdonald, quien había pasado los últimos 7 años como asistente en Baltimore y se encontraba ligeramente atascado en la posición, teniendo en cuenta que en ese momento John Harbaugh no planeaba despedir a Wink Martindale.
Sin pensarlo 2 veces, Jim le ofreció el puesto de coordinador defensivo en los Wolverines, de la mano de un aumento de salario de $1M anuales.
Macdonald no solo vio el cambio de manera positiva económicamente, sino que sería la vitrina perfecta para tener un futuro en la NFL más adelante.
Muchos ven el bajar a la NCAAF como un paso hacia atrás en la carrera de un entrenador, pero Macdonald, al contrario, lo vio como el impulso necesario para que su nombre fuese reconocido.
La defensiva de los Wolverines tardó un año en dar frutos. En la primera temporada como coordinador defensivo, Macdonald llevó a Michigan a ser top 10 en la nación en defensa y ayudó al equipo a ganar el campeonato del Big Ten y asegurar así un puesto en los playoffs de la NCCAF por primera vez en la era Jim Harbaugh.
La experiencia Mike Macdonald en Michigan fue mucho mejor de lo que Jim pudo soñar. Su manera tan innovadora de presionar y utilizando jugadores de la defensiva en varios escenarios poco ortodoxos dio traste a que el DE Aidan Hutchinson y S Daxton Hill, fueran seleccionados en la primera ronda del draft de la NFL en el 2022.
Sin embargo, John Harbaugh tomó el puesto de hermano mayor, y como cuando le prestas algo a tu hermano menor y lo ves feliz, al final decidió que lo quería de vuelta.
Tras la fricción entre Wink y John en Baltimore, el mayor de los Harbaugh tuvo la idea de traer de vuelta a la institución a Mike Macdonald, ahora con el título de coordinador defensivo de uno de los mejores equipos de la NFL.
Macdonald no dudó en tomar el puesto pese a su éxito instantáneo en los Wolverines, teniendo en cuenta que se trataba de un paso directo al objetivo que se trazó en su mente muchos años antes: ser entrenador en jefe en la NFL.
Además, estaba cayendo en un lugar que conocía inclusive mejor que Michigan y en el que se sentía perfectamente cómodo.
John no solo tomó potestad del hecho de ser el hermano mayor en la relación con Jim, sino que en forma de broma dijo que “tenía derecho a quitárselo” por haber ganado el partido más importante en la historia de la familia Harbaugh, el Super Bowl XLVII.
El Impacto De Mike Macdonald
Lo que John Harbaugh odiaba de Wink Martindale era su agresividad indiscreta en tercera oportunidad.
Si el partido estaba por decidirse, Martindale enviaría blitz sí o sí y viviría con las consecuencias. En la mayoría de los escenarios y especialmente ante mariscales de campo de mediana y baja calidad, ese enfoque era perfecto.
Pero como ya lo vimos en el ejemplo con Aaron Rodgers y especialmente con Joe Burrow, ante los QB élite, no tenía gran efecto. Más bien, este tipo de jugadores utilizaban ese conocimiento en contra de los Ravens.
Mike Macdonald sabía que Harbaugh odiaba esa manera tan tajante de jugar downs importantes. Al mismo Macdonald no le encantaba cuando fue asistente de Wink, por lo que ambos estaban dispuestos a encontrar diferentes soluciones.
En un equipo que tenía en la secundaria a CB Marlon Humphrey, CB Marcus Peters, SS Chuck Clark, y al recién llegado, FS Marcus Williams, Mike Macdonald le pidió a John Harbaugh que drafteara al FS Kyle Hamilton en la primera ronda del draft 2022.
Bajo el argumento de construir a un equipo basado en sus necesidades, la selección de Hamilton no tenía sentido. Baltimore no lo necesitaba. Estaba más que cubierto en esa y en múltiples posiciones en la secundaria.
Sin embargo, Macdonald veía en Hamilton la oportunidad de formar a un defensivo rotativo, que se ajustara a diferentes formaciones y lo pudiese colocar en distintas posiciones dependiendo de la situación del juego.
Ayudaba también que Hamilton fuese este jugador alto (1,93) y atlético que podía desplegarse en varias posiciones sin problema alguno. En esencia se volvía el factor X de la defensiva.
La filosofía de Macdonald trata de confundir a los mariscales de campo contrarios, moviendo diferentes piezas y atacándoles con distintos paquetes de presión desde todos los ángulos. Bajo esa idea, nadie es más importante que Kyle Hamilton para ejecutar distracciones y presiones.
En el video de abajo ante Seattle, podemos encontrar a Hamilton (#14), alineado con el receptor en la ranura, sin embargo, su única labor es atacar el QB o en este caso, al corredor.
Kyle juega tan libre y con tanta confianza en este esquema que lee muy bien su ángulo, aprovecha la confusión en la protección de los Seahawks y hace una tacleada para pérdida de yardas como si fuese un linebacker.
A la misma vez, el esquema de Mike Macdonald ha sido impulsado por la llegada del LB Roquan Smith, quien se vistió de Raven porque inexplicablemente los Bears no quisieron pagarle el dinero que pedía.
