No cabe duda que Saquon Barkley de los New York Giants es posiblemente el RB más talentoso y versátil de la NFL, y el que cuenta con más habilidad natural para correr el ovoide. Pero a veces la mayor habilidad es la disponibilidad, y es en eso último donde Barkley nos ha quedado debiendo considerablemente.
UN FENÓMENO DESDE SUS DÍAS EN PENN STATE
Desde el año 2015, su primero como RB en Penn State, Saquon Barkley dejó en claro que sería uno de los atletas más dominantes en la historia de la primera división de la NCAA. Las temporadas 2016 y 2017 fueron poco menos que una coronación, pues Barkley fue el Jugador Ofensivo del Año de la Big 10 en ambos años después de conseguir más de 40 touchdowns totales combinando ambas temporadas.
Barkley siempre mostró una combinación extremadamente rara de fuerza, velocidad, y habilidad atlética que no se había visto antes. Su diferencial principal, sin embargo, siempre fueron sus excelentes manos para atrapar pases que hacían de él una amenaza en todas las facetas ofensivas del juego.
Durante su estancia en Penn State Barkley totalizó 671 acarreos para 3,843 yardas, y 43 touchdowns por vía terrestre. También agregó 1,195 yardas en recepciones con 8 touchdown por la misma vía. Sus proezas a nivel colegial le valieron ser reconocido como el mejor prospecto colegial independiente de posición en el draft de la NFL 2018, y eventualmente fue seleccionado con la selección número 2 global por los New York Football Giants.
ENTRANDO POR LA PUERTA GRANDE
Dave Gettleman, Gerente General de los Giants, fue fuertemente criticado por seleccionar a Saquon Barkley en el draft del 2018. No porque Barkley fuera un mal prospecto, sino porque era claro que Eli Manning estaba llegando el final de su carrera y eso situaba a los Giants en posición ideal para seleccionar a su sucesor con alguno de los prospectos de QB de esa clase.
No tomó mucho tiempo para que el desempeño de Barkley en el campo en su año de novato evidenciara para el mundo de los emparrillados que Gettleman y los Giants habían encontrado a un jugador realmente especial, y solamente comparable con leyendas como Barry Sanders o inclusive el mismísimo Walter Payton.
Barkley estalló en la NFL como novato en 2018. Generó 2,028 yardas ofensivas totales – la cifra individual más alta esa temporada – y anotó 15 touchdowns. Sus 1,307 yardas terrestres y 721 aéreas fueron particularmente impresionantes porque las produjo jugando detrás de una pútrida línea ofensiva, y dentro de una ofensiva liderada por un QB legendario para Nueva York pero cuyos mejores años habían quedado ya muy atrás.
Más allá de las estadísticas, ver jugar a Barkley era un verdadero espectáculo. Su velocidad en campo abierto era irreal. Sus cortes y elusividad eran algo que parecía sacado de un videojuego. Su fuerza para seguir corriendo después del contacto hacía parecer que Saquon era un hombre jugando entre niños. Su habilidad atlética y su movilidad lo hacían parecer una deidad griega.
Inmediatamente, Saquon Barkley se volvió el jugador más electrizante de toda la NFL, y fue nombrado el Novato Ofensivo del Año en 2018.
Pero hoy, en la antesala de la temporada 2021, se siente como si hubieran pasado siglos completos desde la última vez que vimos a Saquon Barkley brillar en todo su esplendor, y no hay ninguna certeza de que alguna vez lo veremos de nuevo.
LA MALDICIÓN DE LAS LESIONES
Después de una rimbombante campaña de novato Barkley llegó a la temporada 2019 con altísimas expectativas, pero una lesión de tobillo en la semana 3 lo hizo perder algunos partidos y cuando finalmente regresó al campo era evidente que seguía afectado por la misma. En solo 13 partidos jugados Saquon logró superar las 1,000 por tierra, pero lo hizo de forma poco espectacular, poco notoria, y sin mayor consecuencia para el equipo.
La temporada 2020 fue una completa catástrofe para Barkley, pues tan solo en el segundo juego de la temporada regular frente a los Chicago Bears sufrió una rotura de ligamento en la rodilla que lo dejó fuera al resto de la campaña antes de que Barkley consiguiera su primer touchdown del año.
El 29 de abril del 2021, con Barkley complementamente invertido en su rehabilitación de rodilla, los Giants anunciaron que ejercieron la opción de 5th año para conservar bajo su contrato de novato a su versátil RB. Cualquier conversación acerca de ofrecer a Barkley un segundo contrato a largo plazo ha quedado en el limbo, porque la realidad de las cosas es que en estos momentos, cuando se trata de Saquon Barkley, hay más preguntas que respuestas.
La administración de los Giants, al igual que todos los aficionados, está en completa expectativa sobre qué exactamente veremos de Barkley durante la temporada 2021. ¿Veremos de nuevo al dinamo imparable que vimos en la temporada 2018? ¿O más bien veremos a un jugador deteriorado y afectado por dos años consecutivos de lesiones en sus extremidades inferiores?
LA IMPORTANCIA DE LA TEMPORADA 2021 PARA SAQUON BARKLEY
Considerando que juegan en una muy débil NFC East, que tendrán una de las mejores defensivas de la NFC, que será la segunda temporada de Joe Judge como Head Coach, y que han agregado armas ofensivas importantes como el WR Kenny Golladay, será considerado un gran fracaso si los New York Giants no logran llegar a los playoffs durante la temporada 2021. Un Saquon Barkley completamente recuperado y listo para dominar desde el backfield una vez más ayudaría bastante a que los Giants alcancen su verdadero potencial.
Barkley primero que nada tiene que mantenerse sano para eliminar la narrativa de que es “propenso a lesiones”, pero también es imperativo que sea un verdadero catalizador para mejorar una ofensiva que, al solo promediar 17.5 por partido en la temporada 2020, fue una de las dos peores en toda la NFL en español. Solamente los disfuncionales New York Jets pero más incompetentes ofensivamente que los Giants.
Actualmente el salario para un RB de primer nivel está entre los $12 millones y $16 millones de dólares por año. Sí Barkley aspira a una extensión con los Giants que lo haga posiblemente el mejor pagado de la liga, tiene que mostrar que el 2018 no fue una casualidad sino la norma que podemos esperar de él en el futuro.
DE REGRESO A LA RELEVANCIA
Saquon Barkley es muy activo en redes sociales y los últimos meses hemos sido testigos de su rehabilitación e intento de recuperar la forma que en algún momento lo hizo una de las armas ofensivas más potentes que hemos visto recientemente en la NFL.
Aunque Barkley no ha declarado abiertamente que estará disponible para los Giants en el inicio de la temporada 2021, todos anticipamos que sea el RB titular del equipo en la semana 1 frente a los Broncos de Denver. Ha pasado tiempo suficiente para que se recupere de su lesión, y los Giants de pronto son un equipo prometedor y que se ha galvanizado bajo el liderazgo del Coach Judge.
El año 2021 será crucial para la carrera de Saquon Barkley, y pocas cosas serían mejores para la liga y para la afición que tener completamente de regreso a uno de los jugadores más naturalmente talentosos que hemos visto en la historia del deporte.