Smith es el cimiento de la defensa de Baltimore, es el eje que permite que todo lo demás se desarrolle. Su instinto para jugar en el medio de la defensa es de jugador élite, sin mencionar que toda esa inteligencia es complementada por una velocidad y fuerza brutal.
El impacto de Roquan Smith ha sido tal, que hasta el LB Patrick Queen ha mejorado con tan solo su presencia. Queen estaba camino a ser un “bust” tras ser seleccionado con el 6to puesto del draft 2020, pero a partir de la llegada de Raquon, se liberó de intentar hacerlo todo y ha entendido su asignación de manera más sencilla.
Con Smith y Queen disparados para defender el segundo nivel de la defensiva, Macdonald puede jugar y disfrazar a Kyle Hamilton a placer.
El video de abajo es absolutamente impactante. No solo Kyle Hamilton lee a la perfección su asignación en cobertura (ir a cubrir a DK Metcalf), lo cual es prueba del gran coacheo de Macdonald, sino que su lectura es tan rápida que hasta me llevó a tener pensamientos sospechosos y malvados.
Quiero hacer un disclaimer aquí, porque dudé en expresar lo que voy a escribir, pero viendo el video del partido ante Seattle con más calma, se me vino un pensamiento a la mente que no puedo dejar de compartir, después de todo, yo tenía aquella desaparecida columna llamada “Pensamientos”.
Actualmente, Jim Harbaugh, entrenador en jefe de Michigan, está envuelto en una polémica por robar señales de los rivales. Su sanción no ha sido establecida, pero viene en camino.
Es tan brillante lo hecho por Baltimore en defensa en el 2023, que juro que pensé: “¿Y si Macdonald aprendió a robar señales igual que Harbaugh en su tiempo en Michigan?”
Después de todo, si se comprueba lo de Jim, sería mentira pensar que habría implementado esa idea apenas en el 2023. Tal vez es una práctica de varios años de parte de los Wolverines y por ahí Macdonald aprendió algo de esto.
Además, llevar la idea a Baltimore es un paso lógico, pues, estaría quedando todo entre familia, tomando en cuenta de que Jim y John, pues… son hermanos.
Todo eso me cruzó la mente. Y estoy siendo absolutamente irresponsable compartiendo esto en este artículo, debido a que no tengo pruebas, ni en lo más mínimo. No me siento orgulloso de que esto cruzara mi mente, ni tampoco estoy dispuesto a asegurar que esta es la razón del éxito de Baltimore.
Les comparto este pensamiento como muestra de asombro y admiración por lo que han hecho los Ravens esta temporada en el costado defensivo. Sin lugar a duda tienen la mejor defensiva de toda la NFL, pero también la más versátil.
La defensa de los Ravens está llevando su juego a niveles históricos tras 9 semanas, ayudando a la misma vez a la ofensiva a acoplarse a un nuevo sistema. Veamos algunos datos:
- Baltimore tiene el mejor diferencial de puntos de toda la liga como +115, esos son 35 puntos más que el segundo en esa lista.
- En sus últimos 4 juegos, su diferencial de puntos en victorias es de un promedio de 20 puntos, que incluye juegos donde aplastó a los Lions y Seahawks, 2 equipos actualmente en puestos de postemporada.
- Baltimore ha anotado 3 veces más touchdowns (27) de lo que su defensiva ha permitido (9) en lo que va del año.
- El safety Geno Stone lidera la NFL con 6 intercepciones. Stone está en su 4to año en la NFL y previo a esta temporada, solo había registrado 1 INT en su carrera.
- Los Ravens han tenido la ventaja entrando al último 4to en TODOS los partidos de esta temporada. De no ser por derrotas con circunstancias anormales ante Colts y Steelers, podrían estar invictos.
- Baltimore está 3-0 ante equipos con un récord ganador cuando se enfrentan a ellos: Lions, Seahawks y Browns.
- Los Ravens están 3eros a nivel histórico en DVOA en la NFL. Los únicos equipos con un mejor DVOA son los Patriots del 2007 que acabaron invictos en la temporada regular, y los Redskins de 1991 que ganaron el Super Bowl.
*DVOA (Valor Ajustado a la Defensa sobre el Promedio) calcula el éxito de un equipo basado en la distancia y down de cada jugada durante la temporada, luego calcula cuán exitoso o no es cada equipo en comparación con el promedio de la liga.
Entiendo que, para complementar una narrativa, hay datos disponibles para todos los equipos, pero esos de arriba son solo una muestra de que Mike Macdonald y John Harbaugh están llevando a los Ravens a un nivel que nadie contempló al inicio de la temporada.
Para una liga en la que cada año escasean más las defensivas de antaño y los equipos completos, los Ravens son una brisa fresca y el equipo de mayor cuidado en la AFC luego de 9 semanas.
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Enero del 2014, Denver, estadio Mile High. Recién corrieron unos minutos tras la clasificación los Broncos al Super Bowl 48, perdido en el estadio -algo que me pasa a menudo- me encontré en un pasillo aislado frente a frente con una leyenda viviente de la liga. 'Buen juego', le dije sin pensar mucho, 'Gracias' respondió el 18 mientras extendió su mano para saludarme. Una gran anécdota, pero de inmediato entendí que la suerte estaba echada para los Broncos. Acabé con la suerte del gran Peyton Manning.